s i e t e

9.8K 732 181
                                    

Taehyung levantó la vista y vio por la ventana polarizada del auto, la gran empresa en la que Jungkook trabajaba. Había mucha gente allí, llevaban cámaras, se podía ver que habían fans esperando a ver si algun artista salía del establecimiento.

Acomodó su gorra y su cubrebocas de manera que el rostro no se le viera, y seguido de eso colocó lentes de sol para más discreción. No quería ser reconocido en las puertas de otra empresa.

No podía tampoco bajar con guardaespaldas, o acompañado por gente que lo cubriera porque sería muy obvio. Debía ir solo, y eso lo hacía sentir un tanto desprotegido, era solo caminar seis metros hasta la puerta pero tenía miedo.

Bajó del auto con la mirada gacha, caminando por la acera con normalidad y rapidez. Tan pronto como estuvo cerca de las grandes puertas, se coló en la multitud para pasar desapercibido, y por último avanzó entre todos hasta finalmente llegar a la puerta.

Dio un suspiro aliviado una vez que estuvo adentro, y caminó hasta la recepción para hablar con la mujer que allí se encontraba.

-Hola.- Saludó.- Debo ver a Jeon Jungkook.- La mujer bajó la vista a su computadora y tecleó unas cuantas cosas.

-¿Kim Taehyung?- Preguntó.

-Soy yo.

-Piso cuatro, derecho por el pasillo, puerta C-13, es la última.

-Gracias.- Se dirigió al ascensor con nervios aún, no era su empresa, no estaban los trabajadores que acostumbraba a ver y no era un ambiente familiar.

Bajó caminando por el pasillo, y una vez que estuvo parado frente a la puerta que le correspondía, se quitó los lentes y el cubrebocas. Dio suaves toques en la madera esperando pacientemente.
Se escucharon ruidos y luego unos pasos se acercaron a la puerta.

-¿Kim Taehyung?- Preguntó un esbelto muchacho parado frente a la puerta con cara de asombro.

-Hola, Seokjin hyung.- Saludó sonriendo. El mayor se acercó a darle un abrazo de oso, repitiendo que hacía mucho tiempo no se veían, y que estaba mas apuesto.

Un carraspeo los hizo separarse, revelando la figura del muchacho por el cual se encontraba en la empresa.

-Siento interrumpir tu momento de acoso diario a los idols, Jin hyung, pero necesito a ese chico que estás abrazando.- Vociferó sin mirarlos y acomodando sus lápices sobre la mesa.

Seokjin soltó una carcajada y dejó ir al menor, acercándose a la puerta para salir. Se despidió rápidamente y dejó el lugar.

Taehyung se sacó el ligero abrigo de algodón que tenía puesto, y lo dejó sobre una silla, el menor aún se encontraba ordenando sus materiales para más comodidad.

-¿Como estás Kook?- Saludó el mayor acercándose un poco.

-Bien.- Respondió.- ¿Estás listo?- Preguntó subiendo las mangas de su camiseta.

-Claro, ¿Cómo lo vas a hacer?- Estaba curioso acerca de cómo el castaño lo dibujaría.

-Lo haré con acrilicos. Si lo hago con lápiz podré definir tus rasgos con más precisión, pero quiero intentar algo más complejo.- Explicó.

-Bien, no entendí nada, pero bien.- Respondió.

El castaño rió un poco acercándose a Taehyung, lo tomó de la muñeca arrastrandolo hasta donde estaba la mesa con sus materiales.
Empezó a moverlo un poco intentando encontrar una posición cómoda para poder apreciarlo.

-¿Listo?- Preguntó el mayor cuando por fin dejó de zarandearlo.

-No.- Lo miró a los ojos alejándose.- Quítate la camiseta, Taehyung.- Pidió.

El de piel morena se tensó un poco, pero sus habilidades para la actuación decidieron jugarle a favor, escondiendo su nerviosismo.

-Está bien.- Con sus largos dedos tomó el borde de su camiseta, y la sacó por sobre su cabeza, desacomodando un poco sus hebras doradas.- ¿Algo más?

-Ahora dame tu mejor pose.- Taehyung hizo una pose de superhéroe haciendo reir al menor, destensando un poco el aire.- Mejor déjame acomodarte.

Jungkook se acercó a su cuerpo, y con sus manos empezó a manipularlo suavemente hasta que estuvo conforme con la posición adquirida. Taehyung estaba en cuclillas rodeado de sus pinturas y materiales. Lo miró de arriba a abajo sin intenciones extrañas, intentando ver si había algo para cambiar. Estaba todo bien.

Tan pronto cómo estuvo todo listo, empezó su trabajo. Trazaba hábilmente sobre la hoja, concentrado en atrapar toda la escencia de su mayor sobre la tela.

Por otro lado, Taehyung se estaba aburriendo, su contrario hacía su trabajo, y el ya le había visto absolutamente todo, y si lo seguía viendo le iba a hacer un hoyo. Pero no podía hacer nada más así que quiso conversar.

-¿Hace cuanto dibujas?- Preguntó intentando no moverse.

-Empecé en la escuela de artes a los siete años. Obtuve mi título como instructor a los dieciséis, y mi título cómo profesor el año pasado.- Comentó con un tono orgulloso.

-¿Ah? ¿Y por qué eres idol?- Preguntó confundido.

-Las artes plásticas eran algo así como una de mis metas en la vida. El tipo de arte al que me dedico, es mi sueño.

-¿Consideras entonces tus sueños y metas cumplidas ya?

-Si así fuera, ¿Qué me quedaría por vivir?

Taehyung quería sonreír un poquito pero no podía, le daba ternura y envida ver cuan maduro podía ser su menor. Lo conocía hace poco, (personalmente hablando) solamente se habían visto unas tres o cuatro veces, pero le transmitía confianza aunque fuera un niño insolente que habla sin honoríficos.

-Eso es bastante...- Se vio interrumpido cuando el menor caminó hacia el y el puso un pincel en la boca, callandolo.

-Hablas mucho.

Quizá podían ser buenos amigos.

instagram; kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora