Primera parte; Luhan y Sehun.

1.9K 196 18
                                    

Ya habían pasado cuatro años; pero para Luhan las cosas apenas habían cambiado. Vale, sí, ahora vivía con Sehun en un lujoso apartamento en pleno centro de la ciudad, pero lo que no había cambiado ni siquiera un ápice eran sus sentimientos hacía él; seguía igual de enamorado como el primer día.

 Después de todo lo sucedido, que fue una verdadera locura, Sehun consiguió acostumbrarse con rapidez a la vida de ser un humano. Lo que más le costó fue recuperar el apetito, así como abrigarse cuando hacía frío, o refrescarse cuando hacía calor. Para ello tenía la ayuda de Luhan, que no dejaba de cuidarle y mimarle como si de un niño pequeño se tratara.

 Ambos ya habían terminado la Universidad; Luhan había dejado la astronomía para dedicarse al diseño gráfico, (tenían una enorme habitación llena de ordenadores y tabletas), y Sehun, obviamente, había conseguido un puesto en una agencia de modelos. Tanta suerte había tenido con su atractivo que en un año su cara ya decoraba una vaya publicitaria colocada en un famoso edificio de la capital. Es cierto que su poder de atracción de demonio se había esfumado; pero él que es guapo, es guapo.

 Con sus 23 años respectivamente, (Sehun había adoptado esa edad), ambos vivían perfectamente como una pareja de casados, pese a que no lo estaban ni pensaban dar ese paso todavía. Era tal su felicidad que no eran capaces de acordarse de las personas que, a buenas o malas, le hicieron estar como están.

 Luhan aún manenía el contacto con Baekhyun, no demasiado ya que este estaba estudiando en Paris, pero se solían enviar algún e-mail cuando el pequeño Bacon se lo podía permitir. De Kyungsoo si que no sabía nada, este se había ido de la universidad antes de terminar los estudios, cosa bastante extraña, yéndose y no dejando rastro alguno, (cosa más extraña aún.) Y luego estaban....bueno, siempre que Luhan reunía las fuerzas para hablar con Sehun sobre Jongin, Kris y Chanyeol, algo en su interior hacía que de su garganta no brotara la voz, teniendo que sonreír para que Sehun no se extrañara de aquel extraño comportamiento. Pero lo que el pequeño, o ya no tan pequeño Luhan sabía, es que Sehun no se había olvidado ni por un segundo de sus "hermanos". ¿Habrían tenido la misma suerte que él?, ¿seguirían siendo despiadados demonios? Esas preguntas juntos a otras de miles eran las que ocupaban su mente a la hora de dormir.

 Tanta era su duda que cierto día en el que Luhan había salido cogió uno de sus portátiles y escribió los nombres de estos, así como las direcciones o cualquier dato de referencia; pero como era algo obvio, no salió ningún dato. Ni si quiera en el anuario escolar, aunque tampoco recordaba haberles visto terminar los estudios.

 "Mejor", pensó, "ahora vivo con Luhan, estoy bien."

 Pero por mucho que se lo repetía una y otra vez, necesitaba saber cómo estaban. Sí, vale, habían sido crueles, pero él más que nadie sabía que era su naturaleza ser así, pero también sabía que esa naturaleza podría cambiar a mejor, o bien ser destruida.

Numerosas veces había pensado donde se podrían esconder, si ambos seguían en contacto, claro. -cosa que deseaba pues por separado sería más complicado encontrarlos- pero únicamente lo había pensado. No se atrevía a pasar a la acción, (ya que buscar un poco de información en un ordenador no es que sea algo peligroso), por miedo de que Luhan se enfadara con él.

Cuando todo aquello terminó, el pequeño lo pasó bastante mal. Sonreía, se reía, pero seguía temblando cuando dormía, o sollozando su nombre con voz débil. ¿Y si ya no se acordaba de ellos?, no podía ser el causante de que sus pesadillas reemergieran, no debía.

Éxtasis; EPÍLOGO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora