•.Castigo N°1: Lujuria.•

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-El juego ha comenzado.- Dijo la misteriosa voz. -Sólo quien logre salir del cuarto sin caer en los deseos de la tentación carnal, será el que logre sobrevivir la primera prueba. Ojalá sea quien sobreviva hasta el final.- Concluyó la voz misteriosa.
-Iré yo primero.- Dijo Kakeru, adelantándose un paso.
-Adelante, soldado.- Dijo Wesker dandole el paso libre. -Creo en ti, niño- Exclamó orgulloso el jugador.
Kakeru se adentró en la sala. Todo parecía normal: Era un cuarto de una chica, común y corriente. Nada fuera de lo normal. Kakeru, confundido, comenzó a caminar en la habitación y a ver el alrededor. No notó la presencia de otra persona.
-Ka~- Exclamó una chica. La mujer era una copia exacta de Al, la enamorada de Kakeru. Ella se encontraba semidesnuda, tendida en la cama. -Ven, mi amo no se enojará si no se entera~- Decía con voz seductora la chica.
-A...Al ¿Q...Qué estás haciendo?- Preguntó Kakeru, mientras se acercaba deseoso a la joven. -Sólo quiero divertirme un poco, Ka. Mi amo no se enojará contigo, él no está ahora. -Exclamó la exitada muchacha.
Kakeru se notaba dudoso. No podía diferenciar si era real o fantasía. -No puedo A...- Quiso decir el joven. Pero una nube de gas lo envolvió. Un perfume dulce se percibía en cada rincón del cuarto. Era un afrodisíaco. El joven perdió el control. Se dejó llevar por el momento. -Bueno, ya que insistes- Dijo Kakeru y se avalanzó sobre Al. Comenzó a besarla y a acariciar su delicado y tonificado cuerpo. Sus manos se movían lentamente, desde los muslos hasta el pecho. Desde el pecho hasta su parte más íntima. Kakeru comenzó a morder la oreja de Al mientras tocaba sus delicados pechos. Los apretaba suavemente. El pervertido joven, retiró el corpiño de la chica de un fuerte tirón. Comenzó a lamer y morder los pezones de Al. La joven gemía de placer. Inconforme, Kakeru arrancó las bragas de Al y comenzó a practicarle sexo oral. Lamía con ganas, chupaba el clítoris de la muchacha con una habilidad impresionante. Comenzó a introducir un dedo en la vagina de la chica. Lo movía con suavidad. Introdujo un dedo más y los giró con lentitud. Al gemía del enorme placer. Los dedos del joven comenzaron a moverse rápidamente. Pasaron unos minutos y el joven retiró los dedos. En su lugar, introdujo su pene. Tuvo sexo con ella durante varios minutos sin parar. Hasta que la chica articuló unas palabras: -¿Caíste tan pronto?-Rápidamente la joven se levantó y acorraló a Kakeru contra una pared. -Recibe tu castigo, Romeo.- Dijo Al, mientras su cuerpo cambiaba. En realidad no era una chica. Era un horrible y deforme demonio hembra que hizo alucinar al pobre de Kakeru. -¿Tan cerdo eres?- Dijo. -¡No aguantaste nada! Caíste en la tentación. Debemos purificarte.- Dijo el ser oscuro mientras recogía un látigo. -¡¿Q...Qué está pasando?!- Gritó Kakeru, notablemente confundido. Al finalizar su oración, el demonio azotó la espalda del joven. -Impuro.- Lo llamó el ser y repitió su ataque, pero con más rabia y fuerza. Kakeru soltó un grito de dolor y cayó al suelo. -¡¿Así quieres ser perdonado?!- Gritaba y repetía el demonio mientras azotaba la espalda de Kakeru una y otra vez, sin parar un sólo minuto. Al terminar la primera fase, la espalda del chico estaba tan maltratada que se notaban profundos cortes brutos. Su carne al rojo se mostró en uno de los cortes. El resto de las heridas eran tan profundas que escosían grandes gotas de sangre oscura. El demonio, inconforme con el dolor del pobre, tomó una jarra con sal y la arrojó sobre las heridas del chico. Hundió sus dedos en el corte más profundo y lo hurgó con ganas. Los gritos de Kakeru habrían de oírse a kilómetros.
-¿Te duele, Romeo?- Dijo burlandose la demonio. -Aún no acaba.- Exclamó el ser mientras tomaba una tijera de podar con una de las manos y con la otra tomaba los dedos que el pervertido había introducido anteriormente en la vagina de la chica. -Diría que no dolerá, pero miento.- Dijo entre carcajadas el ser, mientras de un tijeretazo cortó los dedos índices y medio de la mano derecha del joven. Kakeru lloraba a gritos y pedía perdón una incontable cantidad de veces. -¡¡Me repugnas!!- Gritó la demonio mientras azotaba todo el cuerpo del joven con rabia incontrolable. -¡¡VETE ANTES DE QUE TE ASESINE!! ¡¡HUYE DE AQUÍ ESCORIA!!- Gritaba el iracundo ser mientras lo sacó literalmente a patadas del cuarto. Kakeru no soportó el ataque. Quedó desmayado en el suelo, el dolor lo pudo y su cuerpo colapsó. Una nota a su lado apareció. La nota decía: "Aunque de una forma incorrecta, pasaste el desafío. Te felicitamos. Sobrevivirás a ese ataque, no fue lo suficientemente fuerte como para asesinarte. Lamentamos lo de tu mano, pero lo merecías."
En el lobby, la puerta volvió a abrirse. Al estaba lista para entrar.
-¿Lista, chiquilla?- Dijo Wesker, mirando a Al.
-Lista- Exclamó Al y se adentró en el cuarto.

El juego de LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora