Stains- #Maytalia

capítulo veinte

Recién despertaba gracias al insistente tono de llamada de mi celular, lo tomé y vi quien era, Mayden, contesté y lo primero que escuché fué su voz histérica.

-Al fín contestas! Que hacías?

-Domir- dije con voz adormilada.

-Ah sí, se nota, pensé que habias encontrado a alguien mejor que yo y ya no me querías- dijo esto último con voz dramatica, reí y rodé los ojos.

-Me estás retando?- dije y reí otra vez.

-No lo sé, tal vez- contestó y antes de que pudiera contestarle lo escuché dando un pequeño grito de su parte, fruncí el ceño y el prosiguió- me acaba de morder airon, se cree que soy un juguete, digo, técnicamente si soy un juguete porque todos juegan con mis sentimientos pero ese no es el tema.

-Mayden por favor, no digas eso amor- dije riendo hasta que noté que le acababa de decir "amor" a mayden.

-Me acabas de decir amor, hiciste mi día- dijo impresionado pero con vacile a la vez.

-Ya no sé ni que decir- dije avergonzada y no lo veía, pero apostaba a que él estaba sonriendo justo ahora.

-Me gustó como sonó eso- dijo y rió - pero no te llamaba para eso, te llamaba para invitarte a salir y no acepto "no" por respuesta.

-Vale, a que hora?

-A las 8 y yo te busco, tus padres ya saben. Por cierto, ponte linda, digo, más que de costumbre- dijo y la curiosidad me invadió por completo.

-A donde vamos Mayden? - pregunté en un tono curioso.

-Pronto lo sabrás, solo debes saber que debes ir linda.

-Vale, adiós, te quiero.

-Yo más- dijo y terminamos la llamada.

Miré la hora, una de la tarde, qué?! Enserio dormí tanto, vaya... Luego de ir al baño y cambiarme a ropa cómoda fui a la sala viendo a mis padres allí hablando.

-Buenas tardes para ambos- dije y besé sus mejillas.

-Quién logró despertarte bella durmiente?- preguntó mi mamá riendo.

-Mayden- dije luego de bostezar y me senté en el sofá donde ambos estaban.

-Ya nos dijo que te invitó para salir a comer hoy- dijo papá.

-Sí, me dijo que fuera linda, pero honestamente no tengo ni idea de que ponerme, pero tengo tiempo así que- dije y me dirigí a la cocina para tomar algo de comer ya que tenía hambre y volví a la sala. Pasé el resto de la tarde viendo peliculas ansiosa hasta que dieron las seis treinta. Me fuí a duchar y al terminar salí del baño de mi habitación en ropa interior para luego, ir al closet y pensar que ponerme, obviamente iría en traje, pero la pregunta era, en cuál? Luego de buscar y re buscar encontré un traje corto negro de flores amarillas muy lindo, me lo probé y me quedaba fantástico así que sin más lo abroche y procedí a maquillarme, lo hice al natural, ni más ni menos, lo necesario, arreglé mi cabello un poco y me puse unas sandalias sencillas pero lindas para luego bajar. Ya en la sala miré mi celular y eran las ocho menos cinco, Mayden estaba por llegar y yo estaba ansiosa.

-Mi vida, tranquila, todo irá bien, solo vais a comer, no es la primera vez que lo hacen, relájate- dijo mi madre intentando calmarme

-Lo sé pero es que me siento rara- dije y reí. Alguien tocó la puerta y cuando abrí vi a Mayden, llevaba una camisa negra con diseños pequeños de barquitos de papel blancos de vestir a manga corta y un jean igualmente negro más unas zapatillas negras, se veía simplemente genial - hola - le sonreí saliendo de mi embobe, me dió un delicado beso en la mejilla

-Hola, hola mamá de Natalia- dijo y sacó un ramo de rosas que traía escondido en su espalda- para ti - dijo y me sonrió, las tomé y me sonrojé.

-Gracias, son muy lindas, las pondré en un florero lindo- dije y así hice, las puse en un hermoso florero amarillo.

-Pues, nos vamos?- dijo y sonreí.

-Si, vamos, nos vemos luego mamá.

-Nos vemos luego mis amores- despidió mi mamá y ambos salimos de la casa para ir al auto de él.

-A donde vamos Mayden!- le pregunté como por sexta vez en lo que ibamos de camino, rodó los ojos riendo.

-Natalia ya lo verás, solo espera, estamos cerca- dijo y yo abrí la boca para decir algo más, pero el me miró sabiendo que iba a insistirle nuevamente. Suspiré frustrada y lo miré.

-Me encanta como te ves- confesé y me miró, sonrió y se sonrojó.

-Tu igual te ves genial- sonreí y miré por la ventana.

Luego de un largo recorrido llegamos a un restaurante de pizza bastante conocido de España. Amaba ese lugar pero, era muy caro. Lo miré y me sonrió. Nos adentramos al lugar y rapidamente nos sentaron, ambos ordenamos lo que queriamos y al traerlo nos dispusimos a comer. Al terminar él pagó, luego de una pequeña discusión de quien lo haría, y nos retiramos del lugar. Comenzamos a caminar por las cálidas calles de Madrid mientras hablabamos.

-Sabes, yo antes te llamaba "el chico de las manos manchadas"- confesé y reí al igual que él.

-Yo te decia "la chica curiosa".

-Por qué?

-Por que siempre me mirabas! Me ponias nervioso- rió al igual que yo.

-Nervioso tú? Yo pensaba que me odiabas!

-Ay Natalia! No se porqué pensabas eso! Era tímido ok? No me atrevía a hablar con nadie- dijo y ambos reímos fuerte.

-Aún sigues siendo tímido- le recordé y estuvo de acuerdo.

-Touché.

Él tomó mi mano y seguimos caminando un rato, miraba las estrellas hasta que de repente páramos en seco.

-Que sucede?

-Bueno pues, se que no es muy romantico ni nada, sabes que no lo soy pero, yo, el chico de las manos manchas quería saber si tú, chica curiosa quieres ser mi novia- dijo sonriendo, yo hice lo mismo y lo besé.

-Sí chico de las manos manchadas, sí- ambos reímos y lo abracé para luego volver a besarlo.

Luego de caminar un rato más fuimos al auto y me llevó a casa.

-Gracias por todo lo de hoy lindo- dije y le sonreí.

-Ah, ya no soy "amor"? Ya veo, interesante- dijo e hizo un puchero en broma.

-Gracias por todo amor- dije y reí dándole un suave beso en los labios.

-No es nada cariño.

-Awww- dije en tono de burla y ambos reímos - nos vemos el lunes.

-Nos vemos el lunes- dijo y besó mis labios, nos separamos por falta de oxígeno y me bajé del auto. Cuando entré a la casa, Mayden se fué despidiéndose con la mano. Mi mamá me miraba ansiosa al igual que mi padre, el cuál llegaba hace poco.

-Formalizamos la relación- dije emocionada y mamá vino a abrazarme.

-Que bueno pequeña!

-Sí, sí, pero Natalia recuerda, siempre cuídate- dijo papá y me abrazó por igual.

Yo seguía sin poder creer lo acontecido hoy, al fin logramos dar ese pasó!