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Tu no tienes que cambiar nada

Es el mundo el que podría cambiar su corazón 

Halsey Hart.

Gracias, Hals.— Agradece Luke. Una vez que le doy un su batido de fresa. Su preferido— Eres la mejor— Sonríe y yo solo asiento, alejándome de la escena.

Trabajar de camarera no era lo que había soñado, pero papa había sido arrestado y mama se había quedado sin trabajo por eso. Tenia que cooperar con la familia. 

Por eso tome el trabajo en Pop's. Era famoso en el pueblo, y sobre todo, era uno de los pocos lugares que no me miro de mala manera. Ya que al ser un pueblo, y al conocernos entre todos, la noticia de que el famoso David Hart fue arrestado por venta de drogas ilegales no tardo en hacerse viral.

Mi reputación bajo de nivel, ya no era la hermosa Halsey que todos envidiaban y peleaban por estar a mi lado. Ahora solo era Halsey Hart, la mesera sexy de Pop's que si tienes suerte puedes llegar a lograr que sonría.

Aunque mucha gente, luego de la escandalosa noticia, se alejo de mi, mis amigos mas fieles se han quedado a mi lado, Mandy, Luke  y Peter. Por cual estoy demasiado agradecida. 

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el timbre de la puerta principal, mi vista se levanto chocando con un par de ojos verdes saltones, una cabellera rubia castaña, y unos labios rojizos y carnosos. Jamas lo había visto en el pueblo. ¿Sera nuevo o solo sera un joven solitario que nunca sale de su casa?

Luego que haya decido tomar lugar, me acerco para poder atenderlo.

—Hola, buen día y bienvenido a Pop's. ¿Que desea pedir? — Hable como si fuera una maquina, no era ningún protocolo del lugar, simplemente me puse nerviosa con su presencia y me salio  hablar así, como si fuera un tonto robot.

—¿Alguna recomendación?— Escucho su voz, y sonrió. Era hermosa, aunque puedo jurar haberla oído en otra parte. Tonterías. — Jamas he venido aquí. Si que no tengo ni idea que puedo pedir

—Te recomiendo un milkshakes de chocolate y vainilla, con un lemon pie— Sonreí— Son riquísimos. 

—Supongo que eso es lo que siempre pides. ¿no?— Pregunta con una pequeña risa entre dientes.

—Supones bien. ¿Entonces te traigo eso?

—Claro.

Me alejo a llevar el pedido, y mientras espero que este, me acerco a la mesa de Luke. Veo que sigue metido en su ordenador, haciendo alguna tarea a ultimo momento. Típico de el.

—Fisher, te quedaras sin dedos si sigues escribiendo así. O  romperás el teclado— Rio, y puedo notar que mi aparición lo tomo por sorpresa.

—Tengo que entregar un trabajo practico sobre la segunda guerra mundial de 300 paginas, mañana—  Habla estresado Luke— Recién voy por la 200, dudo que llegue. 

—Luke son las 4 de la tarde, llegaras— Trato de motivarlo y parece servir porque noto que se relaja un poco.

—No me cansare de decir que eres la mejor, Hals.

Sonrío y veo que el pedido del nuevo cliente esta  listo, asi que voy a buscarlo para después servirlo.

Realmente  me sorprendí a mi misma, cuando comencé a trabajar, sinceramente no crei en mi siendo camarera. Creí que el primer día se tumbaría todo de mi bandeja, pero nunca paso, si que estoy orgullosa de eso.

—Aquí esta tu pedido. Espero que lo disfrutes—Sonrío una vez que termino de dejar todo en su mesa.

—Gracias..— Hace una pausa para que yo pudiera presentarme.

—Halsey.

—Gracias Halsey, soy Bill— Esboza una sonrisa.

 Y me pongo firme para no caer desmayada por su belleza. Decido irme a atender a otros clientes, no se en que momento, pero el lugar se había llenado y solo somos 3 camareras.

Luego de atender unas cuantas mesas, volteo a ver donde estaba la mesa de Bill, pero el ya no esta. Solo encojo los hombros y voy dispuesta a limpiar la mesa.

Cuando estoy por recoger la servilleta de papel, me encuentro con que esta escrita.

"tenias razón, es riquísimo. Creo que volveré :)"

*** 

Quizás lo que mas dolía de ser victima de miradas prejuiciosas y chismes baratos de mi persona, era que considere a muchos amigos, que ahora son quienes compiten por hacerme sentir mal.

—Ey, roja— Escuche un grito a mi espalda. No hacia falta  voltear para saber quien era, solo sonrei sabia que dentro de segundos sus brazos rodearían mis hombros— ¿Que haz hecho este fin de semana sin mi?— Pregunto Mandy una vez que ya estaba a mi lado.

—Es imposible que haga otra cosa que no sea trabajar— Murmure

—Hals, necesito que vuelva tu antigua tu— Sonrió poniéndose en frente mio interrumpiendo mi paso— Tu autoestima, tu fuerza, nos tienes a Peter, Luke y a mi. Estamos siempre para ti, no necesitas a esos tontos. 

Pense en las palabras de mi mejor amiga, y tenia razón, antes no me interesaba lo que digan de mi. Era una arpía sin sentimientos, caminaba con elegancia y actitud por cada espacio de estos pasillos de esta escuela de  mierda. Sentía la vista de todos, me gustaba eso, y no me interesaba si eran buenas o malas miradas. ¿Por que debería interesarme ahora? Digo, ¿que le interesa a ellos que mi padre este preso? ¿En cambia eso? Sigo siendo Halsey Hart.

Sigo siendo hermosa, sigo teniendo mi actitud, mi inteligencia.

Y lo mas importante, sigo teniendo a mis mejores amigos, a mis hermanos de corazon.

—Es verdad— Mire a Mandy y tome de su mano— Que todo el mundo se entere, que la perra de Halsey Hart volvió a la pista, y no esta dispuesta a irse.

—¡Esa es mi amiga!— Dio unos aplausos— Y parece que por allá ya tenes nuevo admirador— Señalo con la cabeza a mi derecha.

Volteo a ver de quien se trataba, y me encuentro con esos ojos verdes.

Bill se encontraba a unos cuantos metros de mi, pero cuando vio que lo observe, corrió su mirada y se marcho de la escena.

   

DULCE INOCENCIA ||bill skarsgård||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora