Tres meses después
—Si mamá, estoy arreglando mis cosas, el taxi llegara en una hora —cierro la maleta y soltando un suspiro agarro el teléfono que antes se encontraba siendo aguantado entre mi hombro y mi oreja —Sabes que puedo quedarme un tiempo más, ¿verdad? El director lo entendera.
—Ya lo hablamos Chloe, empezarás las clases como todos y con todos, ya nos acompañaste mucho tiempo, es hora de que regreses.
—Pero papá...
—El lo entenderá —ahora es ella quien suelta un pesado suspiro —te llamaré si sucede algo, ¿si? Estarás al tanto de todo, pero ya debes volver. Hacer unos meses por módulo esta bien, pero no todo un año escolar.
—Mamá, ¿estas segura? ¿No te sentirás sola?
—No estoy sola —lo único que sale de mi una triste sonrisa sabiendo que se refiere a papá, se que está ahí, pero no es igual.
—Ya debo irme. Llamame si necesitas cualquier cosa ¿si?. Intentaré visitar cada vez que pueda. Te quiero.
—Te quiero.
Colgando el teléfono me dejó caer en la cama, este año escolar será un completo caos.
Transcurrida ya más de una hora, luego de que el taxi llegara y me llevara al aeropuerto donde tomé mi vuelo me encuentro de camino al internado.
Ese internado que hace tiempo no piso, y que, sin embargo, no me había dado cuenta de lo mucho que lo hecha a de menos hasta que los recuerdos del año pasado llegan a mi mente y me hacen sentir en un deja vu al contemplar el ajetreado ambiente al rededor de este. Los estudiantes nuevos de aquí para allá con una mirada de total desconcierto en sus rostros y los antiguos reencontrándose gustoso con sus amigos luego de unas vacaciones. La diferencia era que ya no formaba parte del grupo de personas nerviosas, preocupadas o pérdidas, si no de ese otro grupo donde la alegría recorría cada parte de mi cuerpo al ver a mis amigos luego de tanto.
—¡Chloe! —fue lo primero que escuché antes de sentir dos pares de brazos al rededor mío, y no tenía que ser adivino para saber quien era.
—¡Amy, Trinity! —gustosamente les devuelvo el abrazo y me hundo en él —No saben cuantos las extrañé.
—Nosotras también, nos haz hecho tanta falta —se separan del abrazo colocándose cada una delante mío.
—¿Como sigues? ¿Tu mamá? ¿Tu papá? —empieza preguntando Tri.
Simplemente le sonrió sin enseñar los dientes y niego con la cabeza, dándole a entender que no quería tocar el tema, no aún.
—No es nada, te ayudamos con tus cosas— me sonríe Amy mientras toma una de mis maletas y empieza camino hasta mi dormitorio asignando.
—Nosotras... ¿No quedamos juntas, cierto?
Trinity niega con la cabeza, una mirada de pena apareciendo en su rostro.
—Deberías ir a ver con quien quedaste— sugiere Amy.
Le tomo la palabra y prometiendo que nos encontraremos para almorzar en el restaurante que solíamos frecuentar me dirijo al número de habitación que me indicaron, llevándome por completo una gran sorpresa al entrar.
—Oh, Sarah —la incomodidad me llena por completo —Hola.
—¡Chloe!
—se levanta rápido de la cama y se coloca frente a mi —Nosotras... ¿Compartiremos habitación?Asiento —Eso parece.
—Es fantástico —una sonrisa sincera aparece en su rostro —podremos hablar y ponernos al día... Tal vez contarme que te sucedió.
—Más adelante, estaría bien, solo necesito descansar un rato y guardar mis cosas —lo pienso un poco y algo dudosa le pregunto —Te... ¿Te molestaría dejarme sola un rato? No pretendo echarte, solo-
—No te preocupes, iré a hacer unas cosas y regreso más tarde —me da un abrazo y se separa —descansa bien, compañera.
