Todo cambia

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¡Aahaha!-gritó una mujer, estaba súper asustada.-¡Sueltame, Sueltame!-gritaba desesperada.

Sujetada fuertemente de las muñecas por un hombre joven, alto, con aspecto misterioso, ojos grises y pelo oscuro. La mujer intentaba escapar pero por mucho que lo intentaba no podía con la fuerza de ese hombre.De repente se escucha a un bebé llorar.

-Por favor no le hagas daño solo es una criatura inocente... -Suplicando se lo pidió la mujer, que estaba sujetada por una cuerda a una silla, inmóvil y desolada.

-Shhh, mira Rousse, tu lo quisiste, ¿vale?,no es mi culpa que me rechazaras como un perro y te fueras con ese imbécil- Se lo explico aquel hombre.

-No por favor, no lo hagas, matame a mi si es necesario- lloraba sin aliento aquella mujer.De repente el hombre se le acerca y le besa en los labios, la mujer trataba de empujarle negandose a dárselo.

-No puedo hacerlo eres irresistible a mis encantos, mataría al cerdo ese pero... -empieza a reírse fuertemente -digamos que esta mas "protegido"-sigue riéndose.

-Lo siento, por no corresponderte pero no tienes porque pagarlo con los demás, mi marido y yo podemos ayudarte y...- Sugirió la mujer tratando de calmar la situación.

-Tu marido... tu marido te llevo a la ruina, ¿no lo ves?, y ese asqueroso bebé es el fruto de vuestro falso amor- Al hombre se le saltaban las lágrimas de tanta frustración causada.

-¡Te etivocas! Yo le amo y él a mi, nuestro amor es verdadero y somos una familia feliz, porfavor no mates al bebé- manifestó aquella mujer.

-¡No, no te ama, ni te amará!- Sin pensarlo mas saca un cuchillo del bolsillo y se lo clava a la mujer. Aquella mujer muere entre llantos y lágrimas.
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Se levanta de su cama angustiada una joven con aspecto sudoroso.Se pone en pie, mira el reloj y ve que son las 7:00 a.m., suspira y piensa aliviada -solo fue un sueño...-
De repente una mujer, vestida de criada toca la puerta- Señorita Evangelin,¿puedo pasar?-La joven se sentó en su tocador y ordenó -Ssi... -entonces entró una mujer y le miró sonriente.
-Buenos dias señorita Evangelin, el desayuno esta abajo, le ayudaré a vestirse- afirmó la mujer.
Mientras la mujer le apretaba el corsé a la joven,la criada comentó- Y... ¿Está nerviosa señorita?-
-¿Por que debería estarlo? Seguramente será como siempre una cena cualquiera... -
-Pero hoy viene Marnie a merendar y por la noche será la fiesta en honor a vuestro padre- informó la criada.
-¿Y qué? Mientras sea toda una señorita, tal y como me educaron, no pasará nada nuevo, solo será té, pastas, bailes y risas estúpidas...

La criada se reía pensando en lo liberal y justa que era la señorita Evangelin. No se podía imaginar que con tan corta edad que tenía aquella muchacha podría ser tan franca e inteligente.

-Si, desde luego casi todas las fiestas son así-
La criada termina de vestirla, Evangelin se sienta en su tocador mientras esta comienza a cepillarle su hermoso cabello rubio.Le estaba haciendo el clásico peinado una trenza con un lazo azul que pegaba con su vestido azul celeste.

-Bueno y aunque pasase algo novedoso tampoco seria para tanto ¿no cree Amanda? Yo creo que todo seguirá justo como ahora- la joven no se sentía a gusto, ella sabia según lo que le inculcaron sus padres, que su deber es casarse con un apuesto joven y tener hijos para que la familia descenda, cosa con la que ella no estaba de acuerdo, a ella le hubiese gustado dedicarse mas a las medicinas para que en un futuro ella pudiese ser doctora, aunque en 1925 no era normal un doctor mujer.

-Bueno esto ya esta señorita Evangelin, se ve muy hermosa hoy- dijo con sinceridad a la joven.
-Gracias Amanda, no podría verme asi sin su ayuda. Ahora si me disculpa he de bajar con mi familia al comedor a desayunar- explicó Evangelin siendo cordialmente educada.

La muchacha baja las escaleras, con cuidado para no caerse, con su largo y estrecho vestido. Saluda a todos los del salón, se sienta en la mesa y espera a los demás miembros. En la mesa aguardan su padre, el señor Frank, su madre, la señora Frank, y su hermana pequeña Heassy.
-Buenas Evangelin, ¿como dormiste la noche?- preguntó su madre.
-Bien, madre... -contestó la hija siendo poco franca, ya que ¿Comó le iba a contar semejante sueño a su querida madre? No querría preocuparla o que pensará que estaba loca.
La relación con su familia no era sincera o al menos es lo que sentía Evangelin, su padre se pasaba casi todo el tiempo fuera trabajando con el mismísimo Rey de Inglaterra, su madre se las pasaba de viaje por Europa en festivales de moda y con sus hermanas era algo sincera pero no mucho solían ser bastante crueles con ella, sobretodo las mayores.
-Pero bueno ¿dónde estarán estas mellizas?- preguntó preocupado su padre.
Seguidamente bajan por las escaleras dos jóvenes gemelas, riéndose a carcagadas y susurrandose la una a la otra sobre algún otro dicho tema.
-Buenos días, padre y madre- dicen las dos sonrientes.
-Buenos días hijas - contestó el padre-Bueno vamos a empezar a bendecir la mesa-
Una vez bendecida hablaron sobre los eventos de aquel día. El padre hablaba de lo importante que es la cena de hoy para ellas y de como deberíamos comportarnos ante la realeza. Todas atendieron con mucha atención, Caroline,la hermana mayor, una de las gemelas pensaba en como sería si conociera ella al príncipe Edward un apuesto joven que era heredero al trono, en donde lo verá en la fiesta.Susan la otra gemela pensó, en si estaría su gran amor secreto en la fiesta, Jhon, un hijo de un compañero de su padre, al cual ella estaba super enamorada. Y la pequeña Heassy pensaba en como le quedaría el vestido que tenia propuesto para hoy. En cambio Evangeling pensaba en por qué esa noche era tan importante para ellas, si se supone que la fiesta es de su padre.
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Bueno creo que voy bien, por favor decidme si os gustó y si queréis la segunda parte :3
Chip chip chip

Recuerdos inmemorables (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora