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Lo único que podía recordar Erin, era la sangre, el horrible color de esta, que le hacía entrar en un pánico total, que involuntariamente hacía que una torcida sonrisa se formara en su rostro, que en una de sus mejillas, parecía una "pieza ".

Dejando muestra de sus dientes y muelas.

Que algunas mantenían sucias caries mientras otras estaban tapadas.
Su aspecto era totalmente asqueroso, ojos llenos de ojeras, su juicio estaba algo perdido y no hacia más que reír.

Peleas con su "padre ".

Y todo terminó en fuego, sus piernas temblaban sin embargo, corría con desesperación.

Tropezó

Su cuerpo cayó con brusquedad contra el pavimento, azotando fuertemente su cabeza contra este.

Si sintiera el dolor cegador como cualquier persona, se hubiera desmayado.

Se levantó como pudo, su pantalón se había roto, su rodilla se raspó lo suficiente como para dejar que varias gotas empaparan la tela de mezclilla.

Su cara, su lado izquierdo quedó raspado y por la ceja un hilo de sangre comenzaba a bajar con bastante rapidez.

El bosque le atraría

Algo le llamaba, de eso estaba seguro, su cuello se doblaba constantemente, haciendo sonar a veces de este, parecía que en algún momento se rompería como una rama.

Su cabeza comenzaba a dar vueltas tras adentrarse cada vez más.
Miraba hacia todos lados con verdadero terror.

¡Quería volver a morder los dedos!
¡Arrancarlos de una buena vez!

Un sonido de humedad.

Mal momento para el enmascarado que al estar los baños ocupados, estaba orinando detrás de un árbol, soltando un suspiro.

El ruido de ramas siendo quebradas llamó su atención, provenían del lado derecho, pronto se detuvo.

Su rostro se giró viendo a un mocoso que doblaba su cuello.

¡¿Otro más?! ¡Estos mocosos ni orinar dejan! ¡Joder! Exclamaba totalmente molesto.

Mientras que el chico de aquellos tics parecía que le daría un ataque al corazón.

¿Temer por el asesino que admiraba?

Era una gran duda, pero en ese momento no sería respondida, gracias  a que su vista estaba atenta en el miembro viril del chico de chaqueta amarilla.

No dudó, tal como un perro que se lanza a comer, así lo hizo pero lanzandose sin vergüenza alguna a la entrepierna de su amado psicópata.

Pero este solo le dio un rodillazo en el rostro.

—¿Qué crees que haces, maricón? ¿Crees que por comer pollas no te mataré? —

Cuestionó, la sangre de Erin no paraba e incluso salía más, por la nariz y el labio debido al golpe.

El mayor le tomó con brusquedad de los cabellos, arrodillándose, para fregarlo contra los pies del árbol y pastos húmedos por la orina poco diluida, que mantenía un olor horrible gracias a la deshidratación del enmascarado.

La orina limpiaba un poco el rostro de Rogers a la vez que le dejaba con un olor que daban náuseas, se escuchaban las arvadas por parte del chico de mejilla rota que no tardó en vomitar absolutamente todo lo que había mantenido su estómago durante el último par de días .

Verduras y lo que antes eran masas.

¡Que asqueroso! —Exclamó Tim cuando vio aquello.


Pero le castigaría antes de matarle, al ver como el chico no hacía más que vomitar, se reincorporó, soltandole, puso su miembro bajo el pantalón, cerrando el zipper y abotonando lo que tenía este.

Su pie, o más bien, su bota se posicionó sobre la cabeza del más joven, ensuciando esta con el propio vomito y orina que quedaba.

¿Por qué no dices nada, cerdo de mierda? —Preguntó de mala , le enfadaba la poca reacción.


Iba a terminar por romperle el cráneo hasta que escuchó pasos, un sonido extraño, agua, interferencias, sentía como le tomaban por el estómago para luego azotarle contra un árbol cercano.

El hombre delgado hacia su aparición, protegiendo a su nuevo "retoño".

Otro mocoso... Debes estar bromeando, monstruo hijo de perra. —El último susurro de Sutton había sido escuchado por los presentes.


Tobías estaba desesperado.

¿Por qué dañó algo que era suyo?

Los nervios le enloquecían, quería ir tras el supuesto cadáver, del cual el liquido carmesí emanaba de la boca de este.

Fue detenido por su mente además  ropa asquerosamente sucia y otras cosas le fueron regalas.

Al igual que armas.

¿Qué tipo de juego era ese ¿Debía de sobrevivir? ¿Estaba en un limbo?

Temía de lo que pasaría pero estaba feliz de tener tanta "suerte ".

No le importaba que la primera vez que tuvo cierto contacto con él, este hubiera reaccionado de tal manera.

La preocupación se iba... Si estaba muerto... Podía hacer cualquier cosa con él ¿no?

Se sentía acosado por la criatura que no se retiraba, no tuvo opción más que tomar las cosas, sin pensar, ese fue el día en que aceptó un trato, ser el lacayo del gran hombre de traje.

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⏰ Última actualización: Jan 03, 2019 ⏰

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