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Salgo de mi última clase, Francés, que es sinceramente mi clase favorita. No porque me siente con el chico más guapo, o porque la profesora sea completamente incompetente, (que tambien.) si no porque es un idioma que amo. Tampoco es por que proviene del "país del amor", lo que me parece la estupidez más grande del mundo después de la mítica frase "café con leche in the plaza mayor."

Camino por los pasillos hasta llegar a mi taquilla, tomo algunas cosas necesarias con un caramelo para después de lo que voy a hacer ahora mismo y unos libros que necesito para "hacer" los deberes que mando la profesora de Latin, zorra que algún día aseguro mataré.

Me cruzo con Simon Loock, mi primera presa y lo tomo del brazo, parandolo en seco para hablar con él antes de hacer nada, no podía hacer algo y que él estropeara el plan.

— Que, ¿ya dejaste a la inútil de Alexa? —pregunto divertida, se que aún la ama, pero esto es mucho más importante que un estúpido romance adolescente.

— Primero, no la llames estúpida, sabes que la quiero. Y segundo, si ya la deje, podemos ejecutar el plan. —asintió levemente suspirando, antes de tomar con fuerza mis caderas.

— Sinceramente, me la suda. —digo esbozando una sonrisa maliciosa mientras el solo rueda los ojos con molestia.

Me cabreaba muchísimo tener que hacer esto, besar a ese niñato y encima que todo el puto mundo lo vea, ¿solo para que? Para poner "celosa" a su chica y así pueda revelarnos la información que nos prometió a cambio de este juego de niños.

Cuando voy a prepararme para dar el primer paso y acercarme a el, con el menos asco posible reflejado en mi rostro, me toma la delantera agarrandome de la cintura y juntando nuestros rostros en un cálido y tierno beso. AGG, odio los besos de película de los noventa, no se, podría meter mano o algo.

A apenas nos cinco segundos de que se lanzara, ya estaba todo el mundo gritando nuestros nombres, "¡lilith Jones y Simon Loock se están besando!" . Parecía sentir una leve presencia a mi lado, pero sinceramente le reste importancia, hubiera alguien ahí o no, me importaba una mierda solo quería acabar.

Finalizó ese estupido beso, y me alejé lo antes posible de allí, mientras tanto podía ver la cara de odio de Lina Casella, Irina Maeli, pero sobre todo de Alexa Miller a la cual debía dar celos. También veía caras asombradas como las de Lucy, Jasson o Steven, y unas de satisfacción por su amigo de Dustin y Tobby.

Ignorando cualquier mirada tomo mi celular y veo unas tres llamadas de ella, la mujer que planea todos estos montajes solo para conseguir algo para nosotras... Y mientras voy caminando a su casa recibo una llamada entrante.

~amor.

Cojo rápidamente el teléfono y asiento repetidas veces ante sus indicaciones, le digo todo lo ocurrido y finaliza la llamada con un —no me decepciones amor, ve ahora a por el otro, ya sabes que es lo mejor para poder salir de esta, juntas.—

Llego a la puerta de la casa del siguiente, se oye un fuerte estruendo y decido hacer un tiempo llamando a Simon, salí tan rápido que olvidé preguntar por la información que me debe.

Llamo unas cinco veces seguidas y nada, hasta que en la última llamada coge el teléfono soltando un bufido, oyendose algunas risas por detrás.

— ¿Molesto? Porque sinceramente me importa lo mismo que la clase de Latin, una puta mierda y como no me digas ahora mismo lo que necesito iré donde estés, te partiré las piernas y te las meteré por el culo, ¿lo entiendes bien? —digo en un tono duro y seguro al mismo tiempo.

— Entiendo perfectamente, muñeca. — suelto un suspiro tan fuerte que carraspea levemente.— digo, Lilith. Está en su empresa de ropa, en la esquina de la salida de la ciudad, llegaras allí en unos 20 minutos en coche. —cuelgo directamente, conseguí lo que quería y ya no tenía que dirigirme a ese pequeño malcriado.

Llamo a la puerta de la casa cuando dejan de sonar estruendos y comienzan a sonar gritos, como de una discusión.

Me abre la puerta Liam, recibiendome con un beso y un lindo ~hola mi amor.~ que asco.

Después de dirigir una cara de odio a Marie, su hermana, Liam la dice que se vaya con un tono un tanto... ¿Brusco? Siendo completamente sinceros... Me da igual, y mucho más si es la chica por la cual estoy aquí.

Nos tiramos dos horas besandonos Liam y yo, ¡dos horas! ¡DOS MALDITAS HORAS DESPERDICIADAS!

Consigo salir de su agarre un momento e ir a la cocina a "tomar un vaso de agua", en vez de eso saco una pequeña pastilla tranquilizante, (bastante en realidad.) y le digo a Liam que la tome, que es para agudizar la sensación en el sexo. Este hombre es realmente gilipollas.

Cuando se queda profundamente dormido, lo dejo allí tirado en el sofá, mientras salgo tranquilamente de la casa, esperando al otro impresentable que tenía que soportar.

Pasan 20 minutos y nada, que no aparece. Ni mensajes, ni llamadas, ¡ni señales de humo!

— Dios, donde estará ese hijo de...

En seguida suena mi teléfono y es él, le ha costado al chaval venir, habíamos quedado hace 20 putos minutos.

¿Me llamabas? , mon petit meurtrier. —dijo algo galán y con un tono de superioridad, ¡y el francés! Ese hombre no se cansa de insistir.

— Para ser exactos, me llamaste tú, ma petite menteuse. —dije con un tono un tanto sarcástico, por no decir demasiado sarcástico.

— Sea como sea... Sube al coche Lil, nos vamos de viaje. —dice, y noto como se le escapa una leve risa.

— ¿De viaje? ¿A nunca jamás? —pregunto irónica acercandome al coche que tenía, y abriendo la puerta para entrar en el.

Cuelgo en teléfono y cierro la puerta del coche levemente.

— A nunca jamás, efectivamente, porque jamás volverá a ver la luz nuestra peq... —le callo posando mi dedo índice en sus labios y sonrio maliciosa.

— Ya calla y conduce idiota, vayamos a matar a Susan Walker, mi querido Mike Jonhson.

La verdad de Marie Walker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora