✩ ─「༻Capitulo 1༺」─✩

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El día que había llegado a Corea mi ropa se encontraba doblada perfectamente en la maleta, el calzado estaba dentro de unas bolsas dejando espacio para lo demás al igual que mis objetos y cosas personales que había llevado como cepillos de dientes y alguna que otra fotografía de mi pequeña familia, cada cosa ocupaba su lugar sin molestia alguna, como si mi progenitora hubiera hecho un maldito pacto con el diablo para que todo este en un perfecto orden.

Pero hoy no tenía a mi madre conmigo y eso de tener mi equipaje bien limpio y ordenado no era posible. Llevaba no más de veinte minutos tratando de que todo quedase como aquel día, al no conseguirlo terminó agarrándome un ataque y doble la ropa como si fuera papel, todo estaba hecho un desastre, pero se podía cerrar y eso era lo importante. Sonreí y me di vuelta, encontrándome con unos borcegos sobre la cama y otro poco de ropa amontonada. Hice un par de señas hacia el cielo pidiéndole a quien sea que cumple esas cosas que me de un poco de paciencia.

—Veo que tienes problemas. —Desvié mi mirada hacia la puerta de la habitación, allí estaba Lucille, apoyada en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa burlona, de seguro eso era por que estaba viendo todo el desastre que conllevaba para mi aquel regreso a mi país—. Eres un maldito desastre Hanna.

—Saca esa maldita sonrisa y ayúdame. —Ella se acerco a mi y me dio un leve empujón quitándome del camino.

—Déjale esto a una profesional del orden. —Acomodo su cabello ondulado en una cola de caballo y luego estiró sus dedos haciendo que estos soltaran ese particular sonido de huesos rompiéndose, empezó a correr el cierre de la maleta, cuando este llegó al tope la ropa salió por los costados haciendo que me dedicara su mirada de desesperación, yo sonreí apenada, si Lucille viera mi habitación le agarraría un paro cardíaco y luego caería desmayada—. Si, definitivamente eres un desastre.

Lucille era una chica muy ordenada, todo el año se la había pasado en mi departamento tratando de mantener en orden mis cosas, se enojaba bastante, pero eso me hacía sentir en casa, me recordaba a mi madre la cual se la pasaba todos los días tratando de que yo sea una persona más pulcra, como Lucille, pero nunca lo logró y en los últimos años ya solo se burlaba de mi desastre y me decía cosas como "así nunca vas a conseguir una personas que te quiera".

Estaba ansiosa por estar allí otra vez, quería molestar a mi hermano y tener mis peleas cotidianas con mi papá sobre los veganos y respecto a lo que estaba bien y mal comer. Mi vuelo salía dentro de dos horas, normalmente siempre dicen que el avión llega en catorce horas a Nueva York, pero el mío tenía una escala en España y eso hacía el viaje más duradero, extendiéndose a unas veinte horas.

—Todo listo Han. —Me colgué del cuello de mi amiga, que por cierto era bastante alta—. No sabes lo que voy a extrañarte. 

—Ya sabes que debes visitarme cuando vuelvas a Estados Unidos. —Le guiñe un ojo y ella me sonrió.

—Ojalá consigamos un trabajo en el mismo hospital. —Nos dimos otro abrazo, pero esta vez ella rompió en llanto—. No se como haré esto sin ti Han, me sentía segura teniéndote a mi lado y estudiando juntas.

—No llores Lucille, eres una chica muy lista, incluso más que yo, estoy segura que podrás con esto. —Ella asintió, pasó el torso de su mano por los restos de lagrimas que quedaban en su rostro, mostrándome una sonrisa, una sensación molesta se adueño de mi estomago.

Lucille vivía cerca de mi casa, a pesar de eso nunca nos habíamos visto hasta ahora, ella llegó de intercambio dos meses después que yo y al poco tiempo de hablarnos ya habíamos formado una amistad muy solida, nos juntábamos a estudiar juntas y nos ayudábamos la una a la otra.

Hasta el fin del mundo//Taehyung-BTSWhere stories live. Discover now