06-01-1966- Jueves
El reloj marcaba las 3:00 de la tarde cuando un joven de tez clara y aproximadamente 13 años llegó. Para aquél pequeño ese lugar era un mundo diferente, puesto que percibía diversos olores y sonidos; unos más agradables que otros.
Muy cortesmente los invitaron a pasar para ser guiados por una mujer baja cuya cabellera se encontraba cubierta por un manto largo. Él estaba tan perdido en el traje de aquella señora que no se dio cuenta en el momento que llegaron a la oficina principal.
-Buenas tardes Señora, he aquí el nuevo joven- Se hizo a un lado para que su mayor le viese mejor.
-Hola pequeño-Dijo sin ninguna expresión- este será tu nuevo hogar.
-¿Ho-hogar?-Tartamudeó- Mis padres no me dijeron nada- Todo estaba bastante confuso, de por sí se encontraba en una especie de trance.
- Es mejor que te acostumbres- se paró a su lado- Llevadlo a su cuarto para que se prepare.
-Si señora- Respondieron tres jóvenes que se encontraban en un rincón del pequeño salón.
Mientras caminaba por los pasillos a la par de las jóvenes, su mente imaginaba diferentes historias debido a la antigüedad del lugar.
-Este es tu cuarto chico-Fue halado del brazo- cámbiate rápido para que vayas al salón principal.
Tomó lo que aparentemente sería su ropa- ¿El baño?- Preguntó tímidamente.
Ellas rieron en coro- De verdad eres un niño, cámbiate ahí y sin discutir, no tenemos tiempo.
Él se sentía incómodo, nunca había tenido algún tipo de interacción con mujeres, o no de ese nivel, y tener que cambiarse delante de ellas no era la más bonita manera de iniciar. Sin embargo, no le quedó más opción.
Cuándo se terminó de vestir fue llevado al salón y se llevó un gran impacto. Era más grande de lo que pensaba y habían muchos niños. Se sentía capaz de adivinar las edades, juraba que la gran mayoría estaba entre los 8-13 años, tal vez una que otra excepción.
Su rostro giró y notó que las jóvenes ,anteriormente acompañantes, ya no estaban, ahora era él contra el mundo. Un poco exagerado pero de esa manera lo sentía.
Sus ojos recorrieron todo el lugar y al final se posaron sobre otro joven, aparentemente solitario. Un poco nervioso decidió acercarse, necesitaba entablar una amistad.
-Ho..la- Dudó un segundo- Soy nuevo.
-Hola- Le miró a los ojos- lo sé.
-No eres de muchas palabras ¿No?- Le sonrió lo más amable que pudo.
-Mira, te seré directo- Se levantó de su rincón- No te confíes de nadie ¿Entendiste?-Salió del cuarto casi corriendo y el joven no hizo más que seguirlo.
-Espera-Lo alcanzó y tomó la muñeca- No sé qué pasó, mis padres no me dijeron y ahora estoy aquí. Este lugar es desconocido...- Fue interrumpido por el otro presente.
-Niño- se giró- Primero que todo ¿Cómo te llamas?
-Jungkook- respondió- Jeon Jungkook.
-Un gusto Jungkook- Se paró delante de él- Soy Jimin y te doy la bienvenida al infierno.
La respuesta fue algo inesperada para Jeon, eso lo dejaba con más miedo e intriga. El otro chico notó el nerviosismo en él y decidió cambiar de tema.
-¿Sabes tu edad?-Preguntó.
-Sí, tengo 13 años. ¿Tú?- Quería tener por lo menos un amigo.
-14- Dijo mientras inclinaba un poco la cabeza al lado izquierdo. -14 años.
-Pensé que eras menor- Sonrió tímidamente- no lo aparentas.
-Que tenga cachetes no me hace menor- Refutó- en fin. ¿Sabes en qué cuarto te toco?
-No, digo sí pero no me acuerdo del número. –Sintió un poco de timidez.
-¿Sabes llegar por lo menos?- Su paciencia estaba por terminar.
-Sí, bueno no- Ahora sí que se encontraba en problemas- no puse mucha atención.
-¿Dónde pretendes pasar la noche?-Exclamó subiendo un poco el tono de voz- ¡Serás estúpido!
-Perdón, podemos preguntar...- Fue cortado directamente.
- ¡Jamás preguntes, jamás les dirijas la palabra!-le gritó con enfado y miedo.
-Entiendo, no debes gritar- Se impactó demasiado al ver el joven en ese estado- ¿Puedo saber por qué?
-Sólo- respiro- no lo hagas. Ya veremos cómo encontraremos tu cuarto.
-Eso significa ¿Somos amigos?- Realmente necesitaba uno.
-No... no tengo amigos- Su voz se debilitó- compañeros de batalla ¿Te parece?
El menor no entendía del todo pero decidió no preguntar y sólo asentir cómo aceptación a dicho nombre. Al final ¿Cuál sería la diferencia?
Ellos estuvieron deambulando por el lugar, era cómo un tour por el Colegio, la única diferencia es que este era más deprimente y espeluznante. El pequeño en estatura estaba haciendo el mayor esfuerzo para contarle cada detalle al menor puesto que su memoria era algo pésima y el más alto no colaboraba.
Las campanas sonaron, las cuales indicaban que la noche había llegado y debían ir a cenar para luego dirigirse a sus habitaciones. Los dos aventureros se sentaron en la última mesa esperando pacientemente su respectiva comida.
El estómago de Jungkook rugía del hambre, sin embargo, el apetito se le fue cuándo vio lo que había en su plato. ¿Eso era realmente comestible? No entendía cómo los demás permitían que dicho invento pasara por la garganta.
-¿Debo comerlo?-le susurró a Jimin
-Claro que si- le contesto éste, quien no paraba de atragantarse- a no ser que quieras problemas.
El menor hizo un ademán de comprensión y se resignó a comer. Al final, no supo tan mal cómo lo esperaba, sólo le hacía falta un poco de sabor, sal y cocción.
Cuándo dicha pareja acabó se dirigieron a sus cuartos. Para la suerte de Jungkook, Jimin era uno de sus compañeros. El menor realmente le estaba considerando como un ángel.
-¿Quién es este?- Le preguntaron a Jimin.
-Es el nuevo, no lo molestes ¿Puedes?- Le empujó.
-A claro, conseguiste otro novio- Le sonrió fríamente.
Jimin se giró quedando cara a cara frente a su contrincante- Mejor te callas la boca Taemin, no quiero pelear.
Jungkook iba a hablar pero las tablas del pasillo estaban sonando, alguien se dirigía en dirección a su habitación.
-¡A dormir mocosos!- Gritó una señora al traspasar la puerta- Mañana les espera un gran día- Sonrió tétrica-mente. –Dios se apiade de ustedes.
En ese momento todos se dirigieron a sus camas sin pronunciar una sola palabra. Se sentía cómo si la muerte hubiese entrado y matado toda la "felicidad".Lo único que se logró escuchar al cabo de unos minutos fue el susurro de uno de los 5 chicos que estaba en dicha habitación.
-No es como si Dios velase por nosotros.

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Expósitos
DiversosTanto su alma cómo cuerpo estaban destruidas. Ya no les quedaba nada, sólo dejarse llevar y aceptar su triste realidad. -Lo que estamos haciendo está mal- Dijo mirando a esos ojos avellana. -Todo en este lugar está mal-Tomó suavemente el rostro del...