Parte única.

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JaeMin envuelve sus brazos alrededor de la cintura de RenJun, el más bajo se queja como si le fastidiara. Pero ambos saben que a él le gusta la sensación de seguridad que le brinda tener la presencia del chico de las sonrisas así de cerca. No puede evitar sonreír cuando voltea su rostro, creyendo que el menor no es capaz de notarlo. 

JaeNo baja la mirada, centrándose en las hojas de su carpeta. Por suerte, DongHyuck está tan distraído mirando videitos en Vine que no se dio cuenta que dejó de explicarle lo que la profesora había dado en la última clase (y que se suponía que tenía que saber para antes de que ella legara). 

 "Como te decía..." la profesora con cara de perro entra. Todo el mundo le tiene miedo a esa mujer, por lo que, como acto de reflejo, JaeMin ya está parado al fondo del salón, sentándose al lado de JaeNo tan rápido que casi echa todo.  

JaeMin le sonríe con ese gesto pícaro que ama y odia. 

DongHyuck, sin disimulo, se mueve perezosamente hasta su asiento junto a Hwang HyunJin. Pareciera que él tampoco tiene idea de lo que tenían que preparar para ese día. 

Pero RenJun, allá, en el asiento delantero se mantiene impoluto.


JaeNo y RenJun se conocen desde que eran bebés, literalmente. Sus padres se mudaron desde China hasta un pueblito de Corea del Sur, para darle una mejor vida a su único hijo y -con mucha suerte - se mudaron a la casa dónde un apenas-recién-nacido Lee JaeNo habitaba. 

JaeNo conocía a RenJun al derecho y al revés, el muchacho extranjero bromeaba con que lo conocía más que él mismo y quizás era cierto. Él siempre había sido un chico tímido que se escondía detrás de la diminuta figura de InJun cuando los pandilleros pasaban cerca. 

El primer día de clases de ese año, RenJun se enfermó por lo que no se sentó junto a JaeNo como todos los años, en su lugar, se sentó un muchacho brillante. Se llamaba Na JaeMin y JaeNo sentía que dejaba de respirar cada vez que lo miraba fijamente (y claro, el chico alto miraba a todo el mundo de esa forma, pero JaeNo no pensaba en eso). 

Al día siguiente, cuando RenJun llegó, JaeNo lo supo. Había sido amor a primera vista. La forma en la que los dos muchachos se miraron le dejó claro que habían nacido para estar el uno con el otro y por primera vez en toda su vida, odió conocer tanto a su mejor amigo. Porque si no fuera tan exageradamente observador y detallista, podría haber mirado hacia otro lado y, quizá, le hubiera pedido a Na JaeMin para salir a tomar unos batidos o alguna cosa parecida. 

Pero no podía y nunca pudo, porque cada vez que pensaba en coquetear con el niño de la sonrisa perfecta, su corazón le dolía porque sentía que estaba traicionando a su mejor amigo. Por más que RenJun no le hubiera dicho nada, por más que actuara como si no le importara la existencia de JaeMin. 

Un día, cuando se cansó de ver a RenJun haciéndose un lío cada vez que JaeMin le hablaba, utilizó la excusa de que estaba muy cansado de sus deberes como miembro del centro estudiantil y los mandó a hacer su recado. No era nada más que buscar unos mapas de esos enormes. Pero no hubo vuelta atrás y le quedó claro cuando tres días después, DongHyuck apareció y casi se tira sobre el banco de HyunJin.

"¡No vas a poder creer lo que vi! ¡Te lo juro! ¡JaeMin y RenJun estarán saliendo en cualquier momento!" y luego empezó a cantar esa odiosa canción de JaeMin y RenJun, sentados bajo un árbol, besándose cuando los dos involucrados aparecieron. 

Gracias a eso, DongHyuck tuvo que aguantar una semana de castigos en la escuela por perturbar la paz (y porque ese profesor amargado lo escuchó insinuar que dos estudiantes del mismo género sentían atracción el uno por el otro, OMG, en pleno siglo veintiuno, ¿quién lo diría?). 

Y JaeNo también, porque le dijo en un muy mal tono al chico escandaloso que cerrara la boca. 

"¿Quién de los dos te gusta?" preguntó DongHyuck en cuanto estuvieron solos. 

"¿O te gustan los dos?" 

El rostro pálido de JaeNo se tiñó de rojo. "¡Ya! Qué cosas estás diciendo". 

DongHyuck rodó los ojos, divertido. "Te pueden gustar dos personas al mismo tiempo. Pero yo creo que a ti... te gusta JaeMin". 

JaeNo siguió sacudiendo los borradores en silencio. Ignorando al chico aunque sus orejas ardían. 

RenJun le había mandado un mensaje diciendo que lo esperaría lo que durara su castigo. Pero cuando bajó la mirada hacia el patio casi vacío, vio como los dos muchachos jugaban como tortolitos. Y efectivamente terminaron besándose bajo el viejo árbol. 

DongHyuck se inclinó, sacando medio cuerpo afuera de la ventana y gritó: "¡Ustedes dos, dejen de besarse tan descaradamente que por ustedes estamos castigados!" y JaeNo quiso matarlo. 

Pero toda la pena, todo el enojo, toda la frustración. Todo, todo. Todo desapareció cuando JaeMin les dirigió la mirada, riéndose de manera traviesa, como si fuera un niño que acababa de robarle un dulce a sus padres. 

Cuando RenJun y DongHyuck comenzaron a discutir (a los gritos y con medio patio de distancia), decidió que era buen momento para escaparse antes de que algún profesor los castigara a todos juntos. 

Estaba bajando las escaleras para huir, cuando se topó con JaeMin, quien iba subiendo. Lo detuvo tomando su brazo y JaeNo se sintió morir. 

"¿Te estás escapando, Lee?" 

Él está muy ocupado intentando no morirse, porque lo agarró con firmeza pero suavemente. O que su piel está quemando ahí donde lo está teniendo. O que no sabe cómo se respira con los grandes ojos del muchacho sobre él. O que su voz parece mucho más profunda de lo usual en esa escalera con una sospechosa buena acústica. 

"Yo voy al salón para callar a DongHyuck antes de que medio mundo se entere que estamos saliendo" se rió y JaeNo vaciló una sonrisa. 


"¡JaeNo! ¿Puedes tomarnos una foto juntos?" pregunta RenJun, extendiéndole su teléfono. 

El día de la graduación llegó y las cosas no cambiaron. 

JaeMin se acomoda, luciendo la sonrisa de siempre, pasando un brazo por sobre los hombros de RenJun, quien acerca su cabeza a la del menor. 

JaeNo y RenJun siguen siendo mejores amigos.   

JaeNo levanta el teléfono: "Digan cheese". No puede evitar fijarse en la forma en la que los dedos del más alto se aferran al hombro de su amigo. 

RenJun y JaeMin siguen saliendo

Sonríe cuando le entrega el teléfono a InJun, el mayor pronto le está enseñando las fotos a su pareja. Él solo los observa en silencio. Porque eso es lo único que puede hacer en un momento como ese. 

JaeMin sigue sin saber sus sentimientos por él

en silencio / renmin ft. jenoWhere stories live. Discover now