Preludio: Meet the King and his little soldiers

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00: Conoce al Rey y a sus soldaditos. 

<< No debe tener la mayoría de edad>>, es lo único que piensa Can cuando ve por primera vez el rostro de aquella muchacha, durmiendo bajo los efectos de tres distintos medicamentos en una pequeña cama de colchón angosto, que aparentemente era un vestigio de lo que solía ser aquella construcción .Un hospital.

Llevaba sólo una camisa de algodón celeste , a pesar de que aún en el interior del edificio era impensable no ocupar pantalones. Sin embargo, la muchacha aún en su estado estupefaciente, no era consiente del frío, como si ni siquiera estuviese ahí, << Como si estuviese muerta>> El vigilante se estremeció.

Él estaba sentado en una silla en frente a la cama de hospital, ya había revisado sus signos vitales y la había conectado a una pequeña máquina ubicada a su lado derecho a través de una intravenosa en su mano. Era la última etapa, solo tenía que esperar hasta mañana para que despertase y luego otro día para entregarla a los comandantes .No volvería a verla jamás.

Odiaba mirar en su dirección y pensar que parecía un cadáver, pero tampoco le aliviaba saber que estaba viva . Sentía una presión en el pecho al pensar en que le harían los comandantes y no precisamente porque le gustara o por cualquier razón superficial. Ciertamente era bonita,pero no de su tipo- se veía como la clase de chica que llevarías siempre a la casa de tus padres, que hablaría horas con tu madre, y tu padre se acercaría a felicitarte por la excelente elección que hiciste, y para Can eso era una completa mierda- ,incluso si lo fuera, jamás sentiría lástima ni podría comparar la amarga sensación que lo embargaba cada vez que veía su joven rostro.

Hasta el momento nunca había sentido otra cosa mas que indiferencia al ver aun rebelde, a un parásito.Para Can eran cuerpos vacíos, inertes y la única función que cumplía el vigilante era esperar a que despertasen- después de  lo que pudo haber sido una violenta abducción- mantenerlos vivos un par de días, dar explicaciones si se encontraba de humor y luego llevarlos a una gran sala llena de soldados y comandantes, era pues la parte mas tranquila del proceso, pero no la más fácil.

La jóven allí era una cría y por desgracia no podía evitar pensar en sus hermanas menores cuando veía aquel rostro aún levemente infantil .Por eso tenía ese nudo en la garganta. No sabía exactamente cuantos años tenía, pero no merecía ser secuestrada, después de todo eran instintos naturales el querer proteger a los más jóvenes de la misma especie.

Tenía la noción de que era hija de algún revolucionario "un pez gordo"como había dicho su comandante observando una ficha marcada con luz roja, Can sabía que era imposible que con su edad fuese un peligro real.

Escuchó la puerta deslizarse al abrirse, y se giró para mirar a su compañero y asistente del pabellón F2 , Gabriel ( también conocido como su mejor amigo), de brazos cruzados apoyado en el marco de la puerta.

-¿Que carajo estás haciendo aún aquí? tenías que estar hace quince minutos en la habitación del Sr. O'Connor y se está volviendo loco. Le reclamó fingiendo estar enojado y fallando irrisoriamente.

- Ya voy-Respondió el vigilante, sin mirarlo de frente. Su compañero,inconforme, avanzó hasta su lado, dirigiéndole una media sonrisa.

- ¿Qué ?¿Intentas cogértela mentalmente? sabes, no va a pasar, por lo menos no en esta base

- No quiero cogérmela mentalmente... ni físicamente- Explicó él, con una mueca de disgusto en el rostro, un poco enfermo con la actitud de Gabriel.

- Entonces ¿Porqué aún estás aquí y no con tus otros pacientes?

- Solo estaba pensando, eso es todo y además detesto al señor O'Connor. Desde que despertó ayer no para de arrojarme cosas.

-Bien, yo tampoco iré donde esa momia así que cuéntame

-¿Contarte qué?. Gabriel era realmente un muy buen amigo de Can, incluso podía decir que lo quería, pero no soportaba su irritante obstinación. A Can no le gustaba hablar mucho, desde el principio de su amistad Gabriel había luchado por sacarle las palabras, y aunque han pasado años desde que se conocieron, él aún se sentía incomodo hablando de si mismo. Por eso odiaba cuando su amigo le pedía explicaciones.

- De lo que estabas pensando, debe haber sido algo bastante profundo para tardar tanto- Can solo hizo una mueca, ahora avergonzado.- Si no me dices voy a molestarte hasta que desees nunca haberme conocido,Barden .Voy a ser un verdadero infierno.

-Ya eres un verdadero infierno sin que te lo propongas- Respondió Can sonriendo un poco.- Bien, la verdad es que yo solo... me sentí mal por ella-. Dejó el muchacho salir en un suspiro, sus manos paseándose una y otra vez por sobre su cabello negro.

-¿Por la chica?. Preguntó Gabriel

-Sí.- Can bajó la cabeza, aún sin atreverse a mirarle - Siento que es demasiado jóven para estar aquí ¿No crees? además su ficha esta en rojo, y ya sabes lo que le pasa a esa clase de gente.

Gabriel frunció un poco el entrecejo, ambos habían sido preparados duramente para hacer su trabajo, para ser insensibles y nunca ponerse en el lugar delos pacientes, como solían llamar a estas personas que eran raptadas de las mismas calles por los soldados de menor rango. El sabía que lo que se llevaba a cabo en esas instalaciones era horrible, pero había sido entrenado, y después de tanto tiempo le resultaba fácil ignorar a estos pacientes, dejando de pensar que eran iguales a él, que eran humanos . Sin embargo, su amigo no tenía la misma facilidad que el poseía para pasar por alto todas esas cosas . Can tenía una familia y un hogar, le era imposible no relacionar a sus pacientes con personas del pasado, personas capaces de amar y hacer el bien; siempre había sido su punto débil. En cambio Gabriel había pasado literalmente de vivir en la calle a ser miembro de la O.C.E, había visto lo peor de lo peor, y ya se había convencido de que esto era lo correcto.

Gabriel no sentía la compasión que Can tenía por esa gente.

- Si está aquí ha de ser por algo, además está explícitamente prohibido hacer eso que estás haciendo, Ya sabes, sentir lástima - Dijo Gabriel más preocupado que molesto.

- Es solamente... es que es difícil no pensar en lo que va pasarle con Thrupp allá arriba y los...

-Can - .Lo interrumpió su compañero, que no estaba dispuesto a dirigirle un discurso de una hora. En vez de intentar hacerlo entrar en razón ,Gabriel hizo una mueca alejándose un paso y dejó caer una mano reconfortante  en su hombro izquierdo.

Can lo miró a través de sus largas pestañas y frunció el entrecejo, no debió haber dejado ir esas ideas tan lejos, lo que le iba a pasar a esa chica le iba a pasar de todas formas, No había nada que él pudiera hacer. Mientras reprimiera esos pensamientos sería capaz de terminar la jornada normalmente

-Vamos con la momia esa, y después podemos salir para que te distraigas, si quieres- Le propuso Gabriel con una sonrisa pre-fabricada cuyo único objetivo era sacar a Can de esa zona antes de que fuese tarde.

<<No son simples personas, son salvajes capaces de destruir todo por lo que hemos luchado>>

Recordó el vigilante las palabras de su superior al salir por la puerta en dirección a la habitación del Sr.O'Connor.





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GRACIAS DE NUEVO (^-^*)

C. García    <<





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⏰ Última actualización: Dec 05, 2015 ⏰

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The king of spades  »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora