Una vida completamente sencilla, sin complicaciones, sin amores imposibles, sin tristezas ni preocupaciones. Una vida que está a punto de cambiar al encontrar un amor, un amor que quizás no dure para siempre, pero un amor que es totalmente sincero y...
──Vamos Lis, anímate un poco más ──pidió mi mamá al ver mis ánimos. ──¡Miren, allá hay un taxi, lleven sus maletas!
Nos dirigimos hacia el taxi y todos entramos. Yo elegí al lado de la ventana por el simple hecho de que me gusta mirar hacia fuera dramáticamente, pensando en mil cosas mientras suena una música de fondo en mi cabeza. Estoy un poco loca, lo sé.
──Alisson despierta, ya llegamos ──era mi mamá avisándome que nuestra nueva vida estaba a punto de comenzar.
Me baje del taxi. ¡Vaya! Era una casa muy grande y bonita, justo al frente había un enorme parque, que era muy lindo… Traté de captar el más mínimo detalle de todo el vecindario, se veía tranquilo, era de noche, así que casi todas las luces estaban apagadas, a excepción de una que estaba a como a tres casas de la mía… Me llamó la atención, pero tuve que entrar, hoy me esperaba una noche muy larga.
──¿Y bien? No me han dicho nada ──nos dijo mi mamá una vez que entramos todos a la casa.── ¿Qué les pareció la casa? Queda cerca de su colegio, deben caminar como quince minutos para llegar.
──Genial, caminar en la mañana que divertido ──musité sarcástica.
──No le hagas caso a esa niña mamá. Es una casa linda, aunque pudo haber sido mejor, tal vez si tuviera una piscina, otro…
Blablabla, era lo único que escuchaba mientras mi hermana hablaba, a veces la odiaba tanto, no sé por qué pero siempre he sentido una especie de odio hacia ella, aunque sea mi hermana. Siempre me retaban por esto, pero no podía hacer nada, la odiaba y ya ¡Definitivamente nadie me entiende en esta casa!
──¡Alisson! Vamos, déjate de andar pensado en tonteras y ve a ordenar tus cosas. ──mi mamá me estaba gritando de nuevo al darse cuenta de que me distraje, pues todos mis hermanos ya habían subido al segundo piso───. Y para que veas que quiero que estés contenta, elegí para ti la habitación con balcón, ya sabes, la que da vista al parque ──sonreí al escuchar estas palabras, siempre había querido una habitación así.
──Gracias mamá, disculpa por andar de mal humor, pero es que no me agrada mucho la idea de mudarme.
──Comprendo, pero debes verle el lado positivo a las cosas ──me sonrió, ella es muy buena, no debería estar enojada. ──Ahora anda a ordenar tu habitación.
──Gracias, eso haré.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como lo sospeché, fue una larga noche, pero pude ordenar toda mi habitación. Tenía un armario, una cama, un escritorio, paredes lindas, y lo que más amaba: ese balcón. Después de guardar todo en su lugar y ordenar todo, me acosté a dormir, mañana mismo empezaríamos las clases, y algo me decía que sería un día distinto que cambiaría las cosas totalmente.
