Síndrome de Estocolmo

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Inspirado en la canción "Stockholm Syndrome de One Direction"



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"Vivir con miedo" eso era lo que mis padres habían impregnado en mi no tan serena cabeza, temer a todo era supervivencia en mi mundo y más siendo un chico frágil como ellos solían decirme, contar con más de tres guardaespaldas no era normal, a pesar de ser el hijo de... era algo exagerado a mi pensar no importaba que mi padre sea uno de los importantes políticos, empresario e inversionista del país, para mi era una idea un poco loca y descabellada.


Como puede un adolescente de tan sólo diecisiete años, tener una vida normal, pasear, salir a lugares con amigos, conocer y hacer las locuras que ellos hacen, probar cosas nuevas y extravagantes, salir de fiestas, emborracharse, salir con chicas, cosas de chicos, todas esas ideas sólo eran fantasías en mi abrumadora cabeza, cada vez que nombraba algo sobre el tema, mi padre sólo me daba una lista, con detalles y todo, de las miles de cosas que me podrían pasar estando fuera del refugio, o a los que ellos, llamaban "hogar" anhelaba tanto que esa palabra tuviera un significado diferente al que estaba acostumbrado, deseaba tanto volver el tiempo atrás, cuando solamente era un niño, y tanto papá como mamá pasaban muchísimos tiempo con migo, esos momentos únicos, que compartíamos en el parque, en el cine, en la plaza, o en la playa, eso fue un hogar para mi, cuando la familia estaba reunida, ahora sólo era un refugio, donde nos ocultamos para sobrevivir, de posibles ataques o robos, nadie desea esta vida, excepto mis padres, desde el momento en que todo cambio, las salidas en familia se convirtieron en viajes de negocios, donde mi padre pasaba semanas fuera de casa, y mamá aprovechaba para salir con supuestas amigas olvidándose de su pequeño retoño que quedaba solo en esa inmensa casa al cuidado de personas desconocidas, fue así que todo empezó a cambiar no veía a mi padre por meses luego regresaba con muchos regalos, pensando que con ellos compraría su ausencia y mi amor, mi madre feliz porque empezaba a tener todo lo que siempre deseo una casa de lujo, sirvientes que pudieran hacer los que aceres de la casa sin que ella ensuciará sus manos.



Fue así que me empecé a olvidar del amor de familia, ahora sólo éramos un grupo conformado por tres personas, hoy en día hasta a mi propia nana Mayia la he tomado más cariño, que a mi propia madre, todo era diferente ahora.



Estudiar en una escuela fuera de casa fue una lucha interminable con mi padre, el cual se negaba rotundamente a todo, pero finalmente luego, de estrategias y discursos convincentes logre, que accediera, pero siempre y cuando yo aceptará su condición no creí que fuera algo tan absurdo, pero contar con la presencia de tres hombres que son el doble de tamaño que uno mismo es algo incomparable, era aceptar o pasar todo el día en el calabozo junto al Señor Jeguins, y siendo este un viejo de setenta años, no era nada agradable, a pesar de que el hombre me caía bien, sólo quería conocer nuevas personas y hacer a lo que todos llamaban amigos, aunque siendo sinceros, con la edad que contaba en esos años, creía que sería imposible ya no entraba en el kínder donde te haces amigos en dos segundos, al ser adolescente era mucho más diferente.



Todo marchaba bien en casa si así se podría decir, mis padres como siempre, de viajes, y yo sólo como siempre.


Ese día viernes, fue algo explosivo en el colegio por así llamarlo, todo los alumnos corrían de un lado a otro, no entendía muy bien porque, siendo chicos hormonales era algo común en ellos pero este día era más exagerado que siempre, un chico rubio llamado Niall se acercó a mi, invitándome a una fiesta, era la primera vez que desde que había ingresado a esta institución alguien se detenía a invitarme, aunque sólo dejo el mensaje y luego se fue, ahora podía comprender porque el grupo de fenómenos actuaban de esa manera, el mensaje debía de llegar a todos los rincones de la institución, un chico popular de la Universidad vecina daría una fiesta, por lo visto fue algo programado, porque nunca invitaban a todos y eso, contando con los nerd, si soy uno de ellos después de todo, con libros en mis brazos, mochila, colgada en los hombros, y para completar, usar los típicos anteojos, había rogado a mi padre que me comprara lentes de contacto pero jamás me hizo caso, y hoy estoy aquí con las típicas gafas siento todo un pequeño tonto y estúpido nerd como solían llamarnos, aunque siendo sinceros no se porque usaban la palabra "tonto y estúpido" comprendiendo que éramos todo lo contrario, ya que somos personas con mayor capacidad y con un coeficiente más alto que el de las personas promedio, y para completar usábamos nuestras pequeñas neuronas para algo más productivo e importante que solo buscar un oyó donde meter nuestro pene en el caso de los hombres, en cuanto a las mujeres, jamás fui de calificarlas con el adjetivo de putas u prostitutas, para mi siempre las mujeres fueron el ser más hermoso que puede existir en el mundo, todas excepto mi madre, que un día dejo de calificar en mi mente como perfecta, ahora simplemente era ella, una señora que se hace pasar por una madre, que ni se preocupa por su único hijo, el cual en los últimos diez años había olvidado hasta su propio cumpleaños, que si no fuera por Mayia hasta yo olvidaría en que día exactamente nací.

One Shots Ziam Mayne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora