Severus y Lily (Fanfic)

"Muggle"

Mis padres no solían hablar mucho, ni conmigo ni entre ellos. Consideraban la charla como algo sin sentido, carente de valor. Eso me hizo bastante difícil concebir la forma de abordar el tema de la magia.

Estaba restregando una sartén con el estropajo después de desayunar y vi que mi madre se sentaba a la mesa con una humeante taza.

—Madre—. dije sin pensar.

—¿Sí?— dijo dando un sorbo a su taza

—¿La magia existe?

Por poco no escupe el café.

—¡Severus, estoy harta de tus preguntas estúpidas!

—¡Solo quiero saber si soy mago! ¡Eso es todo!

—¡Eres muggle! ¡La magia no existe! Ha sido esa Lily la que te ha estado metiendo todas esas ideas en la cabeza, ¿cierto?— se levantó y continuó gritando desde el otro extremo de la cocina— Ya sabía yo que esa rara de Lily no era una buena influencia, no hay más que ver a su hermana, todo el día pisando mis flores.

Siguió despotricando contra Lily, pero a mí no me engañó.

—Has dicho "muggle"...— murmuré.

—¿Qué estás farfullando?— dijo enfadada.

—Dije que has dicho "muggle".— repetí sin miedo.

Se quedó unos segundos con la boca entreabierta y finalmente salió de la cocina negando con la cabeza.

Había dicho muggle, lo oí perfectamente.

Esa palabra, esa única y simple palabra cuyo significado desconocía hasta que Lily me lo dijo, significó la aceptación de la realidad mágica que me envolvía.

Si lo que Lily me había contado sobre el colegio de magia era cierto, al día siguiente me llegaría una carta...

Pasé todo el día nervioso. Mi madre no había vuelto a mencionar el tema y cada vez que intentaba sacarlo me mandaba a hacer alguna tarea, cambiaba de tema o me hacía callar.

Mi madre no me dejó salir esa tarde con Lily, pero me escabullí con la basura y hablamos unos minutos.

Le conté lo sucedido. Me dijo que lo único que tenía que hacer era esperar al día siguiente para recibir mi carta y entonces mi madre no podría negarlo.

—¿Y si no llega ninguna carta?

—Tiene que llegar, está claro que eres un mago.

—¿Pero y si no llega?

—Tranquilo Severus, llegará.

Su padre la llamó para que volviera a casa. Me miró y se acercó. Me besó la mejilla y me sonrió una última vez antes de darse la vuelta e irse.

Noté como el color subía a mis mejillas. Me quedé allí plantado unos minutos sujetando la bolsa de basura.

Cuando por fin volví adentro mi madre intentó interrogarme acerca del motivo de mi tardanza. Me excusé diciendo que se me había roto la bolsa. Me costó bastante dormir esa noche. Un día y sabría si estaría con junto a Lily en un colegio de magia o todo había sido una mentira.