Hasta nunca

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Los 4 akatsukis estaban vacíos, no querían creer lo que sus compañeros rango S les habían dicho hace días.

Tienen que volver a su vida de oscuridad justo después de probar la luz pura.

Cada uno estaba tan absuelto en sus pensamientos que muy apenas lograban respirar. Las marcas de las lágrimas secas adornaban sus mejillas y su boca entre abierta quería soltar un estruendoso grito de exasperación. Los pocos días que habían pasado con aquellas chicas kunoichis les había abierto una gran herida en el pecho, pero pasó algo que no había ocurrido nunca antes en su triste vida, el dolor sanó, y todo gracias a ellas.

Para Sasori, Sakura era la única persona que pudo hacerlo sentir algo en mucho tiempo, y siendo un sentimiento tan cálido y melancólico como el amor, solo podía anhelar un poco más de tiempo para disfrutar los gestos y atenciones que la de pelo rosa le daba cada día.

Para Deidara, Ino era como el mechero que ensendió una vela en su interior, ella era tan diferente y algo raro a probar para Deidara, pero siendo algo tan entretenido e incluso divertido para el, le satisfacía el hecho de que había algo que lo hiciera sentir felíz además de el explosivo arte tan fugas.

Para Tobi era una sensación tan agradable y familiar experimentar una amabilidad y gentileza similar a la de Rin, le hacía recordar esa chispa de emociones mezcladas entre sí, pero siendo tan nostálgico que no podría olvidarlo en años, sensillamente Hinata era el tipo de persona que quisiera tener cerca.

Y finalmente para Zetsu, la personalidad carismática  y tan característica de TenTen lo hacía sentir de alguna manera tan a salvo y resguardado, era esa luz que te envuelve por completo y te hace sentir purificado, que todos tus pecados en ese momento no importan y que solo debes vivir para ser así de felíz como un niño en un parque de atracciones.

Pero lamentablemente lo único que sus queridas niñeras sentían por ellos era simpatía.

Ese día los "niños" no pudieron dormir, sabían que dentro de poco tendrían que volver si no querían salir heridos, o peor aún, muertos, aunque Sasori no estuviera vivo. Solo querían aferrarse a la ropa de sus niñeras y que estas les susurraran dulcemente "todo estará bien" aunque el cielo se estuviera cayendo a pedazos. Pero no querían hacerlo en su forma de niños, ellos querían hacerlo sin esa mascara, aunque eso fuera completamente imposible.

.  .  . A la mañana siguiente .  .  .

Los "cuatrillizos" estaban de vuelta en la oficina de la hokage, a pesar de todos los sentimientos de ayer, el deber es el deber.

Como estaba planeado, Sasori dijo que iría al baño y en tal lugar sacaría de su pergamino la misma marioneta del primer día de la misión, pero algo se lo impidió por un momento, y es que no habían llegado solos, sus niñeras estaban con ellos y Sakura se ofreció a acompañarlo y aunque Sasori quisiera pasar una vida con ella, como todos los criminales, su respuesta fue un rotundo NO acompañado de una frase sarcástica relacionada con la pedofilia, pero la verdadera razón era obvia, que no podía salir del baño con su "tía" acompañándolo.

Sakura se quedó atrás y Sasori salió al baño. Una vez ahí invocó a su marioneta y salió una vez comprobó que no había muros en la costa. Le pesaba cada paso que daba, y a los demás les dolía cada segundo que el niño tardaba, aunque les dolería más verlo entrar. Sentían su corazón partirse cuando veían a la hokage preguntar por el transcurso de la misión y oír a sus amores contestar con los buenos momentos que pasaron.

Finalmente el pelirojo y la marioneta castaña entraron por la puerta.

La hokague hablo de lo prometido con la "mujer" y que si quería podía tener una escolta hasta la puerta, pero esta lo rechazó. Partieron del lugar con el corazón en la mano y recuerdos en la mente, acompañados de una sonrisa triste en la cara. Aunque les fuera doloroso, no querían involucrar a sus amores en un pleito con akatsuki, por lo que tomaron la dura decisión de marcharse con el corazón desquebrajado. Nunca olvidarían sus bellos momentos de paz y alegría con aquellas chicas, soñarían con ellos y sería lo primero que los haría sonreír por las mañanas. Las sonrisas de todas resplandeserán por siempre en sus memorias.

Hasta nunca, pequeña misión.

Hasta al rato, aldea de la hoja.

Hasta nunca, gran felicidad.



































































































































Sep, es el final, no esperes más.

Niñeras De... ¿Akatsuki?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora