12 HORAS PARA SOBREVIVIR ~ KOOKMIN

XXII

Jungkook

Aunque el panico me carcomia, me aferre a toda la valentia que aun me quedaba y salí de mi escondí al no escuchar sonido alguno.

Todo estaba destrozado justo como lo habia imaginado.

Camine lentamente por el lugar mirando todo el daño que habian hecho a nuestro hogar, todos los objetos que me traian recuerdos, todo lo que podia llamar mio.
Todo estaba desecho y sabía muy bien que era mi culpa.

Escuche una voz partícular y que claramente reconocia.

- Señor Jeon.

Su voz se escuchaba mas fria en persona, mas hipócrita y siniestra de alguna forma.

Gire lentamente en mis talones para mirar al sujeto.

Era alto pero no más que yo, vestia bastante elegante y traia una mascara muy singular que no me dejaba ver su rostro.

- Al parecer es menos hablador en persona señor Jeon.

- ¿Por qué haces esto?
Dije sin entender aun sus razones para asesinar gente, porque si, aunque no fuera un delito es este momento, seguía siendo asesinato y no estaba para nada bien.

- Se oye algo asustado señor Jeon.

- Que su mente confunda valentia con temor no es mi problema.

- Es facil negociar Señor Jeon, debio aceptar mi oferta.
Dijo dando dos pasos adelante y apuntando me con el arma que tenia en su mano.
Algo dentro de mi se mezclo, todos mi sentimientos estaban juntos, no sabia como sentirme, no sabia como actuar, me estaba congelando y me invadia el terror de morir ahora, justo cuando habia logrado sanar mi alma de la venganza, el odio y el rencor que sentia por aquella persona que me arrebato la unica familia que tenia.

Me mantuve el silencio mientras veia fijamente el arma.
Levante suavemente el arma que también tenia en mi mano apuntando del mismo modo qur aqurl sujeto con identidad desconocida.

- Veo que es una decisión... bastante difícil.
Dijo en voz sarcástica.

- Matar a alguien nunca fue un problema para mi... Y supongo que para usted tampoco.
Dije con todo el coraje que me quedaba.

Y un disparo estalló y asi mimsmo resono por cada rincón de la casa, dejando a su paso el frio silencio del dolor y la desesperación.

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