Capítulo 1

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_____ Stark

3:00pm

— ¿Me viste cara de Capitán América o qué?— Le pregunte al psicópata con katanas, mientras trataba de pararme de entre los escombros que me habían caído encima y de milagro no me habían destrozado la columna. —Mayday, Mayday,— Me queje tronándome los huesos del brazo, quizás si me había destrozado algo después de todo.

Desde que capitán mallas y su capacidad de vencer a sus enemigos con el dedo pequeño del pie izquierdo alcanzo una fama mundial, los criminales ya no tienen piedad ni aunque es más que obvio que tengo la fuerza de dos ramas juntas, así que a todos se les da por estrellarme contra los muros como si tuviera tantos músculos en los músculos como cualquier Avenger.

—Mejor aún, veo mucha carne fresca. —Dijo viéndome directo los ojos a través de mi mascara de león animado de fiestas para niños. Los psicópatas de hoy ya no tienen creatividad "¿Carne fresca?" Sonó como villano de película de bajo presupuesto del dos mil dos.

—Esa frase no te queda hermano, deberías intentar con algo que no te haga perder tu dignidad. —Le propuse encendiendo su furia, me ataco con un puñetazo que mi nariz esquivo por apenas milímetros. —No me hagas usar a Carlos, grandote.

Evidentemente tiene un problema con los consejos, porque antes de poder hacer cualquier otra cosa había logrado sacarme todo el aire de los pulmones de una sola patada.

«Carlos será entonces» Pensé entre torpes e inútiles intentos de bocanadas para hacer entrar el aire de nuevo. Carlos no era nada de otro mundo, solo una AK-12, pero no tenía con que más hacerle frente al enorme sujeto, las pocas armas que había traído conmigo se habían perdido durante el combate, y estoy segura de que no durare ni dos minutos más luchando cuerpo a cuerpo contra alguien que me dobla en tamaño y en fuerza.

Así que antes de que atentara con desfigurarme el rostro, corrí hacia unas graderías mientras nada más que la suerte me separaba del filo de sus katanas, subí hasta lo alto, le apunte a la pierna con la mirilla, y le dispare.

Fácilmente pude haberlo matado de un tiro en el entrecejo, pero he decidido que quiero guardar ese máximo pecado para situaciones donde realmente asesinar sea la única salida.

Me acerque al hombre que estaba soltando alaridos por el dolor, y me puse a su altura para devolverle uno de los tantos puñetazos que me había dado, lo que finalmente lo dejo en el suelo.

— ¿Sabes que tienen en común tú y tu amigo araña? Que yo sé cómo destruirlos a ambos. — Insinuó antes de darle otro golpe más. Spider-Man y yo nos habíamos ayudado mutuamente en más de una ocasión desde que llegue a Queens, me atrevería a decir que lo poco que se de combate se lo debo a él, además me dio varios que consejos para sobrevivir al criminal promedio de Nueva York. Parecía haberse vuelto tres veces más sabio que cuando apenas había unos pocos vídeos del hombre araña rondando en Youtube.

— Curiosamente, no es la primera vez que me lo dicen, amigo. —Le respondí mientras buscaba las esposas entre los enormes pantalones de hombre obeso que llevaba puestos, los odio, pero junto con las sudaderas para luchadores de peso pesado, gorro para frío ártico, y las tontas mascaras plásticas, mi identidad estaba más que segura

—Ya veras, derrumbarlos es muy fácil.

—ahamm. —Asentí, ya había escuchado ese monologo muchas veces, pero tenía que hacer tiempo hasta que el SWAT o al menos la policía se tomara la molestia de asomarse. Hay muchos chicos con teléfonos, no creo que ninguno haya llamado a emergencias.

— ¿No me crees?— Pregunto, y antes de poder darle otro puñetazo para callarle la boca, él había puesto su mano en el elástico de mi pantalón. Por mi "disfraz" todos creían que yo era un chico, pero debajo de todas esas tallas enormes, llevaba puesta mi ropa normal de niña puberta. ¡Por lo que creo que es razonable entrar mentalMENTE EN PANICO!

Trust Me.    Peter Parker x _____Where stories live. Discover now