La Llave De Mi Corazón

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20 de Diciembre, 1878

Oxford, Inglaterra

Ella ni siquiera sabía si era un sueño o era la realidad. De lo único que era conciente en ese instante es que su cuerpo se estremecía ante las caricias que su esposo le proporcionaba en su hinchado centro. La cálida boca del pelirosa contrarestaba el frío que hacía esa mañana o tarde o quién sabe que hora del día era, lo único que ella quería es que él fuera por más y así fue, la rubia recibio la atención que deseaba sin ni siquiera pedirlo.

Sintió como él la penetraba con su dedo índice y como su acogedora lengua daba atención a su clítoris. Sin evitarlo, un gémido se escapo de sus labios, moviendo sus caderas para hacer que el dedo entrara profundamente de una vez. Él sonrió ante el acto, maravillándose de como era recompensado con los dulces fluídos vaginales de su esposa. De soslayo la miró, era la imagen más bella para él.

Verla de manera liberal disfrutar del placer de hacer el amor. De como sus pezones reaccionaban ante las caricias y de como su rostro enrojecido la hacían ver casi angelical. Se separó de ella para incorporarse y besarla. Lo hizo de tal manera que ella saboreó sus fluídos mezclados con la sáliva de su esposo. Al sentir que poco a poco la penetraba, abrió mejor sus piernas para permitirle que se hundiese en ella completamente. Gimiendo de satisfacción por sentirse nuevamente completa.

Natsu: Buenos días...

Él habló mientrás sus caderas la embestían profundamente, sonriendo ante el formal saludo durante un momento tán íntimo. Ella por su parte cerró sus ojos, dedicándose a disfrutar de la súblime sensación, apretando las almohadas y sonriendo de placer le respondio.

Lucy: Si... que son buenos...

El pelirosa no podía negar que amaba verla así, como toda una mujer... su mujer. Ahora si que podía con firmeza asegurar que la rubia le pertenecía del todo y que él tambien le pertenecía a ella. La amaba de tal manera, que estaba dispuesto a ofrecerle todo con tal de hacer que ella aceptara quedarse a su lado.

Él hundió su rostro entre el espacio del cuello y el hombro de la chica, gimiendo de placer. Se estremecía de sentirla bajo su cuepo y se excitaba más al escuchar jadear también.

Natsu: Cariño, te prometo que así será cada mañana.

Como si hubiese despertado de un trance, la rubia no pudo evitar pensar en lo imposible que le resultaba creer eso. Claro, ella no tenía ni idea de que él verdaderamente la amaba.

Lucy: Ja ja ja ¿Estas seguro de eso?...

Él al escucharla reír disminuyó el ritmo de sus embestidas.

Natsu: ¿Porqué te ríes? Hablo en serio.

Ella apretó sus caderas con las piernas para detenerlo. No quería ilusionarse, no podía hacerlo.

Lucy: Porqué esto no será para siempre, ¿no es así? ¿Acaso no me compraste por la herencia?

El rostro de la rubia denotaba un poco de dolor al recodar que todo era solo un sueño y que realmente lo que han estado haciendo no es más que un error. Ella no podía ser tán ilusa como para creer que él podía sentir algo verdadero hacia su persona.

Natsu: ¿Quién dice que no puede ser por siempre?... Es cierto, esto empezó por la herencia de mi abuelo pero lo quieras o no me perteneces.

Lucy: Por supuesto, crees que por que pagaste por mí, yo...

El pelirosa la silenció con un beso, renaudando suavemente las penetraciones. No iba a permitir que ella se fuera de su vida, incluso si tenían ese estúpido trato. Él separó sus labios unos centímetros, permitiendo que sus alientos se encontraran y se concentro en hablar mientrás le hacía lentamente el amor.

La Llave De Mi Corazón (NaLu Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora