Capítulo 3

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Narra Camus:

Un día más se presentaba ante mis ojos, sonreí no todo podía ser tan malo con cuidado me levanté de la cama y salí a ver a Milo después de todo es mi esposo sólo necesito conocerlo un poco más llegué a su casita con duda golpeé la puerta.

-Pase está abierto
-Hola Milo
-Buenos días Camus
-Milo lo de ayer...
-Lo sé Camus no significó nada querías golpearme...
-En realidad vine a agradecerte

Con mucho esfuerzo me acerqué a darle un abrazo todo lo que dijo ayer me llegó y quiero ser feliz tal vez no sea Surt pero el no me maltrata, besó mi frente.

-Vamos a desayunar
-Claro yo prepararé algo delicioso
-No Camus desde ahora yo voy a prepararte el desayuno
-No Milo, tu eres mi esposo
-Exacto soy tu esposo, tu complemento y no por ser tu esposo estás en la obligación de atenderme eres mi compañero de vida no mi sirvienta
-Está bien sólo por esta vez

Sonreí contra su pecho, me soltó y nos fuimos a la cocina preparó algo de café mientras miraba que había en el refrigerador.

-¿Qué quieres comer?
-Lo que tu elijas
-Vamos cariño dame tu opinión

¿Opinión? Quería mi opinión Surt me hubiera golpeado si no le preparaba el desayuno, eso me dió algo de emoción.

-¿Que hay?
-Haré huevos con tocino, tostadas con mantequilla, leche y jugo de naranja
-¿Acaso quieres que mueran?

Le había respondido a mi esposo cerré los ojos en espera de un golpe pero no llegó al abrir los ojos Milo me miraba con curiosidad.

-¿Hice algo malo?
-No, pensé que me golpearías por responderte
-Eso jamás Camus la única vez que te ponga una mano encima será para acariciarte- Sonrió acariciando mi mejilla
-Entonces te diré que es mala idea la leche con un jugo de naranja
-Tienes razón igual no hay leche y faltan varias cosas más tarde iremos a comprar

Acaso estoy soñando el dijo comprar Surt llegaba a mi casa y tomaba lo que había en mi refrigerador jamás dijo algo como eso.

¿Acaso había otro tipo de hombres diferentes a Surt y a Unity? Tal vez podría acostumbrarme a esto, Milo empezó a hacer el desayuno me quedé mirando pero algo dentro de mi pecho me impulsó a ir hasta donde Milo estaba y lo abracé por la espalda, él acarició mis manos y yo apoyé mi cabeza en su espalda sintiendo su corazón latir rápido.

-Milo...perdón sólo soy una molestia para ti
-No, Camus tu vales mucho sé que esto no será fácil pero siempre estaré a tu lado no importa si el amarte me cuesta la vida y tu amor hacía mi dura un día, no importa yo te apoyaré y te amaré- Nadie me había dicho esas palabras tan lindas lloré de la emoción
-No llores cariño quiero que de ahora en adelante aquellas lágrimas sean de emoción y no de tristeza
-Gracias Milo- seguí así hasta que escuchamos la voz de Hyoga
-Ya están de buenas, saben ustedes los adultos son complicados un día pelean al otro están bien quien los entiende

Milo soltó una risilla lo solté y fui a tomar a Hyoga entre mis brazos aún llorando me puse a lado de Milo quien se dio vuelta para secar mis lágrimas besó mi frente y besó la frente de Hyoga.

-Bueno prometo que ya no pelearé con Camus ahora tomen asiento hasta que esté el desayuno
-¿Podemos ayudarte?
-Claro por que no haber mis pequeños chefs Camus tú bate los huevos por favor yo picare el tocino y Hyoga cantará para animarnos- Hyoga se puso a cantar mientras nosotros preparamos el desayuno de pronto Milo se detuvo

-Camus ¿podrías ver esto? Necesito ir al baño

Asentí mientras veía lo que había dejado Milo, se estaba demorando quería ir a verlo pero Unity entró a la cocina.

-¿Qué haces Camus?
-Hoy el cocinero es Milo papá
-¿¡Que!? ¡Tú deberías servirle no el a ti!

Iba a golpearme porque cerró su puño y se acercó a mi, estaba esperando a que llegue, cerré los ojos, mas éste nunca llegó cuando abrí los ojos Milo lo estaba deteniendo.

