Capítulo #11

1.3K 128 31
                                    


Y ahí estaba él, de pie frente a su cama teniendo un debate a muerte en su cabecita, estaba al borde de la muerte, cayendo en un abismo sin fin, no sabía que decisión tomar, no sabía cual sería la correcta, tenía pánico, su respiración era lenta, sus suspiros se sentirían hasta el otro lado del mundo, su ceño completamente fruncido, Jimin podría morir ahora mismo hasta que...

—¡¿Jiminie ya estas listo?!— gritó Tae traspasando la puerta de repente — ¿Que coño haces aún en bata?

—Tae yo no se que hacer, quiero morirme,  ¡no soporto esta miserable vida!— Lágrimas cayeron de su hermosos ojos bañando por completos sus mejillas.

—¿Que pasa mi amor? cuéntame— Tae estaba preocupado, si bien es cierto desde que conoció a Jungkook, Jimin era toda una diva exagerada pero jamás le escuchó decir que se quería morir.

—Tae es que yo, yo, yo no se que ponerme— habló por fin haciendo puchero y a la vez ganándose un golpe de su amigo.

—¡Idiota! ¡debería golpearte mas fuerte! ahora entiendo porque esas mudas de ropa en la cama— habló mientras las observaba con confusión.

Jimin con anterioridad había separado una vestimenta formal, una semiformal y una informal y las había puesto sobre su cama, ahora no sabía que usar.

—Tranquilo cariño, sabes que puedo resolver todos tus problemas, pero parece que olvidaste que vamos al Jihwaja, por ende tienes que ir formal.

—Tae, lo olvide completamente joder, me desespera saber que Jungkook estará ahí y aún peor ¡que pasará por mi!

—Y pasara por ti en menos de una hora Jimin, arréglate, yo debo irme, prometí pasar por Hoseok nos vemos en el restaurante.

—Cuídate mi salvador.

—Te amo idiota...

Luego de que Taehyung abandonara la habitación de Jimin y posteriormente la casa, Jimin se vistió y terminó de arreglarse, falta aún algún tiempo para Jungkook pasara por él.

—Pero me veo hermoso, si Jungkook no se fija en mi debe estar muy ciego— puchereó Jimin mirándose al espejo.

El timbre de casa sonó y por orden de Jimin ninguna empleada debía abrirla, Jimin a como pudo, debido a sus nervios, bajó y le abrió y mentiría si negara que casi se desmaya, Jungkook se veía malditamente bien, el traje de Armani resaltaba sus músculos y Jimin podría estar babeando.

—Jungkook..—  susurró con voz orgásmica, quería hablarle, pero joder ¿que iba a decirle? lo jodidamente sexy y guapo que se ve no se lo diría ni en bromas, al final, ninguna palabra se atrevió a salir de su boca.

—¿No vas a invitarme a pasar?— Sonrió como si pudiese notar cada una de las sensaciones que le provocaba, Jimin se estremeció.

—Pa-pasa por favor— el facepalm era su mejor amigo desde que conoció a Jungkook, ¿Porqué se pongo tan idiota?  Ni él mismo lo sabe.

—Me tomé el atrevimiento de venir un poco antes, yo espero que no te moleste— ¿ya he dicho que Jimin ama a ese hombre?

—Pa-para nada Jungkook, no me molesta.

—Tienes una hermosa casa Jimin, aún no entiendo como es que deseas trabajar para mi.

—Ya sabes que no quiero pasar mi vida en la empresa de mi padre, quiero trabajar para alguien que no sea yo mismo.

—Estas loco por mi, en resumen, lo sé Jimin— sonrió y todo el cuerpo de Jimin exigió acercarse a él.

—Ni siquiera sé si eres mi tipo— soltó sin pensarlo, porque claro que era su tipo, era jodida y justamente su tipo.

Only MineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora