Capítulo 12

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A la mañana siguiente me desperté tarde y con un fuerte dolor de cabeza por lo que decidí tomarme algo. Miré el móvil y seguía sin noticias de Cameron algo que ya me estaba empezando a preocupar ya que no era común esto de él. Se lo conté a Nara ya que no sabía que hacer y me dijo que fuera a su casa a ver si todo estaba bien y eso fue lo que hice.

Me vestí as usual, unos jeans azules rasgados, una camiseta de tirantes roja y unas botas negras, además decidí recogerme el pelo y hacerme una coleta.

Una vez lista fui hacia su casa y por el camino iba escuchando la canción ojos de serpiente de Dora y recibí una llamada entrante de Dereck.

Llamada telefónica:

+Hey, qué tal?

-Hola, bien y tú?

+Muy bien, te llamaba para decirte si te apetecería quedar esta noche y hablamos y tal.

-Sí, está bien, a qué hora?

+ Que tal a las ocho?

-Me parece bien, hasta luego.

+Adiós Abby.

Fin de la llamada

Al terminar está llamada repentina, llegué a casa de Cameron y llamé a la puerta. Me abrió su madre y habló.

- Hola, supongo que serás amiga de Cameron y habrás venido para despedirte.

-Eh, sí soy su amiga pero, a despedirme de qué?

- Ah no te contó- dijo un poco más seria.

De repente apareció Cameron preguntando a su madre que quién era. Cuando cruzó su mirada con la mía se quedó paralizado por unos instantes pero su madre habló.

-Hijo a venido a verte tu amiga, que no me dijo su nombre.

-Abby, disculpe- reí un poco tonta.

-No te preocupes- terminó diciendo.

-Mamá nos podrías dejar a solas- pidió Cameron a su madre.

-Por supuesto hijo- concluyó y se marchó.

-Hola Abby- me dijo Cameron con un tono muy serio.

-En serio después desde la última vez que nos vimos y sin responderme los mensajes ni llamadas durante dos días es lo único que tienes para decirme- respondí incrédula.

-Lo siento Abby, quería hacerlo pero no tenía el valor de decirte la verdad- dijo.

-Me tenías preocupada, y además veo que ni tú madre sabía de nosotos- le dije.

-De verdad que lo siento pero no tuve la ocasión idónea para contarselo- respondió.

-Además que verdad es esa que me tienes que contar y por qué tu madre dijo de despedirme- le pregunté.

Cameron apartó la mirada y respiró hondo al parecer buscando las palabras para decirme lo que estaba pasando.

-Abby- dijo con un semblante triste- no te respondía los mensajes ni llamadas porque...- se veía que le costaba contarme y más me preocupaba.

-Por qué que- le dije

-Porque mis padres han decidido que nos mudemos a Estados Unidos por trabajo y no sabía cómo contarte ya que no es una noticia fácil de contar porque eso significaría que no debamos seguir juntos porque estaríamos muy lejos- me contó intentado sacar las palabras y con los ojos llorosos.

No había visto nunca así a Cameron y me estaba doliendo todo esto. No me lo podía creer después de todo y de haberme enamorado de verdad, no valía para nada, él se iba y no podríamos estar más juntos.

-Abby di algo- dijo casi llorando.

-Eh... yo- no pude más y me eché a sus brazos a llorar, no me podía creer lo que estaba pasando, él me estaba dejando y aunque sé que no es su culpa, yo lo quiero y no quiero que se marché.

-Tranquila, sé que es duro para nosotros- me dijo- pero que sepas que cuendo pueda volveré a por ti mi amor- me dijo muy triste- tú has sido mi primer amor verdadero, te quiero Abby y no sabes cuánto me duele.

Después de escuchar esas palabras lo abracé más llorando, aún seguía sin creerme que esto estaba pasándome. El me agarró la cara, me secó las lágrimas y me besó, me besó como nunca antes. Era un beso lento y desgarrador, sabía a una despedida y era tan doloroso.
Al separarnos del beso, hablé.

-Cameron, tú también has sido mi primer amor, te quiero y siempre lo haré, no te olvidaré y quiero que siempre seas feliz- le dije con más lágrimas en los ojos.

-Yo también quiero que nunca olvides lo nuestro y que seas muy feliz- me dijo esto y se separó de mí para entrar en su casa.

Me quedé sola, sin saber que hacer ahora y queriendo que todo esto sea una broma. Pero no lo es. Me voy corriendo a mi casa con lágrimas en los ojos.

Una vez llego a mi casa, decido llamar a Nara y contarle todo porque la necesito ahora más que nunca.

Llamada telefónica:

+Sí?

-Nara, estoy demasiado mal ahora mismo te necesito- dije llorando con el corazón roto.

+Qué te pasó amiga, voy corriendo para allá en diez minutos estoy.

-Vale, muchas gracias Nara.

+No tardo, besos.

Fin de la llamada

En cuanto terminó la llamada me fui a mí cuarto y me puse mi pijama, después me eché en la cama y seguí llorando. Él se iba y no había nada que lo cambiase. Seguía comiéndome la cabeza cuando sonó el timbre y sabía perfectamente que era Nara. No tenía ni fuerzas para bajar pero lo hice.

En cuento abrí la puerta y me vió Nara así se tiró a abrazarme y dejó que siguiera llorando. Con ella me sentía segura y apoyada siempre. Sé que ella estará siempre que la necesite por eso es mi mejor amiga y la amo. Después de un rato así nos sentamos en el sofá.

-A ver Abby, cuéntame porque estás así amiga- me dijo con cara preocupada.

-Nara, él...- dije pero me corté ya que me costaba recordarlo.

-Tranquila, respira y cuéntamelo, estoy aquí contigo- me dijo con una mirada muy reconfortante.

-Nara, es Cameron, él se va- dije y me aguanté las ganas de seguir llorando.

- Cómo que se va- me pregunto.

-Se muda a Estados Unidos porque sus padres han conseguido trabajo allí y él no sabía cómo decírmelo- le dije

-No me lo puedo creer, es horrible- me dijo y me volvió a abrazar.

Enamorada Inesperadamente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora