Capítulo 12

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Diosa: Jeje... - se pone en el medio de los dos novios, pues ella sería la que diga las palabras- estamos hoy aquí reunidos para celebrar la unión de ...

Umbreon: Se imaginan casarse?

Vaporeon: no. Es algo estúpido.

Espeon: sería hermoso - sus ojitos brillaban al pensar en casarse-

Leafeon: lo mismo digo. Tener a tu novio a tu lado y decirle.

M Garchomp: si. Acepto.

Leafeon: eso jeje... Espéren, ya?

Diosa: Lilligant, aceptas a Garchomp como tú esposo?

Lilligant: si. Acepto - decía muy alegre y enamorada.

Diosa: entonces, los declaró marido y mujer. Puede besar a la novia

Espeon: awww que bonito.

Umbreon: por un momento creí que el dragón nos iba a saltar encima a ...

Vaporeon: Umbreon!. Ese dragón es inofensivo. No sería capaz de hacernos algo.

Tras la unión de los novios en sagrado matrimonio. La fiesta continuaba aún más que antes, los novios bailaban con sus amigos y, porque no, con los desconocidos.

Así la fiesta continúo toda la noche, cada hermano hizo lo suyo, Umbreon bailó con Espeon toda la noche, Leafeon también bailó pero más que nada lo hizo sola; pues a ella no le gustaba hablar con los demás. Vaporeon, la más social de todas, se quedó en su mesa comiendo y probando todo tipo de comidas. Luego de que el reloj diga las 2 de la madrugada, los Hermanos decidieron volver a su cuarto. Fue un viaje algo alborotado, pues todos, menos Vaporeon, hablaban de como la habían pasado en la fiesta.

Al llegar a su habitación, todos se fueron directo a la cama para dar por finalizado un hermoso y largo día.

Y así fueron pasando los meses en la mansión, Vaporeon tenía una actitud muy cortante con su hermano Umbreon, el cual a su vez tenía una relación muy buena con su hermana Espeon. Leafeon sólo se quedaba callada al oír discutir a ambos hermanos que elevaban la voz cuando no querían admitir la razón del otro. Una tarde, luego de discutir con Vaporeon, Umbreon decidió salir a tomar aire en los pasillos de la mansión.

Era una caminata común, sin ningún estorbo, pues el pequeñín necesitaba aire para despejar su mente de la problemática Vaporeon que se encontraba en su casa. Siempre se pregunto el porque su hermana cambio su actitud con el, ya no era la dulce y adorable Vaporeon de antes de entrar en la mansión, "a que se debe tal cambio?" Era una pregunta que el muchacho quería preguntarle a su hermanita preferida. El solo se replanteaba el porque de todo hasta que una dulce y agradable voz le hizo voltear y ver a la única que lo apoyaba en todo.

Espeon: Umbreon? Estas bien?

Umbreon: Mmm? - voltea para ver a su hermana - Espeon, como estas?

Espeon: esa es la pregunta que te acabó de hacer bobo. - le toca la nariz con su cola- yo estoy bien. Pero, que hay de ti?

Umbreon: emm, trato de estarlo pero me preocupa Vaporeon. Ella ... No era así, por lo menos conmigo.

Espeon: Que tal si vamos al parque y me cuentas más detalladamente?

Umbreon: Si quieres

Juntos ambos fueron hasta el parque que había en la mansión. Mientras iban, Espeon le contaba chistes a su hermano para distraerlo un poco, cosa que logro. Una vez que llegaron al parque, ambos hermanos se sentaron juntos en la banca de siempre. Ella, como todas las veces que venían al parque, tomaba la pata de su hermano para calmarlo y hacer que se sienta más relajado.

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