A punto de morir.

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¿Qué me gustaria hacer en estos momentos? Morir seria una opsion, Yiang me hacia falta en todos los sentidos, me di cuenta que me había encariñado bastante con ella.
Su sonrisa ya no se intercambiaba con la mia, su cabello ya no lo sentirian mis manos, sus locuras y su forma de ser ya no arian brillar mi vida. Mi vida contenia tragedias pero ninguna como esta, su vida se fue entre mis débiles manos.
Si puedo decirlo, no quiero seguir viva sin ella. Las clases eran aburridas y como no podía faltar, mi carisma y risas se fueron, las clases eran largas para mi, en la última hora que me tocaba con la maestra Satoraza, empeso a llover, pero era una lluvia fria, de esas que te hacen sentir melancólico, la timides del sol se hacia notar entre las nuves. Cuando el timbre sono, guarde mis cosas y me levante para irme.
-Akino, quiero hablar contigo-.
-Si-.
Asenti con la cabeza, ella acerco una silla enfrente de otra y me pidio que me sentara.
-Mira Akino, se, yo ... Lo se, debes de sentirte mal por lo de Yiang, pero quiero decirte que si necesitas hablar con migo, puedes hacerlo, me preocupa ya no verte participar en las clases y sólo ponerle atensión a los ceresos de afuera-.
Me levate en señal de que me iba.
-¿A dónde vas?-.
-Maestra, le agradesco pero quiero decirle que no me vuelva a mencionar ese nombre en mi vida, se lo suplico-.
Me fui, sin que ella dijese algo al repecto. Mientras caminaba hacia la entrada deje que se arrastrara mi mochila por todo el camino hacia la salida, cuando llegue al porton me despedi de mi mochila, dejandola abandonada en ese lugar.
-Adios, espero que te encuentres bien, hoy lo pagare con gotas de sangre...... Yiang(lo susurra)-.
Mi mundo se sentraba en la lluvia y en la gente que corria para cubrirse de ella, dibagaba y pensaba en ella mientras caminava en las calles de Japón.
Su supuesto amor por mi me mantenia con vida, pero ahora que no esta no me queda de otra. Un carro paso muy serca de mi tocando el clacsón. Me dio igual que segui caminando, pase por un restaurante y mis oídos captaron un sonido apabullante de un carro que venia a toda velocidad, me le quede mirando sin hacer nada, a pocos metros de que se inpactara con migo sentí las frias manos de alguien que me brazaba, escuche como alguien me grataba, esa persona y yo caimos al suelo con un charquito que se encontraba serca de la escena. El clacsón sono ya cuando nos encontrabamos en el suelo. Abri bien mis ojos, vi que se trataba de una chica con el cabello risado y güero, sus ojos son de color azul claro, era bastante bonita sus pechos eran pequeños a comparación de los mios.
-Señorita, ¿Se encuenta bien?-.
La mire y tal vez por el impacto, fue que me desmalle.

Narrasión de la chica desconocida:
Mi padre me despojo de mi hogar hasta que encontrara la verdadera historia de tras del hombre.
Llovia por afuera pero por dentro yo estaba emosionada, por ver un mundo nuevo, en lo que asenti que tenia que viajar a la ciudad mas bella del planeta, país Japón. Un café me bendria bien asi que obte por ir a un restaurante serca de mi apartamento, pedí lo que era una limonada especial caliente y un rol de canela.
Cuando el mesero fue por mi pedido, yo a lo lejos escuche un clacsón, una chica caminaba en medio de la calle, que raro, luego crusamos miradas o almenos yo lo vi de esa manera, ella tenia la cara que yo buscaba.
Su cordura me hizo sentir en casa, vi que un carro se acercaba a ella con gran velocidad, en eso actue en seguida corri hasía ella.
-¡¡¡¡¡Cuidado señorita!!!!!-.
La abraze creo que fue una fuerza grande pues me cai en cima de ella.
-Señorita ¿Se encuentra bien?-.
Le pregunte pensando en una respuesta posible, pero no fue asi, ella sólo me miro y se desmallo al parecer, en eso sonrei un poco, pues era lo que yo buscaba.
Mi nombre... Rumiku Mashiko. Quien soy... Una desconocida que tiene planes de saber como se escucha la palabra perdón.

Narrasión normal.
Desperte en un lugar que yo conocia perfectamente, era mi habitación, supongo que la chica me llevo a casa, como pudo saber cual era... Quien sabe.
Baje como todos los días a desayunar, mientras bajaba las escaleras, escuchaba risas, las risas de mis padres que no había escuchado hace tiempo.
En mi lugar aquella chica de cabello rizado se encontraba con ellos en la cosina.
-Aiko, buenos días cariño-.
Me dijo mi madre al verme pasar.
-Nos dijo Rumiku que se iran a vivir juntas, que lindo, dos amigas tratanfo de ser independientes-.
Me impacto lo que dijo, no conocía a esa chica ni siquiera eramos amigas.
-¿Qué?-.
Pregunte despasio para que no sospecharan que no conocia a la chica.
-Akino-san, que lindo que nos vallamos a vivir juntas... Pero la verdad extrañare la comida de tu madre-.
Ella se metio un trozo grande de pasta a la boca.
-¿Cuando nos iremos?-.
-Se te olvido de nuevo, ya te dije...dijimos que hoy por la tarde-.
Regrese a mi habitación pues no comprendia lo que estaba ocurriendo.
Cuando llegue pense en un plan, ir con ella y morir sin que mis padres sufran tanto, queria que no me vieran suicidandome.
Me arregle, saque la maleta que tenia en mi closet, la limpie y empece a empacar mis cosas.
Baje para despedirme y jamas volverlos a ver.
-Ma-san.. Pa-san, los extrañare-.
Ellos sólo me abrazaron, subieron mi maleta al carro y conducieron hasta la casa de Rumiku.
Era una casa bastante grande, tenia un porton de color negro, era bellisima por fuera, al parecer tiene
un jardín.
Los abrace una última vez y fyi a adentro.
-Akino hee?-.
Rumiku se encontraba sentada en el sofá.
-A ..mmmm hola-.
Que inspiradoras palabras son tan felices que a mi tambien me hacen feliz.
-Vamos te enseñare tu habitación-.
Ella me tomo del brazo como Yiang lo hasia, me sokte de ella y pare de caminar.
-¿Te sientes bien?-.
-No lo vuelvas hacer-.
-Si, claro-.
Ella seguia sonriendo después de todo, realmente tenia la carisma de Yiang.
-A qui es-.
Abrio la puerta, era un cuarto con el techo de color negro las paredes eran azul cielo y la cama era de un color morado intenso.
-Espero que te guste-.
-Huy si me facino-.
-¿En serio?-.
Ella sonreia bastante creo que mas que Yiang.
-No-.
Mi cara decia mas que sufisiente, la saqye del cuarto y me enserre.
No queria nada que ver con esta loca.
Sin duda el morir no era tan bueno después de todo, mañana hay colegio una vez más y como siempre, las mismas clases aburridas.

Mis Demonios y Un Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora