El Sastre y el maniquí

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Era una noche estrellada con una luz de luna resplandeciente, un sastre pasaba por una callejuela cuando observó un maniquí abandonado en un rincón, se percató que estaba en buenas condiciones y se dispuso a llevárselo, ya que necesitaba uno donde poder exhibir sus trajes. Cuando lo dejo en su tienda se aseguró de dejar todo en orden y se fue a descansar.

Su sorpresa al día siguiente fue que encontró la tienda hecho un desorden y solo vio que el maniquí estaba en perfectas condiciones, pensó "debieron entrar ladrones" pero al cerciorarse que no se llevaron nada se quedó extrañado. Se quedó todo el día ordenado el local y atendiendo a los clientes. En la noche nuevamente reforzó la seguridad y se fue a descansar.

A la mañana siguiente encontró el lugar un desastre como el día anterior, lo extraño fue que noto que el maniquí estaba en otro sitio en donde lo dejo originalmente como si buscara una salida, el sastre dijo:

─ Esto es demasiado esta vez me quedare a dormir en el local ─ seguidamente se dispuso a arreglar el lugar y atender a los clientes. En la noche cuando se dispuso a esperar a los ladrones se quedó dormido en la espera.

Por la madrugada oyó unos ruidos y voces, se dispuso a parar a los ladrones pero no encontró nada; de pronto noto detrás de él al maniquí, el cual vio que tenía un rostro humano demacrado y su cuerpo se asemejaba al de un viejo, vomitaba sangre por la boca, el cual se acercó más al sastre:

─ Sácame de aquí ¡por favor ayúdame¡ ─ exclamo el maniquí, de pronto el sastre sintió que perdía la conciencia.

Cuando despertó noto que él estaba dentro del maniquí en la calle donde lo encontró; trato de pedir ayuda pero no se podía mover, ni hablar; de pronto vio que una persona se acercaba, observaba el maniquí, seguidamente se dispuso a llevárselo.

Espero que les guste y disfruten de la historia. Saludos a las personas que me siguen.

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