Atracción

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Ser feliz no significa que todo está bien,

significa que quieres ver más allá de las imperfecciones.

Tap tap tap... tap tap tap...

HyunJin levantó la vista de su iPhone con el ruido. La única otra persona en la sala de espera del decano, era el chico en el sofá junto a él. El hombre tenía quizás dieciocho años, delgado, con el pelo corto y castaño y era un par de centímetros más bajo que él. Parecía estar nervioso. Jugueteó con el maletín marrón en su regazo, mientras rebotaba instantemente el pie del suelo.

También era lindo e hizo su radar gay sonar como una sirena de niebla en una mañana tranquila. Al darse cuenta de que estaba mirándolo, levantó la vista. HyunJin sonrió. El muchacho apartó la mirada rápidamente.

Se preguntó qué le había traído hasta aquí. Tal vez, al igual que él, sería entrevistado para el cargo de 'Asistente de profesor' en la Universidad Yonsey, un trabajo que muchos estudiantes graduados codiciaban.

Con un trabajo en Yonsey, obtendría una exención de matrícula para el programa de doctorado que la universidad ofrecía y un salario para gastos de manutención, así como una mejor oportunidad de hacer la maestría. Conseguir el trabajo significaba que estaría un paso más cerca de su sueño de convertirse en un académico respetado en su campo elegido. Pensar en ello lo tenía mareado y nervioso por la emoción.

El tipo empezó a mover el pie de nuevo. Miró la hora y se dio cuenta de que todavía quedaba media hora antes de su cita con el decano. Miró al chico. Hm... ¿por qué no? No había nada de malo en hacer una pequeña charla mientras esperaban su turno.

—Hola —dijo, y extendió la mano—. Soy Hwang HyunJin.

El otro hombre se quedó mirando, viéndose un poco aturdido, pero después de unos segundos, aceptó el apretón de manos. La mano del hombre se sentía bien en la suya, no era demasiado suave, pero no demasiado dura tampoco.

—Kim SeungMin —dijo, y rápidamente soltó la mano extraña.

—Estoy aquí para el puesto de asistente de profesor. ¿Y tú?

HyunJin sonrió. Su habitual sonrisa de comercial de dentífrico, garantizada para hacer que a las mujeres heterosexuales y hombres homosexuales se les debilitaran las rodillas, o eso decía la gente.

—Yo también. —La voz de SeungMin era rígida y su expresión no era precisamente agradable, pero su aparente falta de interés no disuadió al chico en lo más mínimo.

—Estoy especializado en medicina social. No es un campo común todavía, pero soy optimista. ¿Qué hay de ti?

—Sociología.

—La sociología es un gran tema, Seung-ah. No te importa que te llame Seung-ah, ¿verdad?

SeungMin lo miró con una expresión indescifrable en el rostro.

—Me puedes llamar SeungMin —agregó él.

Silencio. Aunque estaba decepcionado, lo intentó de nuevo con una sonrisa tan ancha que su boca dolía, pero el castaño sólo desvió la mirada. Esta era la primera vez que HyunJin había recibido el tratamiento del silencio en un primer encuentro, pero él nunca se rendía, así que él siguió adelante.

—¡Impresionante! Podríamos ser colegas. Tal vez podamos ir a bares juntos, contar chistes, y compadecernos de nuestros asesores y estudiantes sin esperanza.

—Yo no cuento chistes —dijo SeungMin.

—Oh. —HyunJin sacudió su cerebro por algo que decir. No estaba acostumbrado a perder las palabras. ¿Hoy había algo mal con su encanto habitual? SeungMin llevaba un traje marrón y su postura era rígida. Tenía el aspecto de un hombre que tomaba en serio sus estudios. Era hora de cambiar su enfoque.

Teoria de la atracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora