Juegos absurdos

12 2 1
                                    

Mientras camino por la acera siento la presencia de alguien, es como si me estuvieran siguiendo, de seguro ya me volví loca o tal vez no, lo importante es que por fin podre hablar con Liam de lo que nos está pasando. 

Cuando por fin llego al Mars's  escojo una mesa junto a la ventana mientras espero a Liam, no fijamos una hora pero el sabe cuanto duran esos exámenes, ya que el si pudo postular cuando recién llegamos, prefiero creer que si sabe y que ya esta en camino, aun no lee mi mensaje pero tampoco insisto, no hay prisa.

Media hora después. 

-Señorita, ¿ya se decidió por algo de nuestro menú?- pregunta el mesero por cuarta vez desde que llegue.

- Si, una malteada de oreo por favor.

-Enseguida se la traigo.

Cuando el mesero regresa con mi malteada, al dejarla en la mesa abre la boca para decir algo, pero al ver a Liam se queda frío.

-Gusto en verte Damián- habla Liam mirando fijamente al chico que se encontraba parado frente a nosotros con un uniforme- ¿Vas  tomar mi orden o te quedaras ahí parado mirándome como un idiota? 

-Liam- lo reprendo.

-¿Qué desea ordenar caballero?-

-Mmm, ¿que me recomiendas preciosa?- se dirige a mi por primera vez desde que llego. No emito ni una palabra,  solo puedo mirarlo con ¿desprecio?-¿Qué? eres mi novia- dice la ultima palabra como si quisiera que el pobre chico que nos está atendiendo sepa que tengo dueño y es el.

-¿Limonada?- propongo.

-Excelente elección hermosa- me guiña un ojo el muy arrogante- Bueno ya escuchaste a mi chica, una limonada bien fría y 2 especiales del día - vuelve a dirigirse al mesero.

-Enseguida sale su orden.

Lo único en lo que pienso en este momento es que estos dos se conocían y al parecer no se llevaban bien.

-Y bien, ¿Me vas a decir que te pasa?-pregunto algo enojada.

- ¿De qué?¿Lo dices por el empleaducho ese?- me mira confundido.

- No, con respecto a nosotros.

-Ahh, si eso- se puso nervioso y pensó por un momento como si su siguiente frase o cualquier cosa que me dijera fuera a atravesarme como mil cuchillos, o tal vez solo era mi imaginación-Primero comamos algo-dijo finalmente.

-Está bien- digo sin más.

Cuando el mesero trajo nuestros pedidos, Liam me miro fijamente como si estuviera analizando cada uno de mis movimientos, y yo no pude hacer nada más que apartar la vista.

-Bravo Ámbar- pensé

No fue hasta es escuché que Liam empezó a comer que pude volver a mirarlo para imitar sus movimientos, pude notar que Liam empezaba a ponerse nervioso cuando estábamos terminando de comer. ¿Qué como lo sé? No es dificil adivinar, cuando algo le preocupa o se pone nervioso empieza a mover su pierna derecha con rapidez, de arriba a abajo, típico en el.

-Liam-llamo su atención y cuando la tengo sigo hablando- Tenías algo importante que decirme ¿no?.

-Ámbar, mira yo sé que hace mucho tiempo estoy distante contigo y en serio lo siento, pero no puedo continuar con esta farsa- al ver que no obtendrá respuesta por mi parte, continúa- Se que necesitas una buena explicación,  pero no la hay, ya no siento nada por ti, agradezco todo lo que me diste en estos años pero es hora de buscar a alguien que nos haga felices.

-Déjame ver si entiendo,  ¿Estás terminando conmigo, por qué no te hago feliz?- respondo con brusquedad.

-No, bueno  sí.

-¿Hay alguien más?

-Ámbar, solo olvídate de mí y de lo que algún día fuimos.

-Pero dime en que falle para poder entenderte Liam, no es justo que de la noche a la mañana me salgas con esto, hace 20 minutos casi gritas a los 4 vientos que era tú novia, en serio que no te entiendo - digo con lágrimas en los ojos.

-Lo único que tienes que entender es que ya no me gustas,  no te quiero Ámbar y golpeame si eso te hace sentir mejor, pero esa es mi decisión y no la cambiaré.

Agarro  mis cosas lo más rápido que puedo y salgo corriendo de ahí sin mirar atrás, no se exactamente cuanto corrí pero cuando me detengo se que me alejé lo suficiente ya que me encuentro en una parada de tren completamente desconocida para mi, lo único que veo a mi alrededor es una banca donde decido sentarme a descansar un rato. En mi cabeza no dejan de retumbar las palabras de Liam y si al final mis sospechas se hicieron realidad, cada una de sus palabras se clavaron en mi piel como si fueran cuchillos.
Como si no bastará con eso, ahora me encuentro pérdida y el clima no está a mi favor, parece que en un rato empezará a llover, decido sacar mi celular pero oh sorpresa, no es mi celular el que estaba entre mis manos, es el de Liam, de seguro que el mío lo tiene el, intento desbloquearlo pero el patrón no es mismo que el de la ultima vez.

-Bien hecho genia- habló mi subconsciente.

Empiezo a caminar por la misma calle que me trajo hasta aquí,  para mi suerte a unas cuantas cuadras del lugar hay un pequeño parque, donde decido sentarme un rato a pensar, no tengo apuro de llegar a casa, así que me siento bajo la sombra de un árbol que se  encontraba en una esquina del parque.
Hay uno que otro niño jugando, y pienso en que ellos están en la etapa más bonita y no lo saben, recuerdo cuando tenía su edad, soñaba con ser mayor pero ahora que lo soy, veo que nada es como pensé que sería.

-Veo que alguien más me gano mi lugar favorito- escucho una voz masculina que me saca de mis pensamientos.

-¿Me hablas a mi?.

-A quien más le hablaría, ¿Al árbol?-pregunta sarcástico

-Muy gracioso, mira no estoy para tus juegos absurdos, si no es mucha molestia, ¿Podrías irte?

-Considerando que estás en mi lugar pienso que es otra persona la que se tiene que ir. Por cierto mi nombres es Christopher.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Secuestrada y Enamorada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora