Ella y Yo.

10 0 0
                                    

La impulsora de la alarma en las mañanas por la tarde me daban jaqueca y como ahora no tenía a mis padres, decidí no ponerla y que ella me levante.
-Buenos días Akino-san-.
-¿Dime que tienen de buenos?-.
-No seas amargada y baja-.
Baje a ver que había preparado, un intento de desayuno, pues lo que sea que sea, se le había quemado, y la leche estaba demaciado dulce.
Me daba asco su comida, fui a la cosina y vi dos huevos en el refrigerador, un pan en la alacena y los prepare con pan tostado.
Ella se quedo atónita de lo que había hecho.
-¿Cómo lo hisiste?-.
-Acaso ¿Jamas has cosinando?-.
-La verdad no, pero me gustaría aprender-.
Pare de comer y le grite.
-¡¡¡Entonses como pretendías vivir si no sabes cosinar!!!-.
-Lo siento Akino-san-.
Ella se disculpo como Yiang, me arruino mi desayuno, asi que me pare y fui a ponerme el uniforme. Después me subí al autobús que me dejaba literalmente en la entrada del colegio.
Antes de hacerlo me detuve en el puestecito de afuera, pues vendían periódicos y tenía que buscar trabajo.
Pase al salón de clases y me senté en mi misma silla y me puse a revisar que trabajos serían fáciles.
-¡¡¡Akino-san!!!-.
Me sorprendí pues pensaba que ella no estudiaba. Se abalanzó sobre mi y me abrazo.
Le pedí que me soltara y asi lo hizo.
-Al parecer me toco en tu grupo-.
Todos  andaban murmurando de que acaso ella era mi nueva amiga.
-No me dijiste que estudiabas-.
-Lo siento, sólo quiero decir que apartir de ahora estudio aquí y junto a ti-.
Ella tomo la silla de a lado y se sentó. Ella sólo me miraba, no tomaba apuntes ni nada, sólo me miraba.
-¿Que carajos me ves?-.
Lo grite tan fuerte que el profesor nos saco a las dos.
-Y ¿Ahora dónde vamos?-.
Ella me tomo del brazo como antes lo hizo, pero esta vez decidí no decirle nada, fuimos a la cafeteria y al llegar vi como Tadashi se me quedaba mirando, a lo cual respondí a su mirada con una de desafío, a lo cual el bajo la sulla en segundos.
-Akino-san, ¿Que vamos a comer?-.
-Lo que tu gustes Rumiku-.
Ella se lanzo por los últimos pedazos de pastel que había, se abalanzó por una manzana roja y un puré de papa.
Todo eso se lo comió ella sóla.
-¿Tu no vas a comer?-.
-No gracias Rumiku-san-.
-¿Te sientes bien?-.

-Si, no me molestes-.
Me levante de la silla y fui a ver que había de comer, lo que vi no me llamaba la atención en absoluto. Ella seguia mirándome despues de que yo era a si con ella.
Suspire y volví a ver lo que se supone que comería, lo único que me llamo la atención fue una ensalada de tomates cherry con zanahoria y lechuga encima. Cuando me habia decidido, alguien tomo la ensalada... Fue Tadashi.
-Eso... Es mio-.
-Aum... Akino-san... Crees que porque te empuje te tendré lastima y daré la ensalada que yo tome??-.
No sabia que sucedía, me enoje lo bastante para serrar mi puño y estrellarlo en su cara, que cuando lo queria se me hasía hermosa.
Callo al suelo desplomado por su ego... Ah y mi puño.
-No te burles Tadashi.... Te recuerdo que te odio... Por tu culpa ella ya no esta aqui-.
-A quien te refieres???-.
Tome la ensalada y fui a sentarme con Rumiku.
-¡¿Pero que sucedió alla atras?!-
No le tome la importancia que debía asi que seguí comiendo como si nada.
-Tranquila...-
En eso se abalanzó sobre mi, me dio un abrazo fuerte.
-Rumiku!! ¿Pero que....? Quítate!!!-. Ella es demasiado fuerte a comparación de mi, eso que yo estoy mas grande que ella. Ella me abrazaba mas fuerte mientras mas queria safarme.
En eso a mi mente vino ella... Aquella chica de verde cabello, donde se perdían las yemas de mis dedos, su perfume de flores y frutas recien cortados por la mañana.
-......-.
Deje que lo hiciera. No me quedaba de otra.
-Akino-san???-.
Ella me miraba preocupada por lo que sucedía. Sus ojos y su mirar hacían que yo me pusiera nerviosa... En eso mire sus labios, una perfecta combinación de líneas que hacian que su boca se viese chiquita... Me dieron ganas de besarlos... Besar esos lindos labios, ella era diferente pero a menudo no siento algo así por nadie que no me interese. La veia con mi misma cara de siempre, ella miraba mis ojos y el como iban recorriendo cada fragmento de su sutíl cuerpo de muñeca de porcelana.
-Akino... (Suspira)-.
En eso dejo de abrazarme sin que yo se lo pidiera.. Tomo la ensalada y me dijo con una gran sonrrisa.
-Oye... Por esto te peleaste??-.
Miraba la ensalada un poco curiosa. Mientras que yo seguia mirandola a ella.
-Si... Por esto me pelie con el-.
Le quite mi ensalada de las manos.

Despues de tomar este pequeño refrigerio. Entramos a la última clase, por lo cual me sente a un lado de la ventana, y ella a un lado de mi asiento.
-Akino !!! Que materia nos toca ahora??-.
Saque mi cuaderno en silencio.
-Aritmética.. Rumiku-san...-.
En eso saco un cuaderno de notas y lo puso en su mesa.
Yo sólo la observava y pensaba en que tanto tengo que esforzarme para que vivamos bien las dos.
Su estupides era algo bastante grande como para comprender lo que hacia y no hacia.
-Rumiku...-.
-Si Akino-.
Ella me lanzo una linda sonrrisa.
-Respondeme algo... Que sabes hacer de la casa??-.
Ella un poco pensatiba me miraba.
-¿La casa?-.
-Me estas tratando de decir que no sabes hacer nada?-.
-Creo, yo jamas he hecho algo que aporte al bienestar de alguien-.
Bajo su mirada un poco apenada de lo que le pregunte.
-Mmmm. Creo que debo empezar a contemplar eso Rumiku-.
Abri mi libreta en las notas de ayer.
Rumiku, parecia un poco triste por no poder hacer algo para que yo cambiara de parecer.
La clase termino antes de lo normal.
Por lo que salimos mas temprano.
Llegamos y lo primero que hice fue preparar la merienda.
-Este... Akino... Te puedo ayudar en algo-.
Ella tenia sus manos atras como regañada.
-Rumiku... Como si no sabes hacer nada, tienes esta casa?-.
-Mmmm, mi padre es un .... Hombre bastante rico y pues... Queria que yo fuera independiente-.
-Um.. Ya veo, niña rica he-.
-Si, algo asi-.
En eso ella se retiro diciendo que aria nuestra tarea.
Yo cortaba los pepinillos cuando en eso.
-Akino-san!!!!!!!!-.
Ella lo grito en mi oido a fin de que salte del susto. Por lo que me corte con el cuchillo.
-Oum! Te espante??-.
-No, como crees es algo ilógico que me espantes-.
Ella se hacerco a mi dedo y lo enjuago en el lavabo.
-Lo siento-.
Ella me miraba y yo la miraba, un momento incómodo para mi. Volvi a ver sus labios y me perdi en ellos, una ves mas como antes..
-Es hora de dirmir-.
-Pero si sólo son las cinco de la tarde-.
Sin hacer caso a lo que me decia, me quite el mandíl y fui a dormir.
La deje para que intentara hacer algo. Llegue a lo que era mi cuarto y me propuse hacer la tarea. Pero en lo que abrí la libreta, la tarea ya estaba hecha. La rectifique una vez mas y toda esta bien hecha.
Al parecer ya consegui el rol de Rumiku.

Mis Demonios y Un Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora