Compartiendo sueños - Amourshipping -

Capítulo 12 - Nuevo equipo -

Kalos:
Ciudad Luminalia

Estamos en Luminalia, ciudad central de la región de Kalos, y nos vamos con un cierto muchacho con cabello color azabache que caminaba de manera muy tranquila por la calle, siguiendo un camino que él conocía

Ash: [Una cuadra y estaré en casa...]

Cuando llegó, vió que era algo distinta la casa, y decidió por si acaso tocar la puerta

Señor: - abrió la puerta y dijo - ¿Se le ofrece algo muchacho?

El azabache miró de reojo hacia adentro, y efectivamente era su casa pero ninguna de sus cosas estaban allí

Ash: - haciendo una reverencia - Lo siento, me equivoqué de casa

Señor: Ah, no pasa nada, tenga un buen día

Ash: Igualmente

Cuando ese señor cerró la puerta, el chico hizo dos pasos hacia atrás y miró la casa, vió que cambió mucho

Ash: [¿Dónde estarán mis cosas?]
- mientras ponía su mano en la pera -

En eso escucha un grito, era su ex-novia Serena

Serena: ¡Ash, tus cosas están en mi casa!

Esto sorprendió al azabache y no tuvo de otra que ir a la casa de la pelimiel

Ash: [Maldición] - escupiendo al suelo mostrando su desaprobación -

Caminó un poco y se puso casi frente a la rubia

Ash: ¿Dónde están mis cosas?

Serena: En mi habitación, ven vamos a bus... - tomando su brazo -

El azabache se zafó de el agarre de ella y la miró con una cara seria

Ash: No hace falta, iré yo - mientras caminaba a la puerta -

Esto dejó con una cara triste a la rubia, y el azabache tocó la puerta que abrió la madre de Serena

Grace: ¿Quién...? - impresionada - ¿¡Ash!?

Ash: Hola Grace - sonriendo - vine por mis cosas

Grace: Claro, ven, te mostraré donde están - y lo hacía pasar -

Buscaron las cosas de el azabache que lo dejó todo en dos bolsos y una mochila. Y se fueron a la puerta donde aún estaba la rubia

Ash: Muchas gracias Grace

Grace: De nada, una pregunta, ¿tú no habías muerto? - dudando -

Ash: Había, no puedo decir más datos...

Grace: Entonces - ahora mirando a su hija - ¿volverán a ser novios? - con una cara muy felíz -

La pelimiel se sonrojó, mientras que el azabache miró hacia otro lado

Ash: Para nada. Nos vemos Grace, gracias nuevamente

Grace: ¿Adiós Ash? - extrañada que se fué saludando a ella y no a su hija -

Y ahora miró a su pequeña, esta estaba triste ya que el azabache pasó totalmente de ella, así que le dijo a él desde la distancia

Grace: ¡Vuelve cuando quieras Ash!

A la pelimiel le sorprendió lo que le dijo su madre a él, y lo miró enseguida a el azabache. Este solamente sonrió y levantó el pulgar, y la dejó muy felíz a la rubia.
Ya cuando este se fué...