Renée Duvois ingresaba por la puerta principal de la Academia. Observaba asombrada a las criaturas que se encontraban allí, pues era su primer año ahí y nunca había visto algo semejante.
Debía buscar los casilleros para dejar sus cosas, aunque no sabia por donde comenzar. El instituto era demasiado grande, y se sentía incomoda con su pollera. En su antiguo colegio jamas había llevado un uniforme.
Una vez que visualizo los casilleros, se acerco a ellos buscando con la mirada el suyo. Su casillero era el numero 666. Cuando lo encontró y estaba intentado abrirlo alguien la empujo contra él.
-Tengan cuidado chicas, pueden contagiarse las pulgas- Dijo una chica muy pálida, su cabello era castaño y tenia ojos celestes. Las dos chicas que la acompañaban eran bastante parecidas por lo cual Renée dedujo que eran vampiras. Las acompañantes de la joven rieron de forma burlona.
Renée las observo con el entrecejo fruncido y dijo entre dientes:
-¿Cuál es tu problema, por qué mejor no te vas a tomar sol? Te ves muy pálida.
La castaña que había continuado caminando se detuvo en seco y volteo a mirar a la nueva estudiante, la cual era una mujer lobo.
-¿Quién te crees que eres para responderme así? Estúpida pulgosa- Respondió mientras la miraba estupefacta, nunca nadie había osado contestarle de aquella manera.
Kailee Belmont era la vampiro mas popular del instituto, hija de una familia de vampiros de sangre pura que existía hacia siglos.
-Disculpa, pero no se quien te crees que eres para tratarme así, yo ni siquiera te he molestado- Dijo Renée mientras la miraba con una ceja levantada.
-¿Se puede saber que esta pasando aquí?- Interrumpió un joven de cabello oscuro y ojos marrones.
-Pero mira, si es Ian Myers. ¿Por qué en vez de meterte en asuntos que no te incumben te consigues un par de alas?- Se burlo Kailee, mientras el chico solo bajaba la mirada, avergonzado. -Vamos chicas, el aroma a perdedores esta ahogándome- Y sin más, fingió una mueca de asco mientras volteaba para finalmente retirarse de allí.
-¿Acaso sientes tu propio olor?- Le grito Renée, aunque Kailee tiro su cabello hacia atrás y la ignoro.
-Lamento mucho lo ocurrido- Dijo Ian, de forma avergonzada.
-Esta bien, no es tu culpa. ¿Qué es eso de las alas?- Pregunto Renée con curiosidad.
-Oh, ese es un tema del que no quiero hablar, al menos por ahora. Por cierto, ¿Con qué eres una mujer lobo?- Respondió Ian con una media sonrisa.
-Creí que aquí todos serian hombres lobos- Contestó la pelinegra mientras abría su casillero y guardaba sus cosas.
-¿Disculpa? Espera, ¿Tú naciste de hombres lobos, cierto? No me explico como no conocías esta Academia- Le preguntó Ian con los ojos como plato.
Renée lo observo sorprendida y respondió: -No, yo no nací de hombres lobos, a mi me mordieron.-
Ian observo hacia todas partes, viendo si acaso alguien los había escuchado: -Escúchame, por favor, no puedes decirle a nadie que te han mordido. Las personas aquí, son malvadas, si saben que en algún momento fuiste una humana, van a arruinarte la vida. Los humanos no están bien aceptados. Si un vampiro se convirtió por una mordida, podría ser aceptado. Pero no los hombres lobos.- Dijo susurrando despacio.
La joven lo observo entre asustada y sorprendida, no tenia ni idea en que lugar se había metido, no hacia ni diez minutos que estaba allí y ya había tenido problemas.
Renée había nacido en Francia y contaba con tan solo 17 años cuando cometió el error de salir a correr por el bosque, que se encontraba cerca de su casa. Desde hacia varias semanas corrían rumores de que una extraña criatura habitaba ahí, aunque Renée no le presto atención a dichos rumores.
-Esta bien, prometo no decirle a nadie. ¿Por cierto, quien es esa loca con aires de grandeza?- Preguntó la joven Renée.
-Oh, se llama Kailee Belmont, su familia es descendiente de Vlad Tepes, o mejor conocido como Dracula. Y dado que el nombre de la Academia esta inspirado en él, te darás cuenta de lo importante que es Kailee aquí. Todos le tienen miedo, y para ella es extraño que alguien se anime a confrontarla- Explico Ian.
-Bueno, desde mi punto de vista, ella esta loca. ¿Por cierto, tu qué eres?- Comento Renée haciendo reír al chico.
-Yo soy un ángel- Respondió Ian con una media sonrisa.
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Academia Sobrenatural
FantasiaUna Academia en donde te enseñaran a usar tus poderes. Donde habitan seres extraños e inimaginables. Un lugar donde no están permitidos los seres humanos, y donde se están preparando para la guerra. Bienvenidos a Academia Sobrenatural