only you | kookv

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Jungkook decidió almorzar en su casa ese día. No había ido al hotel, ya que después de que Taehyung se fuera a hacer quién sabe qué, no se había sentido de humor para ir.

Cuando terminó de almorzar, se sorprendió al escuchar el timbre de la casa. ¿Taehyung había vuelto?

Abriendo la puerta, se dio cuenta de que no era así. Jimin se encontraba frente a él, con los ojos brillosos y la nariz enrojecida. Había estado claramente llorando.

—Hola J-Jungkookie —el nombrado frunció el ceño, haciendo al peliazul pasar al interior de su casa en un segundo.

—¿Qué está mal, Jiminnie? —cerró la puerta y volteó hacia el chico.

—Y-yo... ¿podrías abrazarme por un momento, por favor? —sin pensarlo siquiera, atrajo a Jimin a sus brazos, abrazándolo fuertemente cuando lo escuchó llorar.

—Shhh, todo está bien, Jiminnie, tranquilo... —acarició la espalda del peliazul, esperando a que se calmara para poder hablar.

Respirando profundamente, Jimin se obligó a separarse de Jungkook, secándose las lágrimas con el dorso de su mano —Vamos a sentarnos —susurró, con la voz quebrada.

Asintiendo, Jungkook los guio a la sala y se sentaron en el sofá. Jimin dio una respiración profunda antes de hablar —Hablé con mi padre ayer —relamió sus labios —, él d-dijo que no quería que volviera a la empresa, y que mi hermano tomaría mi lugar... —tomó aire —, yo no sé q-qué hacer ahora... Me dijo que me quedara aquí y buscara algo en lo que fuese bueno, pero yo... no sé qué hacer.

Jungkook lo atrajo hacia él cuando comenzó a llorar otra vez —Oh, Jimin... Deja de llorar, ¿sí? Esto puede ser algo bueno —acarició la espalda del menor —, tal vez los negocios no son lo tuyo...

—P-pero, desde siempre he pensado que eso era lo mío. Cuando empecé la universidad solo pensaba en trabajar con mi familia y hacer que mi padre se sintiera orgulloso de mí, nunca pensé en hacer nada más... Y ahora... Me siento completamente perdido, Jungkookie, ¿qué voy a hacer? —sorbió por la nariz, abrazándose al torso del pelinegro en busca de contención.

—No te preocupes, Jiminnie. Puedes seguir trabajando en el hotel hasta que sepas qué es lo que realmente quieres hacer con tu vida, ¿sí? Tae y yo te ayudaremos con todo lo que necesites, pero ahora no te pongas así, lo arreglaremos juntos —dejando un besito en la coronilla de Jimin, lo abrazó hasta que el peliazul se sintió mejor.

—Gracias por esto, Jungkookie... Eres el mejor, en serio —suspirando, Jimin apretó el abrazo que mantenía con Jungkook, sintiendo su corazón latir con fuerza.

Odiaba lo fuertes que eran sus sentimientos, mucho más en momentos como estos, cuando le era difícil recordar que Jungkook amaba a Taehyung, y no a él.

Jungkook no lo quería, y él lo entendía. Pero era tan difícil tener que recordárselo todo el tiempo. Tan doloroso, que las lágrimas comenzaron a brotar de nuevo, sabiendo que aunque quisiera, nunca podría disfrutar plenamente de momentos como estos.