Me incómoda, Sarah es tan linda y buena persona que me causa este sentimiento de incomodidad y vergüenza, pensé tan mal de ella al irme de aquí, cuando mi última imagen fue el de ella en brazos de Jake, qué cosas no le habré dicho sin que ella lo sepa, me armé toda una película y afirmé cosas de las caulaes no estoy segura.
Tiempo después, dos meses más o menos en los que ya estaba en casa, más "tranquila y despejada" me encontraba analizando las cosas, tal vez fueron muy precipitados mis pensamientos, debí de haber preguntado, puede que haya malinterpretado toda la situación, como puede que no, pero son cosas que con el tiempo hablaremos y veremos como procede todo, realmente vengo con la esperanza de que todo haya sido un malentendido de mi ridícula cabeza exageró.
—Sarah que piensas de-
Cierro los ojos con fuerza y muerdo mi labio inferior, sabía que iba a encontrarme lo en algún momento, en cualquier lado, lo sabía, pero no pensé que fuera tan pronto. No estaba lista para que fuera tan pronto.
Me volteo lentamente en mi lugar y dirijo mi mirada a esos cálidos ojos que disfrute de verlos y apreciarlos tan cerca hace mucho tiempo, su sola presencia y ese característico perfume que desprendía hizo que mi corazón diera un vuelco y empezara a latir con fuerza.
No habíamos hablado desde esa vez, mi última noche en el internado, y aunque al principio haya sido por esa razón, más adelante simplemente fue porque no sabía cómo, perdí contacto con todos, a excepción de las pocas veces que hablaba por otra cosa que no fuese mensajes de texto con Amy y Trinity, simplemente no tenía tiempo ni ganas para dar explicaciones, aún no lo estoy.
Sus ojos se apoderan del más puro asombro, tartamudez un par de veces y se acerca otro par de pasos más.
—¿C-Chloe? —se acerca otro paso —Tu... ¿De verdad estás aquí?
Tenía muchas ganas de abrazarlo, demasiadas, mis dedos picaban por sentir el calor de su piel de nuevo.
Tan ridícula me veo.
Cruzo mis brazos sobre mi pecho para no hacer algo imprudente.
—No sabía que vendrías —se rasca la nuca y se acerca otro paso.
No digo nada, solo hago puños mis manos cuando veo que disminuye otro paso a nuestra distancia.
—Sigues igual —intenta de nuevo ante mi silencio —estos meses... Luces cansada, ¿todo bien?
Lo miro a los ojos, alzando un poco la Cabeza ante la diferencia de altura que empezaba a ser notoria con la poca distancia que quedaba, y que seguía disminuyendo.
—Preguntaba a las chicas por ti ellas... No quisieron decirme nada
Simplemente las palabras no salen, no estoy lista para hablar del tema, tampoco para enfrentarlo a él, solo necesito un poco más de tiempo. Tiempo y coraje.
—Chloe, por favor hablame —siento como sus ojos buscan los míos al momento en el que devio mi mirada en otra dirección.
Los nervios se apoderan poco a poco de mi y mis brazos se aferran a mi cuerpo, negándose a soltarlo y aligerar el agarre en el momento que siento como termina de acercarse los últimos pasos, acorta la diminuta distancia que había y sus brazos me envuelven.
—Te extrañé tanto, Dios —hace presión en el abrazo y me reprendo mentalmente cuando no puedo evitar recostar mi cabeza en su pecho —Estaba tan preocupado por ti.
Solamente soy capaz de cerrar los ojos y dejarme llevar del abrazo y la presencia que tanto tiempo necesité.
Tal vez, si podamos arreglar esto más temprano que tarde
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Problemas en Brotherhood
أدب المراهقينLíos, amores, amistades, enemistades, peleas y diversión son unas de las cosa de la cual el Internado Brotherhood ha sido testigo. Como se van creando historias de lo que sera uno de las mejores épocas de la vida de cada uno de los estudiantes que...