-Unity te voy a decir algo por tu bien sí me entero que tu tocas a Camus, toca uno sólo de sus cabellos rojos yo te asesinaré así mismo va si maltratas a Dégel o Hyoga
-¿Y tu quién diablos te crees?- Milo apretó el agarre en su muñeca
-Soy su esposo, Camus es mi esposo y él no es tu sirvienta desde ahora yo voy a servirle a Camus ¿Entendido?

Asintió casi llorando del dolor, Surt habría dejado que me golpee incluso una vez recuerdo que lo hizo con el apoyo de Unity.

-¿Estás bien?
-Sí-

Sonriendo vino hacía mi y me abrazó sentía algo en mi corazón que no sabía descifrar ¿Qué era lo que sentía? No lo sé pero se sentía muy bonito.
.
.
.

Más tarde...

Me encontraba en mi habitación mirando afuera como Milo conversaba con su padre se veía feliz, lo miré detalladamente tenía un cuerpo perfecto, un cabello rebelde, sus ojos expresivos y sus facciones perfectas.

Sonreí y bajé a ver si necesitaban algo pero ellos iban entrando a la casa fui a darle un abrazo a Milo se sentía cálido

-Vamos a comprar la despensa ve a cambiarte ponte algo bonito- lo miré serio ¿Acaso no le gustaba como me veía?
-Era una broma sólo ve a vestirte Camus-Iba a cambiarme de ropa y Dégel apareció
-¿¡Cómo es eso de que no le serviste a mi esposo!?
-Deja que te explique Dégel
-No te metas Milo
-Si me meto él es mi esposo, no es tu sirviente ni el sirviente de tu marido me escuchaste- asintió avergonzado y se fue, yo también me fui a cambiar
-Tío Camus ¿Vas a salir?
-Sí
-¿Puedo ir?
-Dejame ver que dice Milo- asintió triste seguro le pasó algo bajé a la sala con Hyoga
-Tío Milo ¿Puedo ir con ustedes?
-¿Tú crees que te va a llevar? ¡Que iluso niño!
-Pero papá...
-No me llames así que no soy tu padre ¿Quién sabe de quién serás hijo?
-Hijo no creo que deberías llevarlo hace mucho frío afuera
-Soy un tonto por eso nadie me quiere me odian

Me dolía verlo así que quería consolarlo pero no sabía cómo pero Milo nos sorprendió y tomó entre sus brazos dejando que Hyoga llore en su hombro.

-Yo no te odio pequeño, yo te adoro ya no llores y no te preocupes yo te llevaré en mi auto vamos al parque

Milo cargó al niño mientras yo estaba impactado definitivamente Milo era muy diferente a Surt, él le hubiera gritado, Milo me sorprendía mucho fui a su auto, me subí y el subió a Hyoga conmigo.

-Ponte el cinturón
-Yo no sé como-Esperaba una respuesta agresiva algo así como "eres un inútil"
-Tranquilo yo te lo pondré ¿me permites?

Asentí mientras Milo ponía el cinturón luego cerró la puerta y dio la vuelta para entrar a su auto. El viaje hasta el parque fue un poco largo pero estaba muy bonito.

Milo se fue a jugar con Hyoga mientras yo leía estaba muy concentrado hasta que noté que alguien me miraba, Surt estaba ahí con una muchacha de mi edad embarazada.

-Hola Camus
-Surt
-Veo que estás sólo...
-No vine con mi esposo y mi sobrino
-El mocoso-Milo se acercó
-Camus tienes una toallita húmeda
-Pensé que te decía mi amor, cariño o te trataba bien- Milo sonrió triste
-Milo me trata mejor que tú, él no me abandonó siguió siendo mi esposo a pesar de saber sobre mi pasado
-No te hagas yo te trataba mejor que éste, además te recuerdo que el señor aquí presente es parte de tu pasado
-Milo mi amor ¿nos vamos?
-Claro yo cargo a Hyoga

Dije ese "mi amor" sin pensar, sin sentirlo, ya que, yo aún seguía sintiendo amor por Surt Milo se veía feliz y cada sonrisa que veía acrecentaba más mi odio o no lo se él es diferente pero mi corazón aún le pertenece a Surt.

Continuará....
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Mi Salvación (CamusxMilo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora