EL REINO DE LA LUNA

CAPITULO 5

3 años despues.

USAGI.

Me encuentro trabajando en la parte trasera del castillo en un huerto que he sembrado de varias clases de vegetales, hacerlo me ha ayudado mucho en mi estado de animo, que desde la muerte de mi madre y mi hermano Sammy me quede con un enorme vacio en mi corazon y peor aun al ver la actitud de mi padre despues de eso, si estaba mal con lo sucedido a mi madre, la muerte de mi hermano lo termino de hundir y consumir mas en un estado sombrio, completo de ira y venganza, tanto asi que al haber sido menguado el numero de soldados de su ejercito, consumio todos los recursos del castillo en contratar todo tipo de mercenarios para que llevaran a cabo su venganza.

Pero por la actitud de mi padre con cada comitiva que venia a verlo despues de cada mision y en como terminaba con su rostro descompuesto por la ira y la frustacion, me daba cuenta que todo esfuerzo o estrategia por parte de mi padre para dañar a su enemigo era en vano.

Mi padre nunca se tomo la molestia de acercarse a mis hermanas o a mi para explicarnos lo que habia pasado ese fatal dia, decirnos quien habia sido el responsable de lo que le habia pasado a mi hermano y mucho menos  intento acercarse a nosotros para darnos palabras de consuelo, es como si para el simplemente hubieramos dejado de existir desde la muerte de mi madre.

Tristemente tanto mis hermanas como yo, ya nos habiamos acostumbrado a su indiferencia, en cierta forma lo que me ayudaba a mantenerme de pie cada dia, era la promesa que le habia hecho a mi hermano cuando se despidio de mi la ultima vez que hablamos, de cuidar de mis hermanas y mantenernos unidas, yo tenia que ser fuerte por ellas, aunque de vez en cuando elevaba una oracion al cielo, para pedir a mi madre y a mi hermano fortaleza para seguir adelante ahora mas que nunca.

Porque debido al derroche de mi padre y mi tio Diamante que no dejaba de alentarlo con su obsecion de vengarse nuestro reino a quedado en completa ruina y es por ello que con la ayuda de mis hermanas trabajamos juntas para sostenernos y mantenernos cada dia, cada quien trabajando en una parte del reino, en mi caso haciendo labor con mi huerto o trabajando en la siembra y la cosecha con los pocos siervos fieles a nosotras que se quedaron ayudarnos, Ami la mas pequeña de mis hermanas junto con Mina, se encargaban de unos pocos de animales que todavia teniamos en la granja y Rei junto con Lita una nueva hermana adoptiva que se quedo a nuestro lado por el fallecimiento de su madre despues del azote de una terrible fiebre que azoto nuestro reino, reclamando varias vidas en las aldeas vecinas junto con la mama de Lita. Ella junto con Rei eran muy habiles en el uso del arco y lo usaban siempre para salir de caza.

La unica que no aceptaba y tampoco se adaptaba a nuestra actual situacion era mi hermana melliza Neherenia, por mas que trataba de acercarme a ella no me lo permitia y todo el tiempo buscaba la manera de llevarme la contraria, suspiro al recordar que mucho antes de la muerte de nuestra madre nuestra relacion no siempre fue asi y no puedo evitar recordar con tristeza y nostalgia la causa de nuestra rivalidad, invoco en voz baja su nombre con la esperanza de que al hacerlo en donde quiera que el este no se olvide de mi y piense en mi como yo siempre pienso en el, Endimion.

Mientras tanto en el castillo de Taiki el hermano de Luna la madre de Endimion este se encontraba en pleno combate de entrenamiento cuerpo a cuerpo con uno de los jovenes diestro y fuerte igual que Endimion, que al igual que el adiestraba su tio, su nombre era Malaquite, en ese momento le llevaba ventaja a Endimion y con un agil movimiento lo desarmo de su espada y lo tiro al piso mientras se burlaba de el.

Malaquite _ Que le paso al niño bonito  no cabe duda que solo eres mas que un pricipito consentido hijo de papi no estas hecho para pelear de ha deveraz como un fiero guerrero en combate, porque no nos hace a todos un favor y te larga de una vez de donde veniste para que nos libres a todos de tu molesta precensia.