Una vida completamente sencilla, sin complicaciones, sin amores imposibles, sin tristezas ni preocupaciones. Una vida que está a punto de cambiar al encontrar un amor, un amor que quizás no dure para siempre, pero un amor que es totalmente sincero y...
──¡Tengo helado en la cara! ──Exclamó──. ¡Eres una perversa!
──¡Tú empezaste! ──Me defendí riendo──. Te ves gracioso.
──No es gracioso ──Dijo dándome la espalda.
──¡Hey! no te enojes ──le hice puchero.
──Dame un beso ──Gruñó acercándose a mi.
──Bien ──Susurré acercándome a él lentamente para luego darle la espalda y salir de la tienda riendo.
──Eres una tramposa ──Gritó saliendo.
──No lo soy.
──Una flor para otra flor ──Exclamó haciéndose el poeta y entregándome una rosa mientras estábamos acostados en el césped de una plaza──. Aunque ésta rosa que está sobre tu mano no se compara a tu belleza.
──Que cursi eres Styles ──Dije riendo.
──Yo por ti soy todo lo que quieras ──Continuó dramáticamente.
──Sé un perro.
──¡Guau, guau! ──Ladró poniéndose en cuatro patas y lamiéndome la cara──. ¡Guau!
──Tonto ──Grité riendo.
──Te gusta este tonto.
──Cierto ──Admití besándolo.
──Ese chico te está mirando ──Susurró Harry a mi oído mientras caminábamos por el parque──. No me agrada.
──¿Celoso?
──Claro que no.
──Entonces no te molesta que se esté acercando hacia nosotros.
──Hola ──saludó aquel chico──. Te estaba observando y quería...
──Es mía ──interrumpió Harry tomando mi mano──. Y no la comparto.
──¿Qué?
──¡Aléjate! ──Gritó Harry provocando que el chico se vaya asustado.
──¡Lo asustaste! ──Exclamé riendo.
──Hey, debía saber que tu eres mía, solo mía ──Dijo basándome.
──¡Comenzó a llover! ──Grité.
──¿Nunca has soñado con un beso bajo la lluvia? ──preguntó Harry ignorando que yo no quería mojarme.
──¿Eh?
──Cierra los ojos ──Susurró acercándose a mí para besarme ──Ahora... ¡Corre!
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──¡Deja de saltar en mi cama Styles! ──Grité secándome el cabello──. No acepte que me acompañaras a mi casa para esto.
──¿A si? ──Preguntó acercándose a mí coqueto──. ¿Y para qué me invitaste entonces?
──Eh… Solo era… Para… No mojarnos afuera.
──¿Qué tal si jugamos a la guerra de almohadas?
──¡Yo comienzo! ──Grité lanzándole mi almohada.
──¡No! ¡No quiero irme! ──Gruñó haciendo puchero.
──Vamos Harry, mi mamá acaba de llegar… No te puede ver aquí.
──Te extrañaré mucho ──Susurró dándome un beso──. Mucho. Mucho.
──Yo igual ──Sonreí──. Ahora… Baja por el balcón ¿Sí?
──Bien, pero no creas que no te visitaré hoy en la noche.
