LE DECÍA SOLO QUE LA QUERÍA

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Con mis propios sentidos he percibido como es que me ha traicionado la mente, suplicando categóricamente que acabara con todo. Pero, la amaba.

Siempre la amé y la dejé ir. Sin insistencia dejé pasar los momentos románticos, la felicidad era muy grande para estos brazos, para mi propia mentalidad, para mi impetuosa manera de ver las cosas. Ella me ofreció todo y con unas cuantas limitaciones y yo solo le ofrecí limitaciones con un mal sabor de todo. Aun si se ve de esa manera, es cruel y a la vez muy tierno expresar la necesidad de que dos cargas totalmente opuestas se complementen para hacer una sola. Como una pila que posee una carga negativa y la otra positiva para dar energía.

Deje de lado a estos pensamientos para juzgarme a mi mismo y colocarme en una casilla distinta que la de ella. Pero la amaba. En el fondo sabía que no podía estar sin amor, sin ella.

Mañana es mi última oportunidad, después de eso, depende como se torne mi vida; si más sombría de lo que ya está o si puedo mantener la esperanza en todo lo que me rodea. Espero recuperarla y, sino, será un largo camino lleno de espinas que brotaran sin termino alguno, sin limitaciones, sin compasión, sin una poca de bondad. 

Lo tendría bien merecido.


CONTRADICCIONESWhere stories live. Discover now