BURDEL (Kaihun)

1

Oh Sehun era hijo de un noble, su padre se dedicaba a hacer uno de los más exquisitos vinos en todo Inglaterra y todo eso Oh Sehun estaba a punto de heredar (Y apenas se encontraba en sus 25 años ¡Demasiado joven para manejar el negocio familiar! ) pues su amado padre, estaba en un punto crítico de aquella misteriosa enfermedad que estaba sacudiendo a Inglaterra, ni lo dejaban acercarse a él con temor de que el heredero se enfermara.

Sehun siempre había amado el negocio familiar, le encantaba el vino y sobre todo, los viñedos. Amaba pasear en ellos, y más ahora que estaba en un estado sentimental deplorable. Su amada esposa lo engañaba con un prostituto vestido de mujer, se sentía decepcionado de ella. Cuando los comprometieron, Sehun podía jurar de que se podría enamorar de Hwasa, cosa que actualmente, se había perdido.

Sehun había estado evitando a su esposa, sabía por sus sirvientes que esta se la pasaba buscándolo y también de que esta sigue desapareciendo todas las noches. Su madre, una mujer tan hermosa como estricta, le había dicho que fuera un hombre y que no permitiera que su esposa lo engañara en sus narices. Pero... ¿Qué podía hacer él? Ya había ido a por ella y esta seguía en sus visitas nocturnas en aquel burdel. Lamentablemente, su madre había sugerido que con un buen golpe, su esposa dejaría de hacerlo, pero Sehun nunca podría golpear a una persona, iba contra sus principios, aquellos que su padre le había inculcado, además de que aborrecía a aquellos maridos que maltrataban a sus esposas. Al negarse ante aquello su madre le gritó que no volvería a visitarlo hasta que pusiera (o arreglara) a su esposa en su lugar.

En ese momento, Oh Sehun se encontraba recostado; bajo la sombra de una gran árbol, leyendo un libro sobre cata de vinos, nada fuera de lo normal, pero hace más de media hora que no cambiaba de página. Cuando Sehun cerraba los ojos, recordaba unos regordetes labios carmesí y esos pensamientos son los que quería evitar, a toda costa. Sehun se rindió de tratar de leer aquel libro, se recostó sobre la hierba y miró hacia las ramas del árbol, pudo apreciar un nido de pájaros. Cerró los ojos y lo vio otra vez, aquel joven desnudo con tacones y sus tentadores labios, sin poder evitarlo, su miembro se endureció. Sorprendido por lograr una erección con sólo un pensamiento, se incorporó con rapidez, era asqueroso pensar de esa forma hacia un hombre ¿No es así?, su madre siempre le había hablado con desprecio de aquellos hombres y mujeres que disfrutan de compañía no convencional del mismo género que el de ellos. Estaba mal conseguir una erección por otro hombre, trató de pensar en las hermosas curvas de su esposa pero eso solo logró conseguir recordar a aquel chico sobre su esposa y las fuertes embestidas que este le daba. Nunca había sentido tanto deseo en su vida.

— No puede ser—. Ningún pensamiento hacía que su erección bajara, incluso pensó en aquella vez en escuchó (y vio) por accidente a sus padres fornicar. Todo volvía a Kai, con vestido y tacones y ese apetecible rojo en sus labios. Sehun miró a su alrededor, estaba completamente solo, lentamente dirigió su mano hacia su pantalón y sacó su erección. Soltó un gemido y cerró los ojos mientras movía su mano de arriba hacia abajo lentamente, sus gemido pasaron a ser sonoros. Siempre había odiado ser tan ruidoso con cualquier cosa relacionada con el sexo, no era su culpa disfrutar tanto de aquella acción. Oh sehun pensó en aquel estado, lleno de excitación, en Kai, su bella figura en aquel vestido, en las embestidas que este le daba a Hwasa y en esos labios pecadores tan cerca de los suyos. Se vino pensando en eso.

Asqueroso

Anormal

Marica

Esos pensamiento llegaron a su mente, la voz de su madre lo atormentaba.

¿Qué había hecho?

Ojalá les guste, no olviden comentar :)