Hot Space «Roger Taylor»

Capítulo 9

"Siente el latido de mi corazón."
Cool Cat

La taza de color roja llena de café caliente se dirigía a los labios del músico. Necesitaba recuperar la cordura luego de la discusión que tuvo con sus compañeros de banda en la noche anterior.
Roger escuchó el timbre sonar y dejando la taza en la mesa, peinó rápidamente sus cabellos y se dirigió a abrir la puerta.

—Vaya ¿qué te pasó? —preguntó Amber al ver las ojeras del rubio— Luces terrible.

—Freddie Mercury hizo que luciera así —rodó los ojos y dejó que entrara a su domicilio.

—¿Tan complicado es? —cuestionó al colocar su mochila sobre la mesa.

—Es terco como una mula —le respondió—, y discutir con él nunca lleva a nada bueno —la ayudó a desempacar.

—Dicen que las personas tercas y perfeccionistas son las que más progresan —mencionó ella al sentarse y dejar su mochila a sus pies.

—Él es una prueba viviente de ello —rió—. Al menos ayer la discusión terminó en una amigable charla entre los cuatro —vio el lado positivo—. Terminamos hablando de algunos chismes del mundo del espectáculo hasta el amanecer —carcajeó.

Amber sonrió al verlo feliz, pero desvió la mirada de inmediato. No quería sonrojarse en frente de él.

—¿Te parece si avanzamos? —le preguntó.

—Al inicio yo era el apurado —la miró—, ahora tú eres la que se apura. ¿Todo bien?

—Es que —pausó, estaba nerviosa. La verdadera razón de su prisa era el no querer volver a verlo, para así poder dejar atrás esas emociones que se habían generado en ella—, si acabo rápido ya no tendría que preocuparme por hacerlo en último momento —mintió.

—Ya veo —dijo al acomodarse en la silla en frente de ella—. A parte de mis declaraciones y de la historia tras cada canción, ¿qué más vas a agregar?

—Mi opinión y enseñaré fotografías... —se había acordado. Tenía que tomarle fotos—. Diablos, había olvidado eso —se apartó de la silla—. Párate y posa con el disco —dijo apresurada mientras le prestaba su copia de Hot Space al rubio.

—Pero no estoy presentable...

—Me vale mierda —lo interrumpió.

Muy aparte de la necesidad de las fotografías, como prueba principal que su tesis ha sido asesorada por uno de los creadores de aquel album que había elegido como tema principal, Amber supo que no habría otra oportunidad para realizar las tomas, pues con todo ese enamoramiento, el controlar sus emociones se le hacía cada vez más difícil. La joven planeaba alejarse por completo al terminar las tres canciones que faltaban.

—¿Qué hago? —preguntó Taylor con el disco entre sus manos.

—Solo sonríe —dijo y presionó el botón de la cámara haciendo que la luz del flash salga. Al retirar la fotografía instantánea, la sacudió y se mostró satisfecha—. Dos más y te dejo tranquilo —comentó con la cámara sobre su ojo.

Roger volvió a posar con el disco y al terminar, observaba lo concentrada que la muchacha, once años menor, estaba.

—Bien —continuó hablando la castaña al apartar la cámara de su rostro—, necesito una foto contigo —trató de no sonrojarse.