Cinco

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Me quité los auriculares técnicos con un suspiro de alivio, alisándome con una sola mano el pelo, en un intento de que quedara bien peinado. Intenté soltar sin hacer ruido la carpeta sobre la mesa, pero calculé mal y tuve que esforzarme para que esta no cayera al suelo y creara la escena del día. Torpe.

Chasqueé la lengua, al mismo tiempo que un compañero llegaba cargado de botellas de agua y hacía exactamente el mismo estruendo que yo al intentar dejarlas todas al mismo tiempo sobre la mesa. Su suspiro me llegó al alma.

— ¿Necesitas ayuda? —pregunté, dejando asomar una sonrisa. Estaba sudando y me miró como si lo que necesitara en realidad fuera la jubilación.

— Por favor —suplicó.

— ¿Para quién es el agua? — Tomé un par de botellas entre los dedos, mirando a mi alrededor.

— Para los chicos, van a salir a actuar ahora. — Que me lo dijera como si yo no pudiera saberlo me hizo reír.

Asentí, y me giré, buscándoles. Alrededor de las escaleras traseras que iban a dar al escenario se repartían todos los miembros, hablando y practicando un par de movimientos antes de que dieran inicio a la cuenta atrás para salir.

Taehyung y Jungkook estaban a un lado. Junto a la mesa donde los micrófonos esperaban para comenzar a ser utilizados. Solté aire, apretando las botellas de plástico entre los dedos. Aun no me había atrevido a disculparme por ser una completa inmadura.

Nunca es un buen momento para admitir que te has equivocado.

Pero siempre es necesario hacerlo.

— Yo se las doy a Jungkook y a Taehyung —solté, echando a andar hacia ellos antes de que pudiera darme la razón o decirme lo contrario.

Jungkook estaba de espaldas a mí, cubriendo parcialmente la figura de Taehyung, que a pesar de eso fue el primero en verme. No hizo ninguna expresión que delatase como se sentía, simplemente se echó ligeramente hacia atrás, cerrando las manos contra el filo de la mesa de hierro, dejándose caer suavemente hacia ella mientras sus ojos se fijaban en mi avance. Se le arrugó la camisa con la nueva postura.

Jungkook dio un paso hacia él y yo dejé de avanzar durante unos segundos, teniendo que tomar todo el aire que me permitían los pulmones antes de volver a andar. Jungkook rozó el cuello de la camisa de Taehyung con los dedos antes de girarse, antes de retroceder y caminar lejos de él hacia otra parte del escenario, sin percatarse de que yo estuviera a punto de llegar a donde estaban los dos.

Me mordí el labio inferior, viendo los ojos de Taehyung seguir el movimiento de Jungkook alejándose, volviendo justo después hacia mí, sin hacer ningún otro movimiento, sus dedos rodeando el filo de la mesa se apretaron y me sentí como una completa mierda.

Porque yo no era nadie para hacerles sentir que su amor, de alguna forma, era malo. Aunque no fuese justo para mí la forma en la que lo habían empezado.

La forma en la que me miraba quemaba, la forma en la que sus labios permanecían cerrados, la forma en la que su camisa ancha se había arrugado en la parte de los hombros aunque Jungkook hubiese intentado recolocársela antes de marcharse. Taehyung bajó el rostro hacia mí, respirando con suavidad mientras yo temblaba ante la poca emoción que mostraba su boca.

— Lo siento —solté, incluso antes de llegar a colocarme a su lado. Las botellas temblaron un poco en mis manos mientras le ofrecía una, pero no hizo ningún movimiento para recogerla. Taehyung continuaba mirándome, serio, y yo solté aire, cambiando mi peso de un pie al otro—. El otro día reaccioné como una imbécil. — Choqué una botella contra otra, mirándole con nerviosismo. ¿Y si no me perdonaba?—. Lo siento mucho —repetí y Taehyung soltó aire.

Bellyache - Jeon Jungkook, Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora