—Ustedes no saben quién soy, pero eso no importa. Pronto lo sabrán. Yo soy como aquel hombre que anuncia a los luchadores antes de entrar a la arena, soy como aquel que presenta a las modelos que participarán en el certamen de belleza, soy como aquella enfermera que anuncia a la sala de espera que el bebé ha nacido, soy como aquella enfermera que anuncia que el paciente no ha sobrevivido la operación, soy como aquel hombre que le anuncia a la familia que el cuerpo será enterrado en unos instantes. Solamente soy el mensajero, no soy relevante, soy insignificante, como muchos de ustedes lo son y lo serán. Lo que realmente importa es esa pelea, ese certamen, ese bebe, ese cuerpo, ese entierro. Lo que realmente importa es el mensaje que tengo que decirles. Yo represento a un pequeño grupo de hombres y mujeres, seres humanos como ustedes que viven su vida de forma monótona, sin ningún objetivo más que vivir el siguiente día. Somos un grupo que comprende el estado de este mundo y que sabe que poco a poco nuestra sociedad se pudrirá. Y no solo hablo de la ciudad en la que estás viendo esto, no solo hablo de la gente que tienes a tu lado, que puede que conozcas o puede que nunca la hayas visto. No hablo de aquel que ves todos los días al llegar a la oficina, al llegar al colegio o al llegar a trabajo. Hablo del mundo entero. Todos en este mundo estamos podridos por sentimientos como odio, lujuria, envidia, poder. Este mundo simplemente se está yendo a la mierda y muchos de ustedes lo saben perfectamente. Somos hombres y mujeres de todos los niveles de la sociedad que entendemos la situación y somos los hombres y mujeres que estamos dispuestos a cambiar este mundo. Nosotros estamos dispuestos a sacrificar nuestra vida para enseñarles en lo que el ser humano se ha convertido. A enseñarles en lo que el ser humano es capaz de hacer cuando esos sentimientos son liberados, cuando no hay nada que los limite. Este día ustedes se convierten en nuestros sucesores. Se convierten en los amos de este mundo, donde pueden ser el héroe o el villano, donde pueden ser el policía o el ladrón, donde pueden ser jurado, juez y verdugo. Hermanos y hermanas, acojan este nuevo mundo renovado y úsenlo a su gusto, sean libres de mejorarlo, de renovarlo, de recrear a esta sociedad podrida y mal hecha, y den paso a un nuevo mundo el cual va a ser moldeado a su imagen y semejanza, un nuevo mundo el cual no tendrá limites, ya que el limite serán ustedes y su imaginación.
Hermanos y hermanas, renuncien a los pecados de este mundo y crean en lo que ustedes pueden hacer, renuncien a aquella tecnología que los atrofia y los convierte en seres monótonos que únicamente funcionan y actúan de acuerdo a lo que los de arriba quieren. Renuncien a aquella igualdad utópica, a esa sociedad donde puedes ver al mendigo pidiendo limosna fuera de un juzgado. Renuncien a aquel gobierno, el cual dice ser justo cuando en ninguna parte del mundo se vive justicia. Renuncien a ese pago, que a pesar de ser de ustedes nunca lo será gracias a las leyes que lo protegen. Renuncien a la televisión pública, aquella que dice reportar las noticias de forma imparcial y neutra, cuando de forma clara los hace pensar en lo que ellos quieren que pienses. Renuncien a esta sociedad donde el transporte es público solo para aquellos que tienen el lujo de pagarlo. Renuncien a esa medicina pública, aquella que nunca los curará ya que en realidad se ha convertido en un negocio, donde solamente el rico podrá pagar por la curación más duradera. Renuncien, hermanos y hermanas, renuncien a esta sociedad hipócrita y acojan este nuevo mundo el cual será hecho y regido por ustedes. Agradezcan a quien quieran, a nosotros, a Dios, a su madre, a su gato, a quien quieran, pero no echen a perder el nuevo mundo que les estamos otorgando, a aquel mundo que tanto nos ha costado conseguir, a ese mundo, que será su bendición entregada por nosotros —
Al acabar ese discurso, el hombre retira su máscara, y deja ver a un hombre negro sin un ojo, toma una pistola, coloca el cargador, llena la recámara, quita el seguro, la coloca en su sien y dice
—Hermanos y hermanas, bendito sea el nuevo mundo— dice y dispara el arma. Los sesos y la sangre brotan del lado contrario al disparo y la cabeza cae con un ruido sordo a la mesa que tiene el hombre debajo.
Las pantallas se ponen en negro y unos momentos después se escucha un estallido ensordecedor.
Una onda se siente a lo largo de toda la ciudad, y después de ello, silencio.
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Sociedad
Научная фантастикаUna mañana un video es mostrado en todas las pantallas del mundo a nivel mundial, un video que además de ser capaz de crear histeria colectiva, viene acompañado de una serie de sucesos que constantemente atormentarán a las personas haciéndoles recor...