Villain Deku

Pesadilla

Estaba todo obscuro.

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Nadie respondia a mis gritos de ayuda.

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De un momento a otro cambie de lugar. Estaba apasionado en una mesa, mis muñecas ya estaban rojas de tanto intentar librarme.

Mi garganta. Mi garganta no podía aguantar las manos que la rodeaban.

Una navaja rozó mi estómago subiendo hasta el pecho donde lo encajó, no en un punto vital, ya que por alguna razón sabía que me quería vivo.

Mi sangre salía lentamemte mientras el dolor se hacía cada vez mas fuerte. Esa navaja tenia veneno que ardia horrible.

Una pequeña toalla cubrió mi cara y lentamente dejaban caer el agua por enzima de esta.

Una sensación de ahogo fue lo que sentí aparte del dolor en el pecho.

La cara del hombre que lo hacia se revelo, dejandome con los ojos casi fuera de mi cuerpo.

-Oh querido Izuku- su voz estremeció mi cuerpo.

-All For One- solté un sollozo.

-No pudo decir que lo siento... Porque en verdad no lo hago.

Por un momento creí que lo decía por la navaja y el ahogo que me hizo sufrir. Pero me equivoqué. Ademas de que lo dijo, lo mostró.

-¡Uraraka!- no pude evitar gritar su nombre- ¡¿Qué demonios le hiciste?-

Ella pronunció mi nombre con debilidad, y antes de que All For One le atrabesara todo el cuerpo con tan solo su puño. Pronunció un... Te amo.

En eso desperté, estaba en un hospital.
Iida estaba dormido en una silla a mi lado.

Quería irme de ahí, quería asegurar-me que ella estubiera bien.

Salí corriendo del hospital ignorando a todo doctor y toda enfermera que intentaban detenerme. Cuando perdí a los encargados de cuidarme me escondí en una habitación de limpieza. Ahí cambié la bata de hospital que llevaba puesta por mi ropa normal, aproveche que había una gorra. Teniendo ya mi cara tapada de la manera menos sospechosa que podía salí.

La noche era demasiado fría, los pocos carros que salían a esta hora me iluminaban con las luces.

Por el camino me topé con varios grafiteros, era un barrio pobre por donde pasaba asi que no me sorprendía. Chicos de mi edad comprando droga, borrachos tirados en la calle y perros rompiendo la basura de todas las casas.

Acelere el paso cuando alguien me pregunto la hora, sabía que el venía de México y era su manera de robar, se llamaba Bryan. Me persiguió por unas cuantas calles hasta que me harté y le di un puñetazo en la cara con el 1% del One For All.

Después de unos minutos llegué a la guarida. Todos estaban dormidos, al decir todos me refiero a Tomura y Kurogiri.

Caminé por el mismo pasillo frío.

Abrí la puerta.

-Uraraka- dije mientras me acercaba.
El eci de mis zapatos la asustaba cada vez mas.

-Por f-favor, al menos dejenme dormir- decía con debilidad.

Le quite la venda de los ojos y acaricie su mejilla. Tembló al sentir el tacto de nuestra piel.

-Tranquila- le sonreí amablemente- ¿Cómo te tratan en este lugar?- necesitaba saber a quien matar.

No quería hablar, solo miró el suelo ignorandome por completo.