Llegue a casa rápidamente abrí el libro de los espejos lanzando los otros a mi cama, mi padre no estaba, llegaría para dentro de dos días, eso me había dicho, me paré frente al espejo de cuerpo completo y lo mire fijamente, pasaron aproximadamente cinco minutos pero no sucedio nada, ¿que pasaba? posee mis manos sobre el espejo.
-Anda, vamos-. Dije para mi con frustración.
Suspiré resignada, posee mi frente en el espejo, al parecer mi padre tenía razón, había sido sólo mi imaginación, ¿me estaré volviendo loca?
-¡Nieves!-. Grite ante el grito detrás de mí, voltie rápidamente, era ¿John?. -Deberias tener más cuidado, dejaste la puerta abierta-.
Entre tan rápido que me olvide completamente de cerrar la puerta.
-¿Q-que haces aquí?-. Pregunte aun un poco impactada.
-Me he distanciado un poco y quería compesarles el tiempo perdido, ademas tengo algo que decirles, así que...¿vamos? No acepto un no-. Extendió su mano hacia mi esperando a que la tomará.
-Y-yo... Claro vamos-. Tomé su mano y rápidamente me jalo llevándome rápidamente hacia la salida de la casa y ahí también estaba Verónica.
-Vaya, también te arrastro-. Exclamó Verónica cuando llegamos frente a ella. -John esto es muy raro-.
-No lo es, vamos chicas-. Dijo soltando mi mano mientras comenzaba a caminar.
Verónica y yo nos quedamos viendo confundidas y lo seguimos, pero antes me aseguré de cerrar esta vez mi casa.
Después de seguirlo por varios minutos llegamos por fin al parque de la ciudad, John se detuvo justo en la fuente que había en el centro del parque.
-Venga John enserio esto es muy raro-. Dijo Verónica algo irritada.
-Esta bien, les quería pedir disculpas por alejarme mucho de ustedes dos, mis mejores amigas-. Claro, amigas. -Y la razón es por que...-. Hubo un suspenso y en ese suspenso una chica llegó posandose a lado de John. -... les presento a Mayra, mi novia-.
Lo escuche alto y fuerte, mi corazón, rompiéndose fuertemente.
-Mucho gusto-. Salude a Mayra con toda normalidad. -Ya veo por qué el tonto de John estaba raro, ¿verdad Verónica?-.
Verónica me miraba, impactada y entristecida por mi.
-O-oh si, mucho gusto Mayra, q-que bien te lo tenías escondido John-. Río con nerviosismo.
-Bueno, ¿que tal si vamos por pizza?-. Dijo John mientras sostenía la mano de Mayra, la misma mano con la que había sujetado la mia hace unos minutos.
-Si, vamos-. Y me preguntaba, ¿desde cuando era tan buena ocultando mi dolor?
Pasó aproximadamente una hora, minutos en donde cada vez mi corazón de despedazaba poco a poco.
-Oye John ve a dejar a tu novia, nosotras podemos irnos solas-. Escuche decir Verónica cuando nos estábamos despidiendo.
-¿Estan seguras?-. Pregunto John mirándonos.
-Si vayan sin cuidado-. Dije.
Ambos tomaron dirección contraria y se fueron alejando, no pude aguantar más, las lágrimas comenzaron a caer, me lancé a los brazos de Verónica.
-Oh querida, lo siento-. Susurro Verónica en mi oído mientras acariciaba mi cabello. -El es un idiota-.
Después de desahogarme nos fuimos a casa, cuando llegue a la mía subí directamente a mi cuarto cerrando la puerta soltando a llorar, no se cuanto tiempo estuve así muy pronto me quedé dormida.
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.-Buenos días amor-. ¿Pero que demonios sucedía? Un chico de cabellos blancos y ojos azules me miraba. -¿Quieres comer?-. Alzó una mesita de madera muy rústica del suelo con comida en ella.
Mire alrededor estaba en una cabaña, me mire y llevaba un vestido muy tradicional.
-Te vez confundida, ¿sucede algo?-. La imagen del chico comenzó a borrarse.
¿Que sucede?
La escena cambio estaba en la misma cabaña pero esta se estaba quemando.
-¡Nieves! ¡Nieves! ¡Salgamos!-. Era el mismo chico de antes, me extendía su mano. -Rapido, toma mi mano-.
La tome si pensar y rápidamente todo comenzó desvanecerse.
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-¡Corre!-. ¿Otra vez este chico?. -Rapido, nos alcanzarán-.Voltie detrás de mí era la casa anterior, se estaba quemando mire más, no sólo era esa casa eran una aldea completa.
-¡Cuidado!-. Grito el chico antes de que algo me dejara inconsciente.
Desperté el chico aquel estaba amarrado en un árbol igual que yo.
-Al fin podré matarte, ser del mal-. Una sombra se puso en frente de mi alzando una espada.
-¡No, Nieves!-.
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Desperté sudando, con la respiración agitada y temblando, otro maldito sueño, horrible por cierto, busque mi celular, ¿que hora era? Lo había encontrado, lo encendí, eran las 11:59 de la noche, suspiré, mire todo mi cuarto y volví a suspirar mire al suelo y fue cuando vi ¿hielo? Y justo frente al espejo, me levanté a pesar de la oscuridad en la habitación el hielo lograba verse, me pare justo enfrente mire al espejo fijamente y de pronto, comenzó a brillar, cubrí mis ojos con mis brazos la luz era muy potente pero pronto descendió, volví a mirar el espejo y donde debía de estar mi reflejo había una persona encapuchada.-Que buena broma, Verónica-. Reí nerviosamente.
Pero Verónica no hablo ni río, hubiera sido bueno si lo hubiera hecho.
-¡Ah! Estoy aún dormida, si, eso, otro sueño tonto-.
Pero no lo era.
-"No es una broma, ni tampoco estás soñando"-. Una voz se escuchaba en mi mente, ahora si estaba loca. -"No estás loca, esto es real, mira el espejo"-.
Lo miro con temor y ahí seguía esa persona encapuchada.
-¿Q-quien eres?-.
-"Ya deberías saberlo"-. La persona misteriosa alzó los brazos sujetando la capucha jalando de esta dejando al descubierto, no, no, esto, me estan jodiendo. -"Yo soy tu"-.
Esa persona era yo, o eso decía, el rostro tal vez si nos parecíamos o eso parecía ya que su enorme copete cubría todo su ojo izquierdo y su cabello era grisesco.
-"Bienvenida al otro mundo"-.
¿Al otro que?
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Entre el espejo y el amor | By XochitlMichaelis
FantasíaNieves Frost una chica normal y con un grave problema cliché en el amor, descubrirá que sus decisiones afectará a demás personas en el futuro, además de encontrar un mundo alterno a través de los espejos. Una batalla mental se formará al tratar de d...