Todo transcurrió con normalidad, la rutina de limpiar los servicios, engrasar las máquinas del Gimnasio y después de ordenar todo; inclusive tenía tiempo para hacer mis rutinas, la señora Claudía había dispuesto para mi parte del desayuno energético para los empleados del negocio. Además de ello me permitía quedarme tiempo después de cerrar al público el realizar mi rutina de ejercicios, en esos tres meses me di cuenta que había incrementado mi masa muscular y mi energía se empezaba a sentir como la de un caballo listo para una competición.
Sin embargo, un día al regresar a casa encontré a Valentina llorando y con un moretón encima del pómulo derecho que atenuaba su piel morena clara.
Valentina... ¿Qué pasó? — Le pregunté al verla tras abrir la puerta.
¡Ay Ezzío..! fue Gabó... — Me respondió sollozando — El vino mareado y me increpó de la manera como te miraba y como te atendía, además noté que tenía olor a perfume barato, cuando le pregunté al respecto, se enfureció más y, quiso obligarme tener relaciones con él y me negué...
¿Y dónde está Gabriel? — Dije en voz baja.
No lo sé, salió hecho un toro pa' la calle, dijo que no quería saber na' de mi y que me olvidara de él.
Valentina había sido muy atenta conmigo, pero nada fuera de lo normal, es más yo siempre admiraba el amor que le profesaba a su marido, pero de eso a que se haya insinuado era totalmente anormal.
Por lo pronto Valentina, toma asiento voy a la farmacia a comprarte algo para el moretón — Supuse que por temor a que la vieran así, no había hecho nada aún para menguar esa hinchazón.
Salí pronto de la casa y me dispuse a buscar en la farmacia al para el moretón que tenía Valentina, al llegar a casa toqué la puerta de su habitación y discretamente se lo di... mas esa noche Gabriel no vino a dormir, estuve atento a cualquier ruido o indicio de su venida, la cual no se produjo nunca.
Era de mañana y la buena Valentina no salía de su cuarto, así que yo me dispuse a hacer el desayuno cuando de pronto se oyó la puerta sonar, la abrí segundos después y me di cuenta que era "Gabo"
Hola Ezzio , ¿ Puedo entrar... ?
Adelante "chamo" esta es su casa; pero toca esperar ella está durmiendo aún — le dije con cierto enojo.
Mira Ezzio yo...
Mira nada "Chamo" ¿me oyó...? ¿Cómo se le ocurre a Uste' que yo voy ha faltarle al respeto con su mujer? —lo interrumpí, un poco molesto sobre lo que pasó.
Lo siento — dijo él.
A mi no me tiene que pedir Perdón, uste's trate de entender que lo único que quiero es la felicidad y tranquilidad de los dos.
Si, lo sé — dijo Gabo
Mire "man" ahorita, me voy pa' el trabajo, pero no me voy a menos que uste' me prometa que nunca se va encabritar como hizo anoche, la pobre Valentina está herida del corazón y de la cara. Esa mujer lo ama a uste' y lo respeta.
Trataré de conversar con ella—
Conversar na' — le dije.
Usted ahorita se recuesta en el sofá donde se duerme y descansa. ¿Estamos?..
Ok — dijo Gabo en voz baja.
En una forma diligente Gabriel, se recostó y en pocos minutos se quedó dormido. No obstante, tras unos segundos el cuarto de Valentina se abrió, la cual se me quedó mirando a los dos.
Valentina — le dije — me tengo que ir ya, se me hace tarde.
Lo sé — dijo la mujer de Gabo
Mire "juciosa" con el celular ¿Eh? — que cualquier cosa yo vengo ¿Ok?
Ya Ezzio, "mijo" se le va hacer tarde— dijo — que yo me encargo por si despierta.
La mañana transcurrió sin tener alguna llamada de emergencia, cuando regresé a casa los encontré junto cenando y prometiéndose que se iban a separar nunca, mientras por mi parte decidí encontrar otro lugar donde vivir para evitar mayores problemas.
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Una oportunidad
Short StoryTrata la historia de un joven venezolano y su espíritu de emprendimiento en el Perú.