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El mayor se encontraba en su cama repasando cada momento de esa noche una y otra vez. ¡Por Dios! había estado a menos de un centímetro de distancia de los labios de Han Jisung, con un dulce como lo único que se interponía entre ambos.
Se imaginaba una y mil escenas en las cuales mandaba al diablo el bendito caramelo y lo besaba apasionadamente sin importar qué. Seguido de palabras tales como «Oh Jisung, no sabes lo que he esperado este momento», «me gustas desde hace tanto tiempo», «cásate conmigo».
Todavía no lograba entender cómo había hecho para contenerse ante la cercanía de aquel chico. El mismo que le provocaba un tsunami de sensaciones con un simple abrazo o caricia. Puso una sonrisa boba al darse cuenta de que la razón seguía siendo él. Recordó aquella vez en el reality, en la cual con solo tomarlo de la mano, el pequeño le transmitió toda la calma y confianza que tanto le hacían falta en ese momento.
Volvió a pensar en los hechos, esta vez cuestionándose su comportamiento. ¿Qué pasaba si ahora el menor comenzaba a sentirse incómodo debido a todo ese suceso? Para colmo, Minho tuvo el descaro de separarse muy lentamente del peliazul. Y luego, darle un beso en la frente !¿Es que no podía frenar su estúpida impulsividad?!
Seguramente, ahora Jisung descubriría su enamoramiento de años, y ya no volvería y a verlo de la misma manera. ¿Le seguiría hablando siquiera? A esta altura, podría estar pensando en ponerle una orden de restricción, sabiendo que ninguno de sus intentos de besarlo eran una broma... —Las divagaciones del castaño se vieron interrumpidas por unos golpecitos en la puerta.
Al abrirla, se encontró con el mismísimo causante de su insomnio envuelto en una frazada y algo despeinado.
Un jisung demasiado lindo para estas horas de la madrugada, murmuró: —Minho hyung, lo siento, ¿Te he despertado? Es que... no podía dormir. Tengo demasiado frío y... me preguntaba si podía dormir aquí... contigo...

—S-Sunggie... no, tranquilo, tampoco podía dormir, entra. —El mayor volvió recostarse, dejándole lugar a Han, quien luego de acomodarse, se quedó observándolo en las penumbras de habitación, mientras jugaba con su cabello. Se quedaron así por varios minutos, hasta que Lee rompió el silencio: —Tú... no te sientes incómodo, ¿verdad? ¿Seguirá todo igual ahora?

—¿A qué te refieres? Por supuesto que no estoy incómodo hyung. —Río mientras dejaba una leve caricia en su mejilla.

—Yo... ah, es que hoy hice algunas cosas sin pensar. Creí que quizás te había asustado o no lo sé. Además, ya sabes... todo eso del chocolate, y luego Jeongin comenzó a decir que haríamos buena pareja y... —Se calló al sentir que unos brazos lo rodeaban.

—¿Tú crees que estaría haciendo esto si me sientiese incómodo? —Apoyó su mentón en el pecho de Minho y cuando notó que se había calmado, continuó. —De hecho... creo que es todo lo contrario hyung. Verás, cuando estoy contigo todo está en calma. Aunque quizás estemos gritando o saltando, no importa, en mi interior solo siento... paz. Es como si nos encontrásemos en un mundo paralelo cuánto estamos juntos. Y siempre recurro a ti porque me siento seguro a tu lado. Yo... no lo sé, estuve pensando en todas estas cosas hace un rato, y creo que por eso no he logrado dormirme, además de que me gusta estar así, contigo.

La confesión de su dongsaeng le transmitió aún más calidez de la que ya sentía en ese momento. No sabía si había entendido del todo, o si haría lo correcto, pero las palabras comenzaron a salir de su boca: —Yo también me siento de esa forma cuando estoy contigo, Jisunggie. —Comenzó a dibujar pequeños círculos imaginarios sobre la espalda de éste. —Esa es una de las muchas cosas que me gustan de ti. Porque si, déjame decirte que hay demasiadas cosas que me gustan de ti. Y... a mí también me gusta estar así, contigo. Me encanta en realidad, y nunca sentí la necesidad de decirte todo esto porque con tenerte aquí, a mi lado, me era más que suficiente. Pero hoy luego de ese maldito juego, no pude dejar de pensar en cómo sería... —besarte, era lo que quería decirle, pero creyó que ese no era el momento indicado. —en cómo sería estar aún más cerca, por decirlo de alguna manera. Bueno... creo que ya he dicho bastante. Lo siento, debes tener mucho que procesar en este momento.

Se le oprimió ligeramente el pecho al notar que Jisung dejó de abrazarlo para volver a su anterior posición. Con algo de nerviosismo, se tumbó de costado para verlo a la cara -la cual se encontraba nuevamente a escasos centímetros de la suya-. Sus miradas se cruzaron y una sensación de alivio lo invadió cuando sintió la mano del menor rozando la suya. Éste entrelazó sus dedos y comenzó a murmurar: —Minho hyung, tu... me confundes, desde hace un tiempo. Y esto que me has dicho es... —sonrió buscando las palabras. —Es decir, en serio adoro nuestra amistad, es que eres tan bueno conmigo y tan... lindo. Y a veces hacemos cosas como estas... —levantó sus manos entrelazadas y volvió a sonreír. —Y yo... comienzo a verte de otra forma. Por ejemplo cuando Jeonginnie dijo lo de que tú y yo haríamos buena pareja y todo... no pude evitar pensar en eso. Al estar tan cerca hoy... al principio comencé a ponerme nervioso, pero luego, al tenerte a centímetros de... mis labios, empecé a pensar en cómo sería... besarte.

Se produjo un silencio cálido en donde el mayor parecía estar planteándose algo. —Jisung-ah —se acercó aún más a éste sintiendo su respiración chocar con la contraria. comenzó a acariciar su mejilla, titubeó un momento y luego sus dedos tocaron suavemente sus labios. Estaban ligeramente resecos. —¿Puedo darte un beso?

ㅁㅁㅁ

My godness, reescribí esto como 30 veces. En fin, aunque a esta altura ya no lo hice un one shot, mi idea siempre fue una historia corta, so, probablemente el próximo capítulo sea el final.

Muchas muchas gracias por leer 💞

¿Friends? - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora