VI

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—¡Joder, YoonGi!— El grito de HoSeok hizo que me alejara de mis pensamientos. Acababa de regresar de la escuela, estaba destrozado; mi uniforme lleno de tierra y manchas de sangre. Me dolía el estómago y gran parte de los brazos y piernas, aún no sabía cómo es que podía mantenerme de pie.

Agradecía mil veces que mi madre no se encontrase allí, sería un gran problema que eso hubiese pasado.

Me ayudó a meterme en la ducha, me había quitado la ropa, excepto los calzoncillos. Aún no había esa confianza.

Hundiendo mi cuerpo en la tina llena de agua tibia, relajante y a la vez dolorosa. Cualquier movimiento que hacía, parecía que el agua se transformaba en cuchillas que abrían más mi heridas.

Aún no recordaba como es que todo había pasado. Yo estaba caminando, era de noche pues había salido con NamJoon al karaoke, y aunque me insistió con llevarme a casa, yo le había negado.

Estaba algo confundido, solo imágenes de SeokJin aparecían en mi mente, me sentía culpable, demasiado culpable.

Verlo de lejos sonriendo, sonriendo con sus nuevos amigos y con su —creo— pareja. Estaba molesto, hace mucho que ya no lo molestaba, ya no daba motivos para molestarle, ya no pasaba por mi salón o se quedaba viéndome.

Parecía que ya me había acabado, yo no quería eso. Quería que me viese, que sonríese al verme, que se sonroje y que corra a abrazarme. ¿Qué demonios estoy pensando? Eso no pasará.

NamJoon y yo estábamos sentados en las gradas del gimnasio de la escuela. Bañados de sudor después de jugar básquet por mucho tiempo.

—No deberías jugar, tu cuerpo aún no está totalmente sano— Soltó, rompiendo el gran silencio que se había creado cuando yo había detenido el juego —Quieres decir algo— Parecía leer mi mente —Vamos, dilo— NamJoon, el chico que adivina mis pensamientos.

Homofobico de mierda.

¿Lo podía soltar? Es decir, ¿Sería capaz?

—Y-Yo...— Recordar aquellas palabras junto con los golpes, parecían doler más que aquella noche.

Estos golpes, es lo que él siente cada vez que le gritabas.

Si hubiese podido, habría dicho lo siento, pero no podía, porque me lo merecía, me merecía esos golpes.

—Y-yo...

¿No piensas parar?

La culpa se apoderaba de mí, odiaba cada parte de mi cuando veía que había alejado a una persona que sin darme cuenta era especial.

Me había dado cuenta que....

—Soy gay.

La única mierda aquí, eres tú.

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Hola. Lamento tardar en actualizar, pero no me encontraba inspirada. :'>
¿Les gustaría un maratón? O sea, capítulos seguidos.

Y casi lo olvido, espero no les moleste que personajes extra fuesen integrados.

[EN EDICIÓN] Mierda.  ✐YoonJin Pt.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora