Mis Demonios y Un Demonio.

¿Quien Soy? & ¿En Qué me he convertido?

Me encuentro en el automovil para ir al colegio y ver a Yiang.
Mis padres y yo nos encontramos cantando una cansion Americana llamada "Pacify Her- Melanie Martinez". Al parecer me divierto mucho con ellos y en especial con mi mejor amiga Yiang.
Ella me esperaba fuera en la puerta.
~Bye, ma-san, Bye pa-san-.
~Bye cariño, que te valla bien-.
Corri hasia Yiang que nos caimos en la acera, luego de miraranos fijamente nos reimos puesto que jamas hemos lloraro tanto por caernos. Ella tiene el cabello largo y de color verde, siempre se peina de dos colitas, mientras que yo mantengo mi cabello corto y es lacio.
Las dos jugamos siempre y reimos juntas, es muy dificil que nos vean llorar los demas.
Bueno, fuimos adentro del aula para tomar la primera clase.
La maestra Satoraza siempre viste de falda larga y lentes, ella es muy bonita y tierna.
~Chicos tomen sus asientos, bamos a empezar con la clase-.
*Tock Tock*
~¿Puedo pasar?-.
~Claro, pero a la otra no entras-.
~Si, maestra-.
Yiang me dio un leve pellisco en mi brazo para que volteara, era Tadashy, siempre me a gustado Tadashy, es el chico mas guapo del salón de clases, es alto con cabello un poco largo y de ojos cafes, pero aun asi esta super hermoso. *derrame nasal*
~Yiang, a la siguiente puedes no pelliscarme tan fuerte, duele-.
~Claro Akino-san-.
Después de clase fuimos a los casilleroa para mostrarle la sorpresa que tenia para Tadashy a Yiang.
~Yiang, ben, mira-.
~¿Qué trae adentro ese sobre Akino-san?-.
~Contiene lo mas importante para mi, son mis sentimientos asia Tadashy, pienso darsela hoy-.*acercando el sobre a su pecho*
~Que genial, te ayudare, se la dare por ti-.*sonriendo y haciendo amor y paz con los dedos*
~Gracias Yiang-.
Abrace a Yiang y le di el sobre para que se lo entregara.
Fuimos a las demas clases para no tener que ser retadas por los maestros.
Al fin le pregunte que si si se la habia entregado a Tadashy, ella con la cabeza asintio.
Las clases con el profesor Fukoshi son bastante aburridas, y como Yiang y yo platicamos mucho, en todas sus clases a ella la ponia separada de mi, mientras que yo veia los ceresos de afuera, en el patio trasero, de repente empeso a llover pero no era como toda la lluvia anterior, esta ves la lluvia parecia caer despasio y tranquila sin hacer derrumbe de flores en los arboles.
Toco el timbre y guarde mis cosas al parecer me tarde puesto que ella me esperaba afuera.
A lo lejos un monton de estudiantes en la entrada riendose y murmurando.
~¿Qué sucedera ahí?-.
Yiang me tomo del unifirme y me jalo hasta la multitud. Nos pusimos en primera fila y al admirar a Tadashy mis oidos se taparon y el corazón se me realentizo.
Lo vi llendo hasia a mi.
~Akino-san, este quiero decir algo muy importante-.
Me emosione tanto que no podia tener mi cabeza segura de lo que pasaba. Me aserco hasta el limite del techo que nos protegia de la lluvia.
~Mira, miren todos ahora voy a decir mi pensamiento sobre la carta de Akino-san, Tadashy quiero decirte que me haces reir y me ilominas en la oscuridad *en tono burlon*,
Akino-san yo no quiero tener a una novia tan fea e infantil como tu-.
En eso me arrojo a un charco que se encontraba en el patio, solo escuchaba risas y murmullos y el grito de mi mejor amiga. La multitud no la dejaba pasar.
~¡¡¡Aakiiino-san!!!-.
No podia llorar, me era dificil llorar aunque sentia una gran tristesa en mi. No podia llorar, al final todos se fueron. Yiang se aserco aunque seguia lloviendo.
Ella mostraba lagrimas en el rostro, no me gusto verla de esa manera, yo la queria bastante como para decirle que era una idiota si lloraba por algo que no valia la pena.
En eso sono el timbre del automovil de los padres de Yiang.
~Yiang, te esperan, es hora de que te ballas-.
~Akino..-.
Se hacerco para ayudarme.
-Yiang, vete-.
Me solte de ella, al parecer sufria mas que yo.
Se volvio a hacercar.
-Yiang, ¡¡¡Largate, te estan esperando!!!-.
Yiang me solto y con lagrimas en su rostro se fue coriendo.
No pude creer como le conteste, tenia que pedirle perdon, en eso mi primera lagrima salio al ver que Yiang corria a la salida.
Mi instinto comensaba a revelarse pero no me daba cuenta.
Al dia siguiente Yiang no entro a la clase de la maestra Satoraza.
M

e decidi por buscarla, cuando la alle ella se encontraba con sus brazos abrazados a sus piernas, llorando.
-Yiang-.
-Hola, Akino veo que estas mejor-.
-Quiero que me perdones y que regreses para hacer marionetas con las manzanas-.
Le lance una sonrisa. Puesto que siempre nos a gustado jugar con la comida. En eso ella se abalanzo hacia mi y yo podia sentir sus lagrimas, la abian mojado de barias partes.
Su abrazo era lo que yo necesitaba, sentir su cabello con mis manos, comer de su perfume de flores que yo le regale el día de su cumpleaños. La abrase como nunca lo hice.
Cuando ibamos rumbo a la cafeteria nos detubimos en el baño, sentia mi pipi salir de mi cuerpo, fue una relajasion exitante.
Me lave las manos y al salir, pude escuchar la voz de Yiang ella tenia una voz bastante aguda. Cuando mis ojos decidieron mirar, vi a Yiang mi mejor amiga con Tadashy el amor de mi vida, por dentro senti como un monton de espejoa se rompen al igual que mucha cristaleria, ellos se beian felices y Tadashy le coqueteaba. Una escena bastante triste, regrese al baño para dejarlos sólos.
Por dentro sentia rabia y tristeza, un poco de felicidad por Yiang. Sali y jamas la volvi a ver en ese dia. Supongo que se preocupo por mi y regreso al baño, pero no verme se fue.
Yo me fui sin dejar nada atras.
Llege a mi casa con la misma emosion que tenia antes, me encerre en mi cuarto. Fui a mi baño personal y en mi camisa habia una pequeña gota de sangre, me pregunto cuando fue que sucedió esto, revise mi saco y mi demas ropa, no tenía nada, en mi crecio una persona que jamas creí que estaría ahí.
No importaba lo que Yiang habia hecho, yo seguiría siendo su amiga. Me guarde lo que habia visto y lo habia hecho, jamas nadie podía saberlo.
Me proponía a hablarle, llegue al colegio perp cuando entre la mayoría estaba atónito, una ambulancia estaba en el estacionamiento.

-Akino, ven acompáñame-.
La maestra Satoraza me llevo a la dirección.
Una camilla salia del corredor de los baños, una sabana cubria al cuerpo que se llevaban, no veía a Yiang por ninguna parte, justamente cuando pase aun lado de la camilla, un brazo salio de la manta blanca, en eso vi la pulcera de mejores amigas de Yiang en la muñeca del cuerpo que recogían, la misma que le di cuando cumplimos un año de amistad. No podía que fuese el cuerpo de Yiang, ella no podía estar muerta, ella, ella, yo tenía que hablar hoy con ella. La camilla se alejaba, por lo cual corri hasta llegar en frente de ella y quitar la manta para asegurarme que no era ella.
Su cuerpo ensangrentado, su cabello con manchas de sangre, su cuello fue cortado y su cuerpo apuñalado cinco beses en diferentes partes, uno de sus ojos se encontraba fuera de la orbita de sus párpados, fue una imagen bastante perturbadora. Grite y grite, pensando que no era ella, la maestra se dio cuenta que me jalo de nuevo para llevarme adentro. La escena fue traumante, sostube el brazo de su cuerpo frio, mientras la maestra me jalaba de la cintura, pronto me solté por la gran fuerza que la maestra ejercía, cuando arrastre mi mano por todo su brazo, le saque la pulcera.
La maestra me sentó en la silla del aula serca que se encontraba.
-Akino, lo lamento, se que tu y la señorita Yiang eran muy amigas, pero queremos saber ¿cuando fue la última ves que la viste?-.
No podía responder a su pregunta, miraba el dije de la pulcera y lo comparaba con el mio.

-Akino-.
-Lo siento maestra, no recuerdo-.
-Lo se, lo que acabas de ver puede ser muy perturbador y creo que se te ha olvidado todo, por lo que viste-.
-Maestra Satoraza, cuando recuerde le contare, por el momento quiero estar sóla-.
Dicen que despedirce de un ser querido es muy doloroso en el funeral, yo no sentí eso, ni siquiera pude llorar, tal vez el trauma fue al ver su cuerpo o simplemente ya estaba acostumbrada a no llorar.
Mientras en el funeral las personas allegadas a ella lloraban todo un rio, yo no mostraba ningún sentimiento en mi rostro, ninguno, ni felicidad, ni tristeza, ni enojo, no sentia nada.
Su ataúd fue enterrado metros bajo tierra, al igual que nuestras risas y diversiones, al igual que mi risa y mi carisma y el sentido de seguir viva, las enterré junto con ella.
Todos los días eran los mismos, que ya no sentía el gran placer de estar viva, intente aventarme de la ventana de mi cuarto,mis padres corrieron a bajarme.
Intente ahogarme en la ducha, mi madre me descubrió, quitaron todas las navajas de mi camino, y la felicidad de mi casa y mi familia se drenaron como la sangre de un suicida.
Ya habia comprendido que sin ella yo no se que hacer, y no tiene sentido la vida si no la tengo, pero fui yo quien cometió el herror.