#1.

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Instalaciones subterráneas, nivel 1.

Escuadrón Alpha, se desconoce la hora y no se tienen coordenadas exactas. Las instalaciones subterráneas siempre me han parecido asustadizas y un tanto escalofríantes. ¿Cómo es que hemos llegado tan lejos? La desesperación no es parte de nuestro trabajo y mucho menos la debilidad.

El mercenario, Jake Muller y la agente Sherry Birkin se han topado con nuestro equipo. Al parecer Muller lleva en sus venas la próxima vacuna, al antídoto para éste infierno en vida. El virus C esta acabando con el mundo, las mutaciones observadas son cada vez más notorias y graves, llegando a deformar totalmente al huésped del virus. Hemos pérdido al resto del equipo Alpha y no ha existido nuevo contacto proveniente de la base central. Las cosas se están comenzando a poner muy bruscas. Piers Nivans, Catherine Kerns (la única mujer sobreviviente hasta ahora, yo) y nuestro líder, Chris Redfield somos los únicos sobrevivientes de la B.S.A.A. hasta el momento, cabe añadir que los otros agentes son galardonados por su astucia e ingenio para salir de líos. Leon Kennedy y Helena Harper. Se encuentran en el norte, Estados Unidos. Aún no estamos del todo seguros, pero esa última ciudad... Raccoon City está a más no poder infestada de gente inocente y víctima del virus C, todo se esta volviendo a repetir.

El virus... los infectados... las mutaciones.

Sólo espero que esta vez la B.S.A.A. pueda hacer algo distinto, encontrar un antídoto y salvar a los pobladores de todas las ciudades afectadas. El mercenario que se encuentra en frente de nosotros, comienza a caminar alrededor del escuadrón restante y detiene su paso al estar de vista a vista con Chris. Redfield posa su mirada en él, haciendo que se sienta tensión, presión e impotencia por parte mía y de Piers. Nivans gira su mirada y se encuentra con la mía. Me dedica una de esas típicas muecas de confusión, que básicamente consiste en fruncir su entrecejo y torcer ligeramente de lado sus labios.

El intercambio de miradas matadoras entre Jake y Chris se intensifican un grado más hasta que el mercenario decide irrumpir el silencio y así escupe la primera oración.

-¿Qué tanto me miras?-

Cuestiona, añadiendo un ligero tono de molestia, con una pizca de arrogancia.

-Me pareces un tanto familiar...-

Responde Redfield, siguiendo su pequeño juego de miradas. Él y su obsesión con mirar a las personas SIEMPRE a los ojos. Podría parecer insignificante, pero al parecer a él le significaba mucho. Usualmente menciona que hay que mirar a la gente sin rodeos, sin dudas.

-Albert Wesker...-

Menciona Chris con una mirada llena de cuestionamiento. Sus ojos se han rasgado un poco ante ese cuestionamiento. Puedo notar que su tono de voz ha cambiado y ahora es casi tan frío como un cubo de hielo. Muller enarca una de sus pálidas cejas. Retrocede unos cuantos pasos y comienza a sacudir su cabeza de lado a lado, incontables veces. Lleva su mano derecha a su nuca y la mantiene allí por escasos segundos, hasta que repentinamente se acerca violentamente a Chris, de nuevo de cara a cara. Una de sus manos ha tomado la forma de un torneado puño y veo que se dirige a la mejilla derecha de Chris. Antes de poder tocarle, Nivans alterado aparece en la escena.

-¡CAPITÁN!-

Exclama Nivans a lo lejos, haciendo que su voz se desvanezca a lo largo de las instalaciones.

El mercenario detiene su puño en el aire y maliciosamente lame sus labios. Ahora esboza una macabra sonrisa y esta vez cambia la dirección de sus ojos, para encontrarse con un molesto Piers. Nivans es un soldado respetable, y eso lo he aprendido con lo largo de los años. Cuando se trata de su capitán, para él es como alguna clase de pecado ofender o cometer y conspirar en contra de su capitán. Aunque esto de que Jake se haya atrevido a levantar su puño seco en contra de Chris ya era un caso un tanto peor y más grave. Muller desliza su mano izquierda por su bolsillo trasero del pantalón y de allí saca un revólver manual y muy compacto. Todas las cinco balas se encuentran en su lugar, lo que indica que es un arma cargada. Apunta a Piers a lo lejos, mientras mantiene constante su mirada fría en los ojos de Chris.

-Controla a tu cachorro, ¿quieres?-

Responde ahogando una pequeña risa al final de su oración. ¿Un cachorro fue lo mejor que se le pudo ocurrir? Vamos, ¿qué clase de hombre es éste? Veo que Piers esta a algunos pasos a explotar y noto que él ha estado apuntando al mercenario con su arma todo este tiempo desde que ofendió a Chris. Nivans parece furioso. Ladeo mi cabeza hacia Redfield. Piers tiene que comprender que Chris no ha aprobado su disparo y nunca lo aprobará.

El asunto es entre Redfield y el mercenario de segunda. No es alguna clase de triángulo amoroso... digo, de odio. Chris observa a Jake y se siente casi como si sus ojos pudiesen articular palabras. Muller deja las miradas y esta vez se dirige a Birkin, le toma del brazo y jalonea un poco, finalmente la chica, con fuerza de no sé donde hace que Muller suelte de su brazo. Ahora que lo pienso, he escuchado de su nombre anteriormente. Sherry Birkin... ¿dónde la he visto anteriormente?

-¿Por qué sabe el nombre de mi padre?-

Le susurra enfadado, siempre con el entrecejo fruncido. Sherry niega con su cabeza, parece no saber nada del asunto y al momento en que lentamente abre su boca para responder, se ve interrumpida por nuestro líder.

-Yo lo maté, la chica no ha dicho nada.-

Confiesa Chris con tanta frialdad que lleva a mi espina grandes, mejor dicho, gigantes escalofríos.

Detrás de Piers Nivans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora