MIRRORS ─ KAKASHI HATAKE [NARUTO, 1]

𝐌𝐈𝐑𝐑𝐎𝐑𝐒

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MIRRORS
❪ KAKASHI HATAKE ❫

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        LA PRINCESA VEENA SE ENCUENTRA ENFERMA. Nadie sabe qué sucedió con exactitud en la misión en la que ella se embarcó. Escasas eran las veces en que la dejaban salir de los enormes muros que rodeaban la pequeña aldea oculta de las hojas; el Hokage no deseaba que ella anduviese fuera de la protección del lugar con todos los peligros que abundaban, y mucho menos sabiendo que si algo le sucediese entonces todo el clan de la fémina se alzaría en su contra. No obstante, la princesa Veena era tan terca como una mula y poseía un alma de guerrera que nunca se había visto; por ende, común que siempre fuese en busca de misiones para ayudar a la aldea y saliese de la oficina del alto mando quejándose a diestra y siniestra al no haber obtenido nada.

Pero, un día, fue como si la suerte estuviese del lado de la princesa.

Una pequeña y sencilla misión, de la cuál el Hokage parecía frustrado por no encontrar a ningún ninja libre para llevarla a cabo; motivo por el cuál Veena se adentró a la oficina del anciano hombre con la barbilla en alto y un distintivo brillo en sus violetas orbes, sabiendo que ella sería la única esperanza presente. Hiruzen Sarutobi sintió un gusto amargo creciendo en todo su paladar apenas aceptó que fuese la princesa quién cumpliría con la misión, eso empeoró cuándo la vió partir de Konoha, montada en su invocación espiritual y con una sonrisa de oreja a oreja que nadie podía quitarle. A los días, Hiruzen se arrepintió por completo de haberse engatusado por las palabras de la fémina y haber hecho que se aleje de toda la protección que la rodeaba.

O

        KAKASHI HATAKE LA REPUDIABA. O, más bien, prefería mantenerse metros lejos de la princesa Veena. Él no era una persona que se dejase llevar por los chismes que acudían a sus oídos, mucho menos cuándo no conocía al individuo en sí; por ello, prefería no juzgar a un libro por su portada. Sin embargo, con la princesa Veena parecía que el dicho le entraba por una oreja y le salía por la otra. Kakashi conocía a la fémina desde que era un niño, ¿cómo no recordar a la pequeña rubia que le abofeteó y lo usó como muñeca de trapo por haberle colocado una zancadilla? Aunque en realidad no había sido todo su culpa, él simplemente estaba tomando una pequeña siesta a los pies de un bello cerezo y, ella, cómo toda una salvaje, pasó corriendo justo por dónde él se encontraba; normal que se hubiese tropezado.

Pero, a partir de ese día fue como si el destino entre ambos se hubiesen entrelazado.

Actualmente Kakashi integraba el equipo 7; constando de sus alumnos: Naruto Uzumaki, Sakura Haruno y Sasuke Uchiha. Nunca a lo largo de su vida creyó que por fin aprobase a un equipo, todos los que le tocaban terminaban siendo desechados por él al no haber pasado la prueba y hacer estúpidamente lo que le decía; el trabajo en equipo parecía ser la última opción para ellos. Para suerte de esos tres novatos, pudieron aprobar al ignorar su advertencia. De esa forma surgió un alocado y extraño equipo que parecía unir sus lazos cada vez más y con total profundidad.