Mi gran Apoyo

Todo fue una mentira

Antes que sonará mi alarma del radio-reloj, ya había despertado, bostecé, me levanté de la cama, con mucha energía, teniendo un estómago apretado por mi ansiedad, enseguida me metí a la ducha con agua calentita, porque cuando caminé por el pasillo, logré ver por mi ventana que está bochornoso, haciendo que la sensación térmica sea de unos siete u ocho grados.

Me enjabone rápido, me bañé y después de unos minutos salí de la tina, envolviéndome con una toalla  me dirigí a mi cuarto. Una vez allí, me coloque la ropa elegida de la tarde anterior, y mirándome en el espejo que está en mi habitación, viendo una persona que viste hermoso, y todo esto lo hago por mi novio Mike, aunque aún pensaba en ese chico de tanto misterio y en su mirada tan diferente a los demás, hasta que ese pensamiento se esfumó, con el sonido de una bocina fuera de mi casa.

—¿Quién será a esta hora?,  ni siquiera he bajado desayunar- me pregunté con mucha curiosidad.
Nadie sabe dónde vivo y esto es extraño. Agregué a un curiosa y extrañada, oyendo la bocina que seguía sonando a ratos.

De inmediato abrí la puerta de mi clóset, agarré mi chaqueta negra, bajé al primer piso, y con mi mano moví un poco la cortina, viendo por el ventanal que era el auto de mi novio, es Mike allí, y no Briana, ni sus amigas, que emocionada estoy por eso.

Instante más tarde sin haberme hecho el primer alimento del día, salí de casa, así a llegando al vehículo de mi novio, colocándome en el asiento del copiloto. Seguidamente lo saludé con un beso corto y apretado, haciendo que se notará mi nerviosismo, Mike por otra parte está muy raro, como frío, como incómodo no sé con qué, porque durante todo el camino al colegio a estado callado, sólo me dijo que había preguntado en en la rectoría por mi dirección de casa, así fue cómo llegó, y además porque ni siquiera me mira y su expresión es seria como si fuera un maniquí.

Minutos más tarde, una vez que llegamos a la escuela, ya abajo del auto, camine sin mi novio a mi lado, no me dijo nada en lo absoluto, como si lo hubieran comido la lengua los ratones o algo peor.

Cuando el reloj marcó las 8 de la mañana, las clases comenzaron, y siento como si este día no fuese mi aniversario de 6 meses, todos y todo el ambiente está como si me escondiera alguna cosa, la realidad no sé qué me pasa, me siento feliz, triste, y emocionada, pero la reacción de mi novio hoy en la madrugada, fue un poco desgarradora para mi.

"La realidad no tengo idea de qué le pasa, sólo espero que sea un problema de su casa y no conmigo". Pensé bastante distraída sin prestar atención a la materia.

Al cabo de unas horas después, avisaron a los últimos años de la secundaria, que debemos ensayar desde ya la certificación, con el orden de las filas, y como pasaremos a recibir el diploma de aprobación, ya a ratos sentía que me observaban demasiado, volteando mi mirada hacia atrás todas las veces, topando la mirada de mi compañero misterioso y debo admitir que cada vez que lo miro a los ojos, él sostiene la mirada esta es bastante hermosa pero no puedo traicionar a Mike, no puedo ser infiel de ninguna forma, aunque este día ha andado muy alejado de mí.

Bueno sé que en algún momento se acercará, para decirle qué vamos a mi casa, para estar más cómodos y ya mi reloj marcando las 11 de la mañana, no estábamos en clase, sólo esperamos para ir al auditorio hacer un ensayo breve, y yo como siempre tan pensativa en todo ámbito, de repente siento que Mike empieza a silbarme.

—¡Oye! ¡oye amor¡,  Vamos al gym ahora está desocupado y tiene el telón en el escenario- me susurro acercándose a mí, de manera más cariñosa, y abrazándome, percatándome que su ex-novia nos observaba sonriente.
—¿Estás seguro que nadie irá?- le pregunté dudosa, para que no nos fueran a pillar y nos llevaran con el rector.
—Si amor muy seguro- me respondió dándome enseguida la mano, sacándome del salón, nos fuimos al gimnasio, de una forma muy apresurada.