Virtudes

Capítulo 1

Un olor a quemado golpeó la nariz de Kobayashi. Un movimiento involuntario de su cuerpo le provocó dar un pequeño brinco asomando rápidamente su mirada por el umbral de la puerta del baño y ver la sartén de la cual se desprendía humo negro, rápidamente el pelirosa corrió a la cocina para desplazar a la izquierda la sartén alejándola de la flama, destapó la misma. Quemado, obviamente.
El chico suspiró pesadamente si hay algo que aborrece es ver la comida que tanto ama hacer arruinada, al menos solo le pasó con su desayunó y no con el de sus hermanos, usó la espátula para desprender el huevo de la sartén y colocarlo en su plato... Que vergüenza, poder cocinar flan de arroz con leche pero que se te queme un huevo por distraerse un segundo arreglandote el cabello.
Luego de aquel crujiente desayuno el chico por fin se consideraba listo para ir al instituto, este sería un día normal para el de no ser que hoy ingresa a la escuela de sus sueños, Cus.
Esta escuela tan famosa nacionalmente por haber ayudado en su camino de crecimiento a los Usuarios de Virtudes mas famosos del mundo.
Por su puesto todo el mundo es poseedor de Virtudes, pero realmente pocas son las que la usan debido a que por decreto real la población en general tiene prohibido usar su Virtud sin autorización para ser usuario de la misma, esto debido a que la gente podría causar una anarquía y caos mientras usa las mismas. Obviamente han habido personas que ignoran esta ley y buscan lucrarse de sus poderes aprovechándose de los buenos ciudadanos, pero para eso están los Usuarios de Virtudes. Gente calificada por la guardia real para usar sus poderes y mantener la paz y prosperidad dentro de la sociedad.
Esto es lo que Kobayashi planea hacer hoy, dar su primer paso en la academia Cus para convertirse en un Usuario de Virtudes y proteger a aquellos que no pueden cuidarse por si solos.
«Tranquilo Kobayashi... La emoción no te puede alterar hoy, recuerda que no puedes arruinar este día. Muchos compañeros te juzgarán solo por tus parientes... Tu puedes pasar por encima de todo».

Se dijo a si mismo el pelirrosado liberando un suspiro al cruzar por el umbral de la puerta.
Paseó su mirada por el lugar, el aula del salón era realmente grande, no había ventanas al nivel de la altura de los escritorios del alumnado. Quizá se deba a que el docente no quiere distracciones mientras dan clase, para su sorpresa el ventanal se encontraba casi al nivel del techo, mismo que iluminaba cada rincón del aula.
Repentinamente sintió un empujón en su espalda que le hizo impulsarse por delante casi perdiendo el equilibrio y aunque logró reincorporarse antes de caer, no logró divisar quien le empujó, el alumnado había pasado rápidamente por el umbral, claro, el se quedó estorbando el paso y por eso le empujaron.
A la lejanía escuchó la campana de la escuela anunciando que es hora de que el alumnado entre a las aulas. Seguramente faltaba poco para que el maestro llegase a clases. Rápidamente paseó su mirada por el lugar buscando un asiento disponible, ver a la mayoría de sus compañeros ya acomodados en su lugar le hizo sentir empequeñecido, las miradas de algunos le suprimían la emoción de esta mañana, todos parecían mas  adelantados que el, incluso en algo tan simple como es tomar asiento el primer día.

—¡ey amigo!.

Una voz masculina le llamó desde en medio de sus compañeros, el chico buscó el origen, resultó ser un joven de tez gris sacudiendo su mano en el aire para llamar su atención.

—¡Aquí hay un asiento libre!.

Agregó señalando una butaca al lado suyo mostrando una sonrisa pícara al pelirrosado. Kobayashi agradeció internamente porque alguien se diera cuenta de su situación y decidiera ayudarle. Mas que caminar, trotó a donde el chico gris estaba tomando asiento en donde le indicaron.

—Kimi -dijo el chico gris a manera de saludo extendiéndole su mano para saludar-
—Kobayashi -saludó de igual manera correspondiendo al gesto de su contrario-
—Es tu primera vez en un salón ¿no? No había visto a nadie ponerse como niño pequeño en el primer día de universidad.
—No, lo que sucede...