Capítulo 2: Presente

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Parte 1: ¡Despierta! Estas creciendo

Una de las cosas más comunes de esta vida es crecer. Tu estas creciendo, yo estoy creciendo, la VERG...la vergüenza que tengo de pensar en un momento ese chiste está creciendo (aunque igual hubiera sido un buen chiste), todos estamos creciendo. Pero no solo crecemos en altura (o hacia los lados), sino que también crecemos mentalmente, cosa que es más conocida como la "madurez". La definición de madurez (según de internet, ya que no encontré la de la RAE) es "Estado de una cosa que ha alcanzado su pleno desarrollo, o de una persona que ha alcanzado su mejor momento en algún aspecto.", pero para mí siempre ha sido simplemente tener una mayor cantidad de responsabilidades y entender cada vez mejor las cosas que te rodean. Por ejemplo, uno de niño jamás va a entender completamente el verdadero valor del dinero, ya que muchas veces a esa edad la vemos solo como dígitos que nos sirven para comprar cosas, pero la realidad es que ese dinero significa mucho más que eso, ya que cuando maduramos (en este caso, cuando tienes tu primer trabajo, momento donde le empiezas a dar un mayor peso al dinero), entiendes todo lo que vale realmente conseguirlo (horas del día que puedes pasar con personas, las fuerzas que te quedan y hasta la vida misma te puede llegar a costar).

Mucha gente cree que uno es maduro cuando crece, como que mágicamente cumple los 15 años (más o menos cercano a esa edad, si no, a los 18 años) y madura automáticamente, con el fin de ser un hombre mejor y con la capacidad mental de tomar sus propias decisiones. En mi caso, fue algo lejano a lo usual, ya que desde muy chico la gente que me conocía y yo mismo considerábamos que yo era muy persona muy madura desde muy pequeño (si mal no recuerdo, me decían eso desde los 8-9 años aproximadamente).

Aunque mucha gente dice que la madurez es algo bueno, porque te da "valor" como persona adulta en la sociedad, yo casi siempre he creído que es más como un arma de doble filo (aunque más adelante veremos que esto se da dependiendo de la historia de cada persona).

Como mencione anteriormente, desde muy pequeño me consideraban una persona bastante madura para mi edad, cosa que me llevo a juntarme con más adultos que niños de mi edad (no tiene nada de relación que no tuviera muchos amigos para ese entonces, no señor...paraaaaaa nada). Pero este hecho trajo consigo una gran desventaja para mí, ya que, al pasar la mayoría del tiempo con gente adulta, me fui alejando de mi niñez, por lo que me juntaba cada vez menos con gente de mi edad. Eso sí, no significa que fuera algo como la película Jefe en Pañales, que te alejas completamente de tu infancia y tomes una vida adulta completamente, pero... igual este hecho me alejo de muchas cosas que pude haber aprovechado más.

Al considerarme una persona madura, empecé a adoptar costumbre de gente madura, las cuales para mi eran (y algunas lo son todavía): preocuparse de la familia, preocuparse de los estudios, preocuparse del futuro de uno, preocuparse de lo que vas a ser en el futuro, preocuparse, preocuparse, preocuparse...y así podemos seguir por un buen rato.

Siempre pasaba más tiempo en los estudios que haciendo actividades afuera, aunque lo bueno de eso es que me dio a entender la importancia de los estudios desde muy pequeño (un ejemplo del porque considero la madurez un arma de doble filo), cosa que me ayudo tanto a mi como a mi madre, ya que aprendí a hacer mis tareas solo desde una edad muy pequeña y tenía una de las mejores calificaciones de la clase.

En fin, mi punto es que la madurez te abre la vista a las cosas que tienes al frente tuyo como las que te tocan a futuro. Te ayudan a prepararte para todas las cosas buenas, malas, fáciles y difíciles que te tocaran (y si señor que te tocaran vivirlas) en la vida.

Ahora bien, me van a tener que disculpar, pero este parte del capítulo lo quise para dar a paso a otro tema (por eso es algo corto), pero bueno, si eres lo suficiente maduro serás capaz de soportar la pena 😉.

 Historias de un Joven con mucho tiempo libreